Cuando terminé de almorzar le
dije a mi hijo que me recomendara una película que ver en la sobremesa. Me puso
en la mano un DVD que contenía una película cuyo título es: Idiocracia. Una
sociedad, allá por el 2505, que muestra la involución y la depravación del ser
humano hasta alcanzar la idiotez más absoluta. Cada habitante estaba censado y
controlado mediante un tatuaje en su muñeca izquierda. Los licenciados eran
auténticos orates, ceporros, imagínense el resto. Los títulos se conseguían en
los hipermercados como Costco. Una multinacional dominaba todo el servicio del
agua a la población, fuese cual fuese la aplicación y consumo de esa agua, pero
lo significativo era que en lugar de suministrar agua, suministraba una bebida
isotónica deportiva. Por todos los grifos salía el mismo líquido verde, incluso
por las tuberías de riego de los campos. Los medios de comunicación se habían
encargado de hacer creer a la población que era lo mejor por tener
electrolitos, pero el caso es que se habían cargado los cultivos, nada crecía
si era regado con el líquido verde.
A esa sociedad del 2505 llegan
dos personas que eran de quinientos años anteriores. Ambas personas se
sometieron “voluntariamente” a un experimento del ejercito por el que les iban
a congelar durante un año para posteriormente despertarles, pero en medio del
experimento el país quiebra, la base militar es destruida y los sarcófagos donde
esperaban esas personas a que transcurriera el año quedan abandonados entre los
escombros de la base derruida. De esa manera, las dos personas, un militar con
bajo coeficiente intelectual y una puta llegan al 2505, pues nadie se acuerda
de ellos. En 2505, entre gente totalmente idiota, sin valores de ninguna clase,
depravada, solo pensaban en dinero, sexo, telebasura y comida, igualmente,
basura… ellos eran los seres más inteligentes del Planeta.
A él lo encarcelan por no tener
identificación en su muñeca y le hacen un test de inteligencia superbásico y
descubren que es el que obtiene una puntuación más elevada y el Gobierno de los
EEUU le nombra Ministro, para que resuelva los problemas de las cosechas y de
las tormentas de arena, que era el mismo problema debido a la aridez del
terreno por los riegos con Gatorade. Posteriormente, se creen engañados por él
y le condenan a rehabilitación que era un tipo de enfrentamiento parecido al de
los cristianos y los gladiadores contra las bestias salvajes, en este caso
siempre en desventaja, contra unos vehículos destructores que eran enormes. En
última instancia, le salvan unas imágenes de los campos donde se ven los
cultivos creciendo, dichas imágenes son pinchadas en el estadio donde se
celebraba la rehabilitación y las ve el presidente de los EEUU, indultándole. A
partir de ahí le nombra Vicepresidente y posteriormente alcanza la presidencia,
se casa con la prostituta que llegó al 2505 en el mismo experimento, tienen tres
hijos, que son los más inteligentes de aquella sociedad de pirados y comienza a
dirigirse a la población en el sentido que valoren la lectura, formarse, etc.
La película tiene su aquel, sin ser una buena cinta, pero siempre nos cabrá la
duda de que si continúa el atontamiento y la gente sigue sin hacer el esfuerzo
de pensar por sí misma, prepararse, leer y optar por los valores como seres
humanos… cualquiera sabe si en ese proceso de deterioro y destrucción no se
verán abocadas las generaciones sucesivas a la tragedia y el horror de lo
superfluo, del vicio y la perversión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario