jueves, 30 de abril de 2020

IDEAL PARA NACIONALIZAR

La expropiación por causa de utilidad pública – Fragmentos de ...

                         Imagen: fragmentosdederechoadministrativo.wordpress.com
Ya que se nos ha venido encima esta desgraciada pandemia, quizás es el momento adecuado para dejar de pelear con empresarios y no tener que verse chantajeado por estos. En algún momento, por sentido común, la Administración pública, que somos todos, no ningún ente independiente o aparte del colectivo social, de la ciudadanía española, tiene que jugar sus cartas en favor de la población. Es el momento para hacerse cargo de las pequeñas empresas que no puedan seguir adelante para dar empleo a ciudadanos que lo necesiten y estén en el paro. Control por cámaras de video vigilancia de cajas y entorno de trabajo para llevar el control del volumen de negocio que se produce, por tanto, es como si el pequeño negocio lo llevase un autónomo, pero en su lugar lo lleva un empleado.
Ya algunos, como siempre, habréis empezado a etiquetar la situación, algunos estaréis calificando la propuesta de comunista, algunos tienen esa facilidad de no pensar por sí mismos sino que, constantemente, ven fantasma por todos lados; o sea, que tienen que echar mano de algo conocido o anterior con lo que haya coincidencias. A mí personalmente me da igual lo que piensen y cómo lo califiquen, yo no propongo desde una ideología sino desde un sentir y un sentido común… el mío. Que eso coincide o se acerca a tal o cual modelo anterior, sepa que es solo pura coincidencia. Solo quiero que lo que es nuestro, que el dinero que ponemos entre todos, sea utilizado para asegurar el bien de todos, no para que algunos hagan sus negocios particulares, no para que algunos exploten a otros y se hagan ricos ellos. Para mí, el ideal sería, como he expuesto otras veces, un cambio radical y necesario hacia una sociedad sin dinero y donde todos arrimemos el hombro colaborando con el sistema, para obtener todo lo que sensatamente se necesita para vivir bien, y sin dejar a nadie detrás. Esa sociedad es totalmente posible en cuanto los señores de las leyes, los señores políticos, comenzaran a trabajar para la ciudadanía y no para un colectivo minoritario que de alguna forma los tienen comprados.
El momento es ideal para hacer algo diferente en favor de la ciudadanía, no siempre la solución es que España sea avalista de los dineros que disfruten otros, pues entre las causas por las que se les dan los dineros, también hay otras que se pierden al control del mismo, todos los empresarios saben jugar a esconder beneficios, todos lo hacen, en todas las empresas hay contabilidad A y contabilidad B. Todas la empresas acomodan facturas, por no llamarlo estafa, acuerdan con proveedores fórmulas para engañar al fisco, eso lo sabemos todos, hasta Hacienda lo sabe, pero hay una flexibilidad en el asunto por el miedo que siempre muestran los Gobiernos de que cierren los empresarios sus empresas y dejen a la gente en la calle, que es lo primero que esgrimen cuando los políticos hacen ademanes de trazar líneas que van una dirección que no gusta a los empresarios. Justo esos momentos son los más propicios para expropiar las industrias, ley que debiera de existir con anterioridad, para que la acción de nacionalizar llegue a ser efectiva. En el país hay cantidad de empresarios que no cumplen las leyes, que estafan los resultados de sus ejercicios contables, que pagan mucho menos de lo que debieran en comparación con el resto de la población, nadie les dice nada, y siguen al frente de sus empresas.
Es mejor, mucho mejor, la sociedad que ronda mi cabeza, esa forma de relacionarnos sin dinero, porque acaba con toda la marrullería de algunos, con los deseos de robar de otros, con la competencia, con la explotación, con el desempleo, puesto que todos podemos colaborar con el sistema (trabajar), ya que a nadie le cuesta la seguridad social, ni una nómina, ya no hay dinero que desembolsar… ¡ya no hay dinero! Todos tendríamos una tarjeta magnética que acreditara nuestra colaboración con el sistema, que al trabajar todos, trabajaríamos mucho menos tiempo. Cada uno seguiría haciendo lo que hace hoy en día, los trabajos más duros, tendrían mayor refuerzo para hacerlo mucho menos tiempo. Se seguiría fabricando como hoy, pero sin necesidad de tan variada producción, se podrían unificar los modelos, y estos tendrían siempre la tecnología más puntera. Las personas adquieren lo que necesiten presentando su tarjeta personal en los comercios, como compensación por su aportación con el sistema… ¡sería maravillosa!, ¡una sociedad de otro nivel!, de esto es de lo que tenemos que darnos cuenta.

