El otro día
algunos de los que están acostumbrados a estar rodeado de lo de siempre,
mencionó que ahora el Congreso ya no iba a ser lo mismo, que iba a ser menos
serio, porque se iba a ir llenando de gente joven que viste de cualquier forma,
que lleva el pelo largo, y que incluso se iba a empezar a ver rastas, como las
que parece lleva el diputado de Tenerife.
Para algunos
el grado de seriedad está relacionado con el aspecto externo, y casualmente
para esos mismos, lo correcto siempre es vestir de traje y corbata. Pero la
historia parlamentaria nos ha demostrado que los “serios” de traje y corbata
nos han robado por la izquierda y por la derecha, como direcciones y como
colores ¿Es una novedad ser joven, no llevar traje o tener el pelo largo?, quizás
en un Parlamento rancio signifique eso lo nuevo, pero ¿para qué nos sirven las apariencias,
si los que llevan años vistiendo el uniforme tradicional, de traje, corbata,
afeitaditos y peladitos llevan años robándonos a todos los españoles? Esos “serios”
llevan décadas haciendo negocios privados mientras son mantenidos con el sueldo
público para que realicen funciones que dejan de hacer, porque están demasiado
ocupados tejiendo una red de blanqueo de capitales, mediante empresas pantallas
en los paraísos fiscales. Esos mismos no tienen pudor alguno para incrementar
el coste de las adjudicaciones dadas a dedo a sus amigos, para poder llevarse
suculentas comisiones, y eso significa que el pueblo paga más por cada obra
adjudicada.
Eso es lo
mollar del asunto político, no el aspecto, no los colores, ni tan siquiera el
corrillo de los pactos y toda esa manipulación burda de las interpretaciones
que hace cada uno saltándose las leyes. Ahora, la moda es la lista más votada,
omitiendo el deseo de los ciudadanos, pues aquella lista que ha conseguido más
votos con la ley electoral amañada, no representa a la mayoría de personas que
hemos votado. Averigüen el total de votos emitidos y comprueben si la lista más
votada representa a la mayoría de votantes, verán que no es así. Por tanto, los
españoles han votado algo diferente a lo que nos quieren hacer creer cuando
algunos dicen que han ganado las elecciones. Algunos tienen la mente tan
reducida, que espera que el resto de los españoles no seamos capaces de darnos
cuenta del absurdo que proclaman.
No se tendrían
que hacer pactos, ese sería el máximo respeto hacia los españoles, y si los
políticos tuvieran una pizca de conciencia de la ciudadanía y les importásemos
un poco, no estarían perdiendo el tiempo en rivalidades de siglas, comenzarían
a gobernar, a hacer política. Los españoles han hablado y ya está constituido
el Congreso, ya están los 350 diputados elegidos por los españoles, ese debe
ser el Gobierno, todos por igual y a luchar por restablecer el bienestar
general. Que propongan soluciones y que las debatan, eso es hacer política. Con
mayoría absoluta, que es lo que siempre van buscando, gobierna hasta mi sobrino
de tres años, lo que quiera lo impone y “vamos que nos vamos”. Cualquier
modificación del panorama político salido de las urnas, desvirtúa la decisión
de los españoles. Que demuestren que nosotros les importamos, que no entren al
juego de los pactos, y que se dejen de tonterías de un Parlamento ingobernable,
todo se puede hacer con voluntad. Si todos proponen lo que sea mejor para los
ciudadanos, seguro que se ponen de acuerdo.
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