La derecha
dice que el Gobierno no está para crear puestos de trabajo, que para eso están
los empresarios, los autónomos. Lo he oído en las tertulias de televisión, lo
ha pronunciado el tal Pablo Casado, un chico joven economista del PP, en el
programa la Sexta Noche. La derecha, la fuerza del dinero, la amiga de los
empresarios y los banqueros no quiere que venga la Administración a restarle
protagonismo y poder a sus amigos los empresarios.
Lo expuesto es
como la pescadilla que se muerde la cola, es un círculo vicioso que no tiene
solución. Los empresarios jamás, he dicho bien, jamás van a acercarse, si
quiera, al pleno empleo, porque les resta poder en las decisiones y
negociaciones frente a los obreros.
Los
empresarios, dueños del sistema amañado actual, siempre van a optar por un paro
estructural y significativo, que disponga a los trabajadores para que acepten,
ante su imperiosa necesidad de encontrar un empleo, las condiciones que se les
ofrezcan, por lo general bastante deplorables. Contratos basura echando muchas
horas, dados de alta en seguridad social por muchas menos y con salarios de
pena o de risa. Esto es una vergüenza a la que ayuda la gente del Gobierno de
derecha y sus simpatizantes. De esto es de lo que hay que darse cuenta cuando
se depositan los votos. De esto y de aquellos que han pactado en el pasado para
empeorar las condiciones sociales en general, como ha hecho el PSOE pactando
con el PP, e incluso a solas cuando gobernaba Zapatero, que se empezaron a
aplicar las medidas de austeridad impuestas por la Troika.
Hay que
expresarse en las urnas y dar un castigo ejemplar, con nuestros votos, a
aquellos partidos que llevan toda una vida en la escena política, viviendo como
marajás, disfrutando de pingües privilegios, enriqueciéndose e ignorando las
necesidades y los derechos de los ciudadanos. Esos partidos tienen que quedar
fuera de los parlamentos, los queremos alejados de cualquier institución, de
cualquier gestión que tenga que ver con lo público. No son de fiar aunque
cambien sus maquillajes y sus medidas de urgencia que ponen en marcha de cara a
las elecciones.
No podemos
dejarnos engañar ni podemos dejarnos llevar por el romanticismo de que toda la
vida he sido de tal o cual color, nos debe dar lo mismo, debemos ser
inteligentes y no tener miedo a cambiar. Mucho menos dejarnos convencer por
ideas fantásticas y películas de todos los colores que vienen difundiendo de
los oponentes al sistema este de renta fácil para los de siempre. Es normal,
han gobernado tanto tiempo que han ido amoldando el sistema a sus intereses
privados; lo que ha desembocado en corrupción, cuentas en Suiza y deuda
pública. Todo producto de la falta de vigilancia, de la falta de honradez y de
la mala gestión de los responsables; mejor dicho de los irresponsables
gobernantes. El cambio es necesario que se produzca ya y somos nosotros los que
lo tenemos que propiciarlo.
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