Ayer acompañé a mi madre al
Hospital Universitario Virgen Macarena, llegamos a las 17,25 h y he llegado a
casa sobre las 3 y algo de la madrugada. Aproximadamente diez horas para que la
vean en urgencias, le hagan una analítica de sangre, un electro y una
radiografía… ¡batiendo records! Vamos de mal a peor, siempre hemos echado sus
dos o tres horas en urgencias, pero estar casi diez horas, es la pera.
El mismo médico reconoció que los
recortes de plantilla, que es en lo que se ha convertido la falta de dinero
público o, en su caso, dar prioridad a otros asuntos y no a la sanidad, tiene
estas cosas: la gente se pasa diez horas en una sala, mezclado con decenas de
camillas y sillas de ruedas. Los familiares bregando con las camillas, nada
fácil de llevar de una consulta a otra, cuesta girarlas y conducirlas sin tener
la experiencia adecuada y sorteando personas, otras camillas y los enfermos en
sillas de ruedas.
Que no nos digan todos esos de
las altas esferas que España va bien, será en las consultas privadas de las clínicas
privadas, la sanidad pública la están echando a perder, posiblemente un intento
para que la gente opte por los seguros privados de sanidad. Los enfermeros,
enfermeras, auxiliares, celadores, etc., no paran un minuto, van y vienen
cientos de veces. Los médicos no dejan de ver enfermos, pero no está en
consonancia la plantilla actual con el número de enfermos que acudimos a los
centros hospitalarios. En lugar de un hospital aquello parece un campamento
indio, cada uno aparca su camilla donde puede y las sillas de ruedas en
cualquier rincón. Cuando no hay espacio disponible para no bloquear el paso,
cada cual se pone donde puede y el mercadillo está servido.
Hemos tenido una de las mejores
sanidades del mundo, muchos se vanagloriaban de ello y, muchos de esos, son los
que están haciendo todo lo que está en sus manos para empeorar la calidad del
servicio público, porque sus objetivos son las privatizaciones de todo lo que
es rentable… y al médico tenemos que acudir todos, tarde o temprano. De nuevo
menciono un apartado vergonzoso de la conducta de nuestros gobernantes, desde
luego que se lo debemos todo a ello, en este caso, el mal funcionamiento o,
mejor dicho, el deficiente funcionamiento de nuestra sanidad. Distraen cantidad
de miles de millones de euros que se dejan de emplear en algo tan prioritario
como es la salud, para emplearlo o malversarlo en otros asuntos que les rentan
comisiones que no tributan porque les vienen camufladas.
Se están cargando el servicio
público de salud porque ellos no aparecen por las salas de espera de los
hospitales, y cuando lo hacen entran por la puerta de detrás y ni nos
enteramos. Ellos no se mezclan con el pueblo ni padecen las mismas condiciones
tan lamentables y precarias. Yo quiero políticos que vivan la calle como la
vivimos el resto de la ciudadanía, que cobren setecientos u ochocientos euros,
que vivan el desempleo, que no lleguen a final de mes, que vivan los problemas
de la gente y no tengan ningún privilegio, dieta o prebenda de algún tipo. De
este modo, ya veríamos cómo arreglan los problemas que afectan a la población y
a ellos mismos, de un modo raudo y veloz. Mientras los políticos guarden esa
distancia de seguridad con respecto a la gente, no atajarán los problemas de la
gente, porque no son sus problemas y la gente les importa más bien poco.
A las diez horas empleadas en que
se termine la atención sanitaria de urgencias de un hospital, tal como sucedió
ayer, hay que sumarle dos horas que tardó la ambulancia en venir a recoger a mi
madre para desplazarla hasta el hospital. Las ambulancias son también un tema
para echarle de comer aparte, siempre están todas las ambulancias ocupadas,
tienes que llamar varias veces y aparecen cuando aparecen… normalmente tarde. ¿Problema
también de los recortes? A algunos les gustaría que repagáramos para que nos
atendieran en cualquier centro sanitario. Algunos quisieran que los pobres no
tuvieran posibilidad de disfrutar de ese servicio, como sucede en EEUU, o pagas
o ya te puedes morir en la puerta del hospital, que no te van a atender. Que
quieres salud pues hipoteca tu casa, te arruinas para que te operen o te
mueres. La falta de conciencia y de solidaridad es tremenda.
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