miércoles, 29 de abril de 2020

EL DINERO NO SE CONFINA

El coronavirus viaja con el dinero en efectivo, vacúnate con ...

                                           Imagen: www.criptonoticias.com
El dinero no se aísla ni se confina, el Dios don dinero es intocable, a pesar de ser uno de los factores de riesgos del contagio del coronavirus más bestial. El dinero pasa de mano en mano, se pone en contacto con todo tipo de productos, sustancias y superficies. El dinero nadie lo desinfecta, viaja por zonas en alerta, viola las fronteras cerradas entre países, pasan por infinidad de cajas registradoras de miles de negocios. Quienes lo manejan, a veces tienen las manos limpias, y la gran mayoría de las veces, sucias, con gérmenes de todo tipo. El dinero ha podido estar en habitaciones de hospitales, en morgues, en cementerios, en lugares donde hubiere focos de propagación de las más mortíferas enfermedades. Nadie ordena que se confine el dinero, nadie habla de este agente colaborador de la propagación de las enfermedades. Tocamos los billetes, pagamos en los comercios, compramos un helado por ejemplo, tocamos las monedas, recogemos la vuelta y cogemos el cucurucho y nos lo comemos. Después nuestra pareja nos dice que quiere una cerveza, entramos en un bar, volvemos a tocar los picos, la rebanada de pan que acompaña a la tapa que hayamos pedido. Terminamos de consumir, pedimos la cuenta, sacamos más dinero del bolsillo o la cartera, recogemos la vuelta nuevamente, la contamos trasteando las monedas y los billetes. Extraemos un cigarrillo del paquete de tabaco, que viene boquilla hacia arriba, la tocamos con la misma mano que lleva media mañana tocando el dinero, que quién sabe por qué manos ha pasado, y nos fumamos placenteramente el cigarrillo. Vemos a un conocido y le saludamos, le damos un buen apretón de manos y nos transferimos el estado de ánimo junto con un buen número de patógenos que portamos en las manos.
Esa ha sido una secuencia habitual del día a día de cada uno de nosotros… ¡y no pasa nada!, no hay quien se pronuncie al respecto, las personas se confinan, pero los dineros no. Entras en un comercio, la gente procura separarse unas de otras, pero si alguien entró contagiado sin saberlo y esparció los bichos con alguna tos o estornudo, qué seguridad tenemos los que transitamos por las tiendas, y ¿qué ocurre con los productos que llevamos a casa? Si provienen de un comercio donde entra gente contagiada sin saberlo, asintomática, pero están propagando la infección, debo pensar que los productos pudieran estar infectados en mayor o menor grado, ¿cuán seguros podemos sentirnos? A pesar de todo esto que no hay quien lo controle, yo voy a volver a insistir con el invento del dinero y su situación privilegiada dentro de la sociedad. El dinero es el rey, es el foco de atención, es el centro de la diana para muchos, el único objetivo de sus vidas. Es una necesidad inventada para someter a la gente, es una conveniencia para diferenciarnos por clases y poder económico. Es la forma de hacer que en la vida de todos, la principal preocupación sea trabajar para ganar dinero, y así poder comer y vivir. Es un círculo vicioso del que no nos permiten salir.
El dinero ni se confina, ni se habla de su gravedad como agente transmisor y propagador de enfermedades, como facilitador de la pandemia que tenemos encima. El dinero genera enfermedad con el contacto directo, pero también lo hace indirectamente, es motivo de frustración intensa en la vida de muchas personas que se ven a sí misma como perdedoras, derrotadas, o incapaces de conseguir el suficiente dinero para vivir dignamente. Al dinero, que en sí no es nada, sino un trozo de papel de colores o un pedazo de metal con la cara del subvencionado, se le ha dado una trascendencia e importancia que supera la capacidad intelectual de cualquiera que no dejándose arrastrar por la marea, es capaz de extraer sus propias conclusiones, incluso de idear sistemas diferentes, sin dinero y mucho más humano.

martes, 28 de abril de 2020

EL AVAL DEL GOBIERNO

Las pymes y autónomos del sector cultural se podrán acoger a la ...

