Acabo de ver
una película que tenía grabada en Imagenio de Movistar, su titulo es: Pago justo, del director: Nigel Cole.
Es una cinta inglesa que se remonta a 1968, centrándose el contenido en la problemática
laboral del personal femenino de las factorías inglesas de Ford, donde
trabajaban 55.000 hombres y solo 187 mujeres, encargadas de fabricar las tapicerías
de los asientos, paneles de las puertas de los vehículos, etc. Estas mujeres
estaban consideradas personal especialista y decide la empresa retirarles la categoría
de especialista, a lo que ellas se oponen, y por supuesto sus salarios, a
igualdad de categoría laboral con los hombres, eran menores.
Las mujeres de
las fábricas comienzan una serie de movilizaciones, que pone de manifiesto a
los personajes del sindicato, viéndose con claridad los que llevaban años
comprados por los empresarios y aquellos otros que se unían y apoyaban la lucha
de las mujeres por considerarla justa. Se puede comprobar, también, el intento
de manipulación y la presión ejercida por los empresarios sobre los políticos,
e incluso como amenazan al Gobierno con la deslocalización de las fábricas, si
no conseguían que las mujeres volvieran a sus puestos de trabajo. Todo esto
interesa a la Ministra de asuntos laborales que las recibe y les promete,
delante de los periodistas, como primera medida subirles el salario hasta equipararlo
al 92 por ciento del de los hombres; comprometiéndose a implantar un decreto
ley por el que se obligara a la equiparación definitiva de los salarios entre
hombres y mujeres de la misma categoría laboral. Se ve que la lucha da sus
frutos.
La película
fue emitida por TVE-1, algo que me sorprendía por el manejo propagandístico que
hace de ella el partido del “ingobierno”, por lo que, aún, despertaba mayor
interés en mí. Me preguntaba constantemente en el por qué de haber elegido este
film, puesto que sabiendo lo que sabemos los españoles, no se estaba difundiendo
así como así. Seguro que ellos se han debido de quedar con el miedo que meten
los empresarios cuando amenazan con cerrar, dejar a la gente sin empleo y
marchar hacia otros países. Yo, sin embargo, me quedo con la certidumbre de que
para conseguir las cosas se ha de luchar, se ha de perseverar y que cuando las
personas se unen, se hacen fuertes. Así como que cuando por lo que se pelea es
justo, sin violencia pero con constancia, se puede conseguir todo. También se
comprende con esta película las tramas falsas que se mueven tras el aparente
escenario, así como lo falsos que son algunos de los actores que te dicen unas
cosas por delante, al mismo tiempo que te están vendiendo por detrás, como
hacía uno de los sindicalistas, porque le abonaban ciertos gastos personales….,
como se dice vulgarmente: “le tenían cogido por los huevos”.
Merece ver
esta película, sobre todo en los tiempos en los que estamos, de tanta
corrupción, de tanta injusticia social y laboral. Contra el pueblo no se puede,
por eso el “ingobierno” teme perder el control de su sistema blindado de
privilegios, por eso temen tanto que entren en escena los que tienen ideas
diferentes.
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