Ya estamos en
el día de después, ya han pasado las elecciones y hemos visto como el PP ha
recibido dos millones y medio de votos menos que en 2011. Aún quedan demasiadas
personas que se resisten a escuchar y a ver lo que está pasando en este país.
Ahora todos hablan de que ha llegado la hora de los pactos y yo digo que no me
gustan los pactos, que el pueblo ha hablado y que tienen que formarse los
gobiernos por todos los que han conseguido diputados. ¿Cómo se hace esto?, pues
muy sencillo, todos los partidos con representación en la ciudad o comunidad de
que se trate, sacan sus programas y los ponen encima de la mesa, se analizan y
se extrae lo que tengan en común para elaborar un nuevo y único programa a
defender entre todos. Los puntos discrepantes se someten a estudio y votación
por todos los electos, pues que no vayan en el programa de unos no significa
que no puedan ser buenas proposiciones para los ciudadanos, y con esa mente
abierta hay que ir abordando la viabilidad de cada una de esas medidas
diferentes que los diversos partidos elegidos lleven en sus programas, ¿se
entiende?
Ni tengo
estudios de política ni de economía ni de derecho, o sea, que no hay que ser un
cerebrito para pensar formas coherentes y democráticas para gobernar. A mi me
parece que la más democrática es la de respetar lo que los ciudadanos han
votado, que no es ese invento de muchos: “que gobierne la lista más votada”. La
lista más votada tendrá una mayor representación pero no tiene que anular al resto
de los elegidos por los ciudadanos. Que ya no queremos las mayorías aplastantes
porque se aproximan mucho a regímenes totalitarios y ya sabemos en qué consiste
una mayoría, en otorgarse poder absoluto para hacer los negocios que quieren,
en pillar cuanto quieren y en hacer leyes en complot con bancos y empresarios; esto
no lo queremos porque no nos beneficia en absoluto.
Es sentido
común, es ser un poco más sensato y, por supuesto, ser respetuoso con lo que
han decidido los ciudadanos y si para ello hay que cambiar las leyes, ya
estamos perdiendo el tiempo; hay que hacerlo cuanto antes, mejor ayer que hoy.
Queremos a las mafias fuera de las instituciones, queremos a los corruptos
fuera de los sitios de poder, queremos que sean investigados, juzgados y que se
les exija la devolución de lo robado; entre rejas están mejor y es mejor para
la democracia.
Vamos
avanzando, se están dando pasos amplios, están entrando las nuevas formaciones,
las que tan poco les gustan a los que llevan cuarenta años chupando de un
sistema que han creado y amoldado para que les posibilitara realizar cuantos
exabruptos se les han ocurrido, para enriquecerse y poder vivir una vida de
privilegios permitida por una ley hecha a medida de la corrupción y la
opacidad.
Todo se
tambalea, parece que toca a su fin, algunos se aferran como pueden al clavo
ardiendo y espero que en próximas elecciones sigamos barriendo las
instituciones.
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