Como lo que se
ha de tratar es de conseguir la unión, que no la dispersión o el
enfrentamiento, pudiera ser interesante celebrar debates políticos en los que
los partidos adquieran el compromiso de acercar sus programas, no solo defender
sus ideas al margen de lo que propongan o piensen los demás.
Se podrían
ubicar unas pizarras juntos a los políticos que debaten, donde estuvieran economistas,
que, igualmente, hagan números en base a las propuestas realizadas por los
políticos, para llegar a la conclusión de cuáles serían las más viables y
beneficiosas para el conjunto de los ciudadanos.
Tanto las
propuestas de los diferentes partidos, como las conclusiones alcanzadas por los
economistas, realizadas en directo, mientras el debate va avanzando, acordando
soluciones y firmando en conjunto; sería una forma de hacer política aunando
fuerzas e ideas, razonando con los números y adquiriendo compromisos por todos
los participantes, que deberían ser todas las fuerzas políticas legalmente
constituidas. Esto nos llevaría, con el tiempo, a prescindir de hacer
elecciones, porque se acostumbrarían a trabajar en equipo y no recolectando
para su zurrón, como hasta ahora vienen haciendo todos.
Me he parado
en las propuestas que tengan que ver con el ámbito económico, pero se podría
hacer con todos los campos que rigen nuestra sociedad, tan solo habría que
seleccionar o invitar a un grupo de expertos de cada sector: sanidad,
educación, laboral, dependencia, etc.
A mi me
satisface más, y me da más garantías, la política razonada, explicada y
consensuada, que la que se hace a base de mayorías absolutas y en la que solo
media una sola ideología. Porque si esa ideología no apunta hacia donde debe
apuntar, ya se pueden imaginar el desastre de legislatura que puede ser.
Debemos acostumbrarnos a no rivalizar por signos o colores, sino a luchar todos
juntos por un proyecto común, que es España y los españoles. Y ya que está tan
de moda la palabra competitividad, la mejor manera de ser competitivos es con
el empleo más eficiente de nuestros recursos monetarios.
Hasta que muchos
no se mentalicen que España no es la cuenta corriente de nadie ni de ningún
grupo empresarial, ni ha de servir para enriquecerse unos pocos a costa del
esfuerzo de todos los ciudadanos; no alcanzaremos cotas de competitividad suficientes
como para destacar en investigación y desarrollo, por tanto, no seremos un país
puntero en casi nada, seguiremos teniendo mucho paro y los niveles de pobreza
serán mayores que los deseados.
Si no nos
ponemos en marcha, ya vienen avisando de lo que sucede con la caja de las
pensiones, que se va vaciando, ¿hasta cuándo habrá dinero para pagarles a todos
nuestros mayores?, ¿los que se jubilen dentro de diez años cobrarán su pensión
con normalidad? Esto no hay quien nos lo asegure en estos momentos en los que
tantos casos de corrupción han dilapidado tantos miles de millones de euros.
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