                                              Imagen: www.abc.es
El capitalismo se pronuncia y, una vez más, quiere el aval del Gobierno. En estos momentos críticos, económicamente hablando, para los pequeños empresarios, algunos empiezan a alzar la voz para que sea el Gobierno el garante de los créditos que las entidades bancarias concedan a aquellos. Una vez más preparan la trampa para que la banca, como en el juego, nunca pierda, vamos, que ni arriesgue siquiera. ¿Por qué el Gobierno ha de ser el avalista de todas las operaciones que se celebren entre particulares y sociedades capitalistas, como son los bancos? La banca, de nuevo, prepara una emboscada para poder salir de esta crisis echando la culpa a unos y otros, pero cobrando seguro del dinero de todos nosotros. ¡Ya está bien!, cuántas veces nos van a tomar el pelo, ¿no les bastó con la anterior crisis, en la que se la compusieron para ser los rescatados en lugar de la población pobre?
Si transformaran la sociedad, y nos convirtiéramos en esa sociedad por mí imaginada, que he esbozado en otras ocasiones, todo sería diferente, a nadie le costaría dinero ninguna crisis, ni trabajar, ni emplear, ni vivir…, todo, todo, se compensa con la colaboración con el sistema…, ya sé, según ustedes, comunista, aunque yo no menciono color alguno, sino un sentir humano que sea capaz de englobarnos a todos, de beneficiarnos a todos, y que verdaderamente no deje a nadie atrás. No como solemos escuchar de los actuales y los anteriores gobernantes. Ellos repiten que trabajan para que nadie se quede atrás, pero saben que los dejan a propósito, que su régimen, su sistema, sus leyes no protegen con eficacia a esos que van quedando marginados en esta sociedad capitalista y moderna.
El turismo empuja y todos los presidentes de Comunidades Autónomas ponen el grito en el cielo para que no se pierda la temporada de turismo. El negocio, el dinero, los empleos, el beneficio, seguir siendo los camareros del resto de Europa, les preocupa demasiado, tanto como para exponer la vida de los españoles o contagiar a los que vengan, o que ellos nos contagien, ¡qué más les da!, el dinero por delante. Yo les digo: ¡cambien de sistema!, ¡atrévanse, cobardes!, que son eso, unos cobardes sin piedad, pero con dinero, estamos en manos del capital dando forma a un sistema mal diseñado, al menos para los intereses de la ciudadanía corriente. El confinamiento se ha acabado, porque puede más el taco de billetes que la salud de la población y preservarnos de ser contagiados… ¡eso se ha finalizado!, veréis como en unos días, pongamos por ejemplo, un par de semanas, todo se convierte en fiesta en las calles, aglomeraciones de peatones, embotellamientos de coches, furgonetas y camiones. Las gentes que puedan y las vuelvan a admitir… a sus trabajos, y las que no al paro. El Congreso se volverá a poner hasta la bandera, así como los campos de fútbol, las terrazas de los bares, y volverán los ratones y las cucarachas a tener vida bajo las tarimas de los establecimientos a los que les falte un punto de limpieza. Volveremos a lo mismo de siempre, pero con una justificación imperturbable, que será esgrimida por todos los cargos… ¡la pandemia! Esa es la responsable de todo lo que ha sucedido y suceda.
¿A dónde iremos a parar con gente tan rígida, con sistemas tan fácticos y facciosos al mismo tiempo? Para mí setenta, para usted dos o nada… ¡depende!, depende de la moral del cargo, por lo general escasa. Aquí se hace lo que a mí me salga de mis santos c…, decretos van y decretos vienen. Lo hace el que está y lo hizo el anterior en la estafa y traición cometidas contra toda la población española. Un sistema sin dinero, donde todos trabajemos para el sistema, para la comunidad, para el interés general del pueblo, es la única forma de romper los esquemas macabros del capitalismo despiadado. Es la forma de que podamos vivir todos dignamente, de que todos tengamos cabida, de que se acabe la competencia y se inicie la colaboración, la cooperación, los avances y el progreso, porque no pierden el tiempo, sino que se apoyan todos en todos y el objetivo se alcanza con más facilidad, pues serán muchos más los que estén empujando en la misma dirección, no como ahora. ¿Hay algo más denigrante y descarado con significado de revanchismo y lucha por el poder?, que se puede apreciar desde el mismo momento en que se conocen los resultados de unas votaciones, uno es el ganador, el poder, los otros son la oposición, los que ponen palos en la rueda del carro, ¿por qué no son los que están ahí para ayudar a los primeros a conseguir el bienestar de la población. Ese sentido parece indigno de los políticos, ellos mismos cuando se mencionan a sí mismos, lo hacen diciendo: somos la oposición, somos el primer partido de la oposición… ¡esa es la mentalidad de la clase revanchista y política existente!, y lo peor de todo es que se sienten orgullosos de decirlo y serlo.

