Igual que allá
por los años cincuenta se fundó SEAT para motorizar a los españoles, por qué a
ningún Gobierno, de los más recientes, no se les ocurre combatir la dependencia
exterior que tenemos de compra de crudo. Según el programa que emitieron ayer
por la Sexta, España consume diariamente un millón de barriles de petróleo, lo
que significa que tenemos que invertir o pagar a agentes externos una cantidad
endiablada de dinero.
Por qué no se
les ocurre a los Gobiernos fundar una marca propia de vehículos eléctricos,
solares, por aire comprimido, etc., capaces de hacer frente a esos gastos, que
se van convirtiendo en deuda a la larga o al menos en menos servicios públicos
y de calidad. Además, serviría para paliar la contaminación medio ambiental en
las ciudades y mejorar las condiciones del aire que respiramos, en pos a
conseguir un menor gasto en sanidad y medicamentos. Pero sobre todo, para
incidir en la salud y el bienestar de los ciudadanos, el que debiera de ser uno
de los objetivos primordiales de los que deben gestionar lo público.
No quieren
entrar en guerra con los fabricantes ni con sus amigos los productores de petróleo,
que les proporcionan negocios, comisiones e impuestos abultados a los
Gobiernos. Y todo ello sin despeinarse, como se dice coloquialmente, para qué
van a molestarse en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Hasta cuándo
van a postergar el uso y la implantación de las nuevas tecnologías, qué ordenes
tienen que recibir para tener vía libre para que el cambio se produzca.
Que no nos
sigan contando cuentos con las energías alternativas, hay tecnología suficiente
para garantizar el consumo y la generación de las energías de uso común como la
electricidad; también es posible satisfacer el desplazamiento de los vehículos
y con autonomía más que adecuados. Hay una marca de vehículos eléctricos, Tesla
Motors, con prestaciones deportivas y autonomía de quinientos kilómetros,
seguro que con motores que nos den prestaciones más utilitarias se incrementaría
la autonomía de los vehículos. Si ese mismo conjunto de baterías alimentan
motores con prestaciones más ajustadas al uso diario y de ciudad, vamos a
conseguir hacer muchos más kilómetros.
Dónde está el
problema, por qué no se conduce ya solo vehículos “limpios”, por qué no se
permiten en las viviendas la instalación de energía solar fotovoltaica para el
consumo propio, pues casi por el mismo motivo. Porque hay grupos de presión
hacia los Gobiernos y porque los Gobiernos se sienten débiles sin el apoyo
monetario que deriva de la gestión de esas otras anticuadas fuentes de energía.
Es una forma de no quebrarse la cabeza aunque seguir como hasta ahora nos vaya
a arruinar las vidas, nos vaya a traer más y más enfermedades, un gasto en
sanidad y medicamentos mayor, más muertes, menos confort y bienestar, etc. Es
seguir la inercia de lo que hay sin atender a las repercusiones de seguir
actuando así.
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