Nos acaban de dar la peor de las
noticias, Gabriel, el niño de ocho años que lleva desaparecido 12 días, aparece
muerto en el maletero de la novia de su padre. Es la actual pareja con la que
mantiene una relación desde hace año y medio. Es negra, esta sí lo es, las
demás personas de ese tono de piel son de color y se lo digo con respeto, pero
si esta tipa es la asesina del niño, como todo apunta a que así sea… ésta es
negra, dicho con desprecio. Quitarle la vida a tan inofensiva persona, cegar su
vida, poner fin a sus futuras aspiraciones sin permitirle gozar de la vida, de
su niñez y de su posterior adolescencia, etc., no tiene palabras para
descalificar tan salvaje y horrible acto de cobardía y venganza, sea cual fuere
el móvil del vil asesinato perpetrado en la persona de tan adorable criatura,
siempre sonriente como lo muestran todas las fotos que los medios han difundido
de Gabriel.
El deseo de toda España de que
este angelito hubiera aparecido con vida y volviera al seno de su familia es unánime,
para consuelo de sus padres, principalmente de su madre, porque en mi opinión,
el padre no las tiene todas consigo, pero repito, es una opinión muy personal
casi sin fundamentos. He analizado la cara y los gestos del padre, y hay algo
que desde el principio lo he comentado con mi familia… no me cuadra, no asomaba
el dolor que se presupone sigue a la desaparición de un hijo. Si el hombre es
inocente que perdone mis comentarios, pero lo que he interpretado es lo que mi
mente ha entendido de lo que veía… tal vez, esté en un error. De todas formas,
cuando la pareja del padre sea presionada, ya veremos qué sucede, si hay
complot de algún tipo, si se tramó, si lo hizo sola o tuvo ayuda, etc., ya
veremos el alcance de lo que ha sucedido. El dolor ya no hay quien nos lo
quite, hoy volvemos a estar de luto como con esas tres mujeres que han
desaparecido en Asturias, una de ellas ha aparecido flotando en un lago, o como
con la desaparición de Marta del Castillo, el asesinato de Diana Quer o la niña
Mari Luz. No obstante, hay otras muchas personas que llevan años sin conocerse
sus paraderos o si viven o están muertas, todas ellas nos tienen de luto, pero
lo del chico Gabriel ha sido el último mazazo que hemos recibido. La gente
estaba muy esperanzada, la campaña de los pececitos era lindísima, la
solidaridad en la búsqueda de Gabriel y el deseo contenido de que en cualquier
momento le liberaran, creo que lo hemos vivido como muy real, y ahora con esta
detención de esa persona, se nos ha venido todo abajo, no entendemos cómo se
puede cometer un crimen así y se puede seguir viviendo… ¡joder!, nos hemos
vuelto locos o qué.
¡Maldita sea!, nos han matado a
Gabriel, ha sido asesinada una personita tan inocente como el beso que se
dieran dos bebes que compartieran cuna. Dicen los que siempre quieren quedar
bien ante la sociedad, que no se debe hablar en caliente, que no se debe juzgar
a nadie cuando los acontecimientos están tan próximos, pero pregúntense: ¿por
qué ha de tener derecho la asesina a ver la calle y quedar en libertad dentro
de unos años, si Gabriel nunca más podrá seguir haciendo su vida?, ¡no es
justo!, ni en caliente ni en frío.
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