lunes, 27 de abril de 2020

ALEGRÍA, ALEGRÍA

Música desde los balcones y una propuesta de hacer palmas con ...

                                 Imagen: www.diariodeleon.es
                  EL DEL PISO DE ENFRENTE... ¡CONTENTÍSIMO!

Ayer domingo los niños pudieron salir de sus casas con ciertas restricciones dictadas por el Gobierno, supuestamente aconsejadas por los técnicos sanitarios, pero el resultado que pudimos ver en imágenes de los informativos de televisión es que muchos padres no estuvieron a la altura de las circunstancias, dejaban que los niños y ellos mismos se reunieran, sin respetar las distancias de seguridad, con otros niños u otros adultos. Al mismo tiempo, muchas imágenes, en grandes ciudades, nos dejaban bien claro que en ciertas calles, paseos o parques, se formaron auténticas aglomeraciones de personas que transitaban como antes de la crisis del coronavirus, así que no sabremos las consecuencias hasta dentro de un par de semanas. Pero si eso no ha sido suficiente, y como ya he dicho en escritos anteriores, la sociedad se ha puesto en modo efervescente, hablan de desconfinar a los adultos el próximo sábado, o sea, que a la vuelta de diez días estamos todos trabajando porque hay que producir y generar dinero, el fútbol aprieta, y las Comunidades Autónomas también con la explotación del turismo de cara al buen tiempo, verano, etc. Algunos ya han debido de haberse pronunciado, y por lo bajini, ha debido decir que ya está bien, que económicamente caemos en picado y que muera todo el que tenga que morir, pero que las empresas no pueden más y que los empresarios necesitan ganar dinero. Claro, y ante la incapacidad de pensar, quebrarse la cabeza e idear un sistema diferente, aunque pudiera parecer una locura, pues… ¡hala!, todos a mezclarnos, a arrebujarnos y que pase lo que tenga que pasar.
Para algunos ha debido ser muy duro lo del confinamiento, estoy seguro de ello, hay gente que vive todo el día en la calle, en los bares, de tertulia vecinal en tertulia, y esas personas encerradas con su familia, o con ellos mismos si es que viven solas, debe ser muy duro. Sin embargo, otros no se han privado de nada, aunque sea a costa de molestar a sus vecinos, una vida en los balcones con música incluida, en muchas ocasiones a plena voz, bien alto el volumen, haciendo participes a todos los que se alegraban del ritmo que se le ocurriera lanzar a los cuatro vientos, pero también metiendo los ruidos en las casas de aquellos que deseaban estar tranquilos, leyendo, escuchando la tele, viendo una peli o simplemente hablando con su compañero o pareja. Los animales han seguido manifestándose en la crisis, como no puede ser de otro modo, porque el que es animal e irrespetuoso con los demás, también lo sigue siendo en estos momentos, sobretodo, cuando se cree con un derecho que se auto asigna él mismo.
En unos días vamos a estar todos por las calles, como si aquí nada hubiera sucedido, a pesar de los miles de muertos que hemos sufrido. A pesar del tío de la música dando por el culo a la vecindad. A pesar de todos esos que no respetaron la orden de estar aislados y salieron cada día, sin motivo justificado, a hacer lo suyo, correr, montar en bici, en moto, en coche, ir a llevar la basura a cinco kilómetros de su casa, alquilar perros para poder salir a dar un paseo. A pesar de que la norma haya sido muy restrictiva para algunos y un cachondeo para otros. En ese punto, que cada uno se vea a sí mismo y se incluya en un bando u otro, su nivel de conciencia y responsabilidad es el que lo ha hecho ser de los que han respetado las normas, se han respetado a sí mismos y han respetado a los demás o, bien, fueron de los que ponían en peligro a los demás, bien porque pudieran estar infectados sin saberlo, bien porque al moverse de un lado por otro, podían llevar a sus casas lo que no tenían en ellas.
Así que esto toca a su fin de momento. Los de las cifras, si no las maquillan, ya nos dirán próximamente, si vamos para arriba de nuevo, o si esto se contiene y podemos seguir con la fiesta… ¡alegría, alegría!

