Si un país
descuida a sus investigadores, está frenando su progreso, se está haciendo
dependiente de aquellos países que estén a la vanguardia de la investigación, y
no dejará de ser un país importador. O sea, va a necesitar de casi todo y él no
fabricará de casi nada, por lo que será comprador nato y, seguramente, se
endeudará para conseguir todos los productos que su población necesite.
Algunos países
juegan a esto e imponen sus reglas a otros, ¡si quieres ser del club, te has de
desindustrializar!, y si no se lo dicen así, hacen todo lo posible por parar o
ponerle un tope a la producción, al final les aburren y terminan por
desmantelar las fábricas y comenzar a comprarles a otros. ¡Grave error! Pierdes
el tren de la prosperidad y del progreso, dejas a mucha gente en la calle y sin
empleo, eres menos competitivo, en definitiva, eres un país más pobre.
España se ha
endeudado mucho en esta legislatura, pero no ha creado puestos de trabajos
porque no ha crecido el número de industrias o fábricas, sino que hemos quedado
más gente sin empleo. Y el falso empleo creado es el que ha venido a sustituir
a parte de los empleos fijos destruidos, que ahora son más precarios. Por
ejemplo, se ha destruido un puesto de trabajo de una persona fija, con una
antigüedad en la empresa de varios años y un salario, supongamos, de dos mil
euros; y se han metido dos personas, que trabajan cuatro horas cada una, a la
que se le pagan cuatrocientos o quinientos euros. La empresa sigue teniendo
cubierta sus ocho horas de mano de obra, pero a un precio mucho más económico,
y el “ingobierno” dice haber creado dos puestos de trabajo. Las estadísticas
hablan debido a estos cambios, y los políticos venden falsos resultados,
primero aplican políticas que destruyen los puestos de trabajo fijos y con
salarios dignos, para crear, posteriormente, más puestos de trabajo en peores
condiciones.
Un país
endeudado es un país que pierde su soberanía porque su acreedor comienza a
tener voz y voto en sus políticas. Secuestra su soberanía y allí ya no manda ni
su Gobierno, ni su gente; mandan los grupos inversores que compran la deuda que
emite el país que se está ahogando. Y cuidado con ese tratado que EEUU está
promoviendo por ahí, me refiero al TTIP, ese acuerdo de transacciones, que como
se imponga nos va a dar la puntilla del todo. Es la forma de hacerse EEUU dueña
del mundo, en cierta forma. Porque lo primero que harían es crear un organismo
que protegería a los inversores y banqueros, por encima de las soberanías de
los países. O sea, que podrían establecer normas o leyes, que anularan las
leyes de los países que aceptaran ese acuerdo, y primara los deseos de los
dirigentes del TTIP frente a las necesidades o los criterios de los Gobiernos
de las diferentes naciones.
Algunos siguen
pugnando por la hegemonía que a ellos les interesa, tratando de doblegar al
mundo bajo sus pies, y lo están consiguiendo teniendo el control del dinero, de
las tecnologías, de las energías, etc. Esto puede significar para las personas
corrientes, para los ciudadanos, una forma de terrorismo social, comercial y
laboral, porque viene a tener repercusiones en los tres aspectos. De ahí
surgirá la dominación de unos, la sumisión de otros, y la pobreza o mediocridad
de casi todos.
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