Imagen: atalayar.com
¡Paga o abro la verja!, debió revelar el grito que salió del norte de África. ¡Es puro chantaje!, resulta una burla a la soberanía de un Estado de la Unión Europea… ¡si es verdad que haya unión entre los Estados que la componen! Las imágenes fueron muy pragmáticas, la policía marroquí abría la puerta de la malla que hace de frontera entre los dos países cada vez que llegaba un grupo de jóvenes, tan solo le faltó a la policía darle ánimos y una palmadita en la espalda por haberse prestado tan solícitamente a los mandatos del régimen.
La estrategia marroquí ha dado sus frutos, treinta millones de euros para que sigan invirtiendo en material para evitar, precisamente, lo que han provocado voluntariamente. Al día siguiente de este abuso de poder, de esta vejación a la soberanía española, el consejo de ministros españoles aprueba y transfiere treinta kilos de billetes para sufragar la extorción del régimen marroquí. Ahora toca esperar la siguiente patraña que a los vecinos se les ocurra. Van varias: los caladeros de pesca, el paso de sus frutas y verduras por terreno español, la contención de emigrantes ilegales, el Sahara, el frente Polisario, la lucha contra las mafias de los cayucos, el control del tráfico de drogas…, tal vez algunos me los invento por necesidad de que así debiera ser, pues sabemos que mucha de la “mierda” viene de allí. El caso es que siempre crean un conflicto relacionado con cada uno de los temas enumerados, y la resolución es que España pase por taquilla y abone.
Como la economía va tan bien, pues lo que nos faltaba es tener otro mantenido, otro subvencionado, y este lo es por miedo, o eso parece. ¡Vaya burla!, enseguida sueltan los medios de desinformación una parrafada sobre el extenso patrimonio y la desorbitante riqueza de un rey que nada tiene que ver con el estado en el que vivan sus súbditos. Los mayores solían decir que más vale una cara colorada que cientos amarillas. Es por ello, que hay que hablarle de tú a tú a (el) los que dirigen Marruecos, y poner las cosas en su sitio: ustedes con vuestros problemas y nosotros con los nuestros, pero que se dejen de joder. Todos los que entraron son de allí, no de aquí… ¡devolución en caliente o en frío!, ya está bien de tanto acomodo legal. Son suyos, pues que los cuiden y los mantengan allá. Si no están satisfechos con lo que les imponen, que luchen contra los que les oprimen en su país. Ningún país está sobrado de puestos de trabajos, de dinero, de recursos como para acoger a todos aquellos que no viven a gusto en sus países de origen. Ningún gobierno es merecedor de estar gobernando si su propia corrupción le impide ofrecer a la ciudadanía las condiciones precisas para asegurarle una óptima calidad de vida.
A estas alturas, una guerra es una vuelta atrás hacia la barbarie y el salvajismo, se han de anteponer las conversaciones y el razonamiento por ambos lados. Si es imposible siempre quedará la cirugía de precisión. Las ideas de una minoría no pueden fastidiarle la vida a una mayoría. Tampoco es que se deba ser irrespetuoso con una minoría disidente, igualmente se ha de dialogar hasta comprenderse. Hay que tratar de hacer feliz a la mayor parte de la población, creo que sería un éxito lograrlo.