sábado, 25 de abril de 2020

LA VACUNA TRUMP

Coronavirus: Trump buscaría que Estados Unidos tuviera acceso ...

                                         Imagen: www.economiahoy.mx
Un líder, de unos Estados tan influyentes e importantes en el mundo, no puede andar por ahí diciendo que la solución para combatir el coronavirus es inyectarse gel anti desinfectante… ¡a dónde vamos a llegar! Cuando ha sido criticado por toda la comunidad sanitaria, rectifica y argumenta que estaba hablando sarcásticamente.
Sin embargo, hay algo por ahí a lo que la misma comunidad sanitaria se niega siquiera a probar debido a la rigidez de las normas, que podría estar salvando vidas, al menos en mi opinión, y no que quiera dar falsas esperanzas o que pretenda hacer que algo sea llamado remedio milagroso, o cualquier otra sandez que se le pueda ocurrir a quien fuese. Hace tiempo vi algunos videos y leí algunos artículos, incluso algún libro sobre el uso terapéutico del dióxido de cloro, un producto que se emplea para potabilizar agua. Lo cierto es que lo he utilizado desde entonces en cuanto me he resfriado fuertemente y me ha bajado el constipado al pecho, también se lo he dado a mi perro y al gato, en cuanto se les soltaba el vientre, y lo que puedo decir es que todos sanábamos y que aquí estamos, o sea, que el dióxido de cloro nos ha ayudado a ponernos bien y no nos ha matado o provocado ninguna dolencia que pudiera ser considerada un efecto secundario.
No tengo interés alguno en este producto, no estoy relacionado ni directa ni indirectamente con su venta, producción, etc., pero quisiera añadir algo ahora que las noticias van llevando los inicios del coronavirus hasta enero o febrero. Recuerdo que por esas fechas, yo estaba en el instituto y varias personas comenzamos a experimentar lo que parecía un resfriado que atacaba al pecho, yo diría que con malaleche, y yo no lo dudé, me preparé mi botella de agua con varias gotas de dióxido de cloro y lo tomaba día y noche, al cabo de varios días aquello acabó, ¿era algo parecido al coronavirus?, no lo sé y quizás nunca se sepa.
Que ésta, que es mi experiencia personal, la quieren considerar las autoridades como feak news, por conveniencia, por miedo a experimentar, porque las autoridades se niegan a ponerlo a prueba y, tal vez, salvar vidas, y con esto no queriendo decir que no lo estén constantemente haciendo o tratando, pero que cuando hay gente utilizando este producto desde hace años y observando los resultados, por qué no son un poco más flexibles y cuando vean casos de esos que se les van los enfermos, no lo intentan, no lo prueban. Si con los más graves da resultado, supuestamente, imaginen lo que haría cuando se cogiera en fases más tempranas de la enfermedad.
Ahora es