Se vuelve a repetir la historia,
y los políticos en sus ansias de poder compiten sin dar solución al problema de
bloqueo del Parlament catalán. Ya lo propuse en mis escritos cuando el mismo
bloqueo y las mismas circunstancias se daban en el Parlamento nacional. ¿Por
qué no se hace un gobierno en el que participen todas las fuerzas políticas en
la proporción de los escaños logrados en las últimas elecciones?... miren que
fácil es desbloquear la situación, pero los políticos no están para desbloquear
o dar soluciones, están para rivalizar por el poder… es lo único que les
importa.
Por otro lado, por las noticias
que trascienden sobre Puigdemont y su entorno, podemos comprobar que Rafael
Hernando, portavoz del PP, tacha de criminales a los autores de las acciones
que los independentistas han llevado a cabo en Cataluña. Les llama así por ser
delictivas acciones, según dice el de la lengua viperina, pero lo que jamás se
le ocurriría es llamar así a las fechorías cometidas por su partido contra la
ciudadanía española o catalana. La corrupción de su partido es el esperpento de
la vida política de este país. También nos hemos podido enterar que estaban
esperando que descendiera del avión uno de los mossos que prestaba servicio
voluntario a Puigdemont, pues lo hacía aprovechando sus días libres de servicio…
digamos que podría ser un favor de amigo o un convencimiento político personal,
quién sabe, pero ahí estaba y no hacía daño a nadie, sin embargo, el Gobierno
de Rajoy está demostrando que ésta forma de proceder tan rápida y ejemplar, no
es más que pura venganza.
Volviendo al primer párrafo y a
su contenido, los políticos dejan a la vista, una vez más, que sus objetivos no
son la ciudadanía y el bienestar de la misma, sino su lucha por el voto y el
poder. Todos quieren ser el ordeno y mando, un poco por cojones y no por
argumentos o razones. O sufren de acortamiento intelectual o, verdaderamente,
están enfermos, sufren de síndrome totalitario. No saben ni desean hacer
política, quieren hacer lo que quieran sin oposición y sin entrar en valorar
las iniciativas de nadie más. A todos, parece, les gusta firmar decretos y que
todos nos arrodillemos a sus pies siguiendo sus dictados. Por otro lado, todos
dicen no estar de acuerdo con tiempos pasados de dictaduras, pero es que ellos
quieren hacer lo mismo, aunque, llamándole democracia, que no la es. A todos
les falta visión de futuro, conciencia en la que quepan todos los ciudadanos y
ciudadanas del país, inteligencia para optar por las mejores propuestas que
vayan bien a la gente aunque sean contrarias a los intereses de sus partidos,
etc. Observen que mantienen la disciplina de partido aunque sean contrarias al
bienestar de la gente. Observen que no hay ningún partido que aplauda las
exposiciones de otro partido, aunque estén proponiendo algo muy razonable,
cargado de sentido común y vaya a aportar beneficio a la ciudadanía, ¿hay razón
para ser tan cerrados? Los políticos se están equivocando y creo que el sistema
político rígido y falso que hace equilibrio entre la corrupción, las mentiras y
la traición, ha petado, no se sostiene por más tiempo.
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