¿Alguien se
puede creer el empate de las votaciones de la CUP? No es nada creíble que se reúnan
tres mil treinta militantes de la CUP, y voten mil quinientos quince a favor de
la investidura de Artur Mas, y otros mil quinientos quince en contra. O lo que
es lo mismo, que justo la mitad acepten las condiciones ofrecidas por Junts pel
Sí, y justo la otra mitad se oponga. ¡Sencillamente, es mentira! ¿Para qué se
hace todo este montaje?, seguramente para dar voz a la militancia, mejor dicho,
para que los militantes se crean son alguien en la formación de la CUP, pero lo
que digáis no vale nada, pues salga lo que salga, proclamamos el empate
imposible y, posteriormente, los setenta cargos más destacados decidiremos por
todos ustedes. Pero no enfadaros, que os hemos dado vuestro momento de gloria,
habéis sido protagonistas por un día, os hemos dejado que pareciera que ustedes
podíais elegir algo, como si pudierais decidir, como si fuerais importante.
Otra basta
manipulación política, para retrasar un poco más la investidura del presidente
a la Generalitat de Cataluña. Así nos aproximamos a la fecha límite del nueve
de Enero, en la que de no haber nombrado Presidente y constituido el gobierno,
se tendrán que celebrar nuevas elecciones. Supongo que la CUP quiere apretar un
poco más las tuercas para que Junts pel Sí trague por todo lo que trata de
imponer.
La CUP dijo
desde un principio que no apoyaría la investidura de Artur Mas de ninguna
manera, pues en lugar de enredar lo que tiene que ser es coherente y mantener
su palabra contra viento y marea. Los de Junts pel Sí siguen encabezonados con
nombrar Presidente a Artur Mas, algo que es incomprensible y que debe encerrar
otras cosas, que como muchos dicen tal vez tengan que ver con la corrupción que
rodea a Artur Mas, pues si lo más importante para ellos es el proceso
independentista, no se entiende como el obstáculo es colocar arriba a Artur
Mas.
Todo el enredo
por culpa de la tozudez del PP, pues siempre ha dicho que en Cataluña los no
independentista son mayoría frente a los que quieren la independencia, no se
entiende cómo no ha accedido a que el pueblo catalán se pronunciase mediante referéndum
o consulta, libremente y democráticamente. Si lo que proclamaba el PP era
verdad, ¿qué miedo había? Lo hubieran celebrado, los independentistas lo habrían
perdido, y no existiría problema alguno. Sin embargo, lo que nos han mostrado
los unos y los otros es el choque de trenes, y el querer imponer los unos y los
otros lo que su tozudez les permitía; y así no se va a ningún lado.
Creo que
algunos se conforman con hacer ruido, y hacen más cuanto más tiempo mantienen
vivo el proceso independentista, aunque al final quede en nada. Parece este el interés
de los intervinientes en todo este tira y afloja entre los de la CUP y los de
Junts Pel Sí. Seguramente, si el Gobierno central les apacigua con dineros y
privilegios sobre otras autonomías se calmen, que puede ser otra estrategia
marcada por ambas formaciones políticas. Con Cataluña y el País Vasco, cada una
por sus peculiaridades, viene siendo así desde que se implantaron las
autonomías, la lucha por obtener unas mejores condiciones, o más privilegios
frente al resto de autonomías. ¡Sea como sea no engañen tan burdamente a la
militancia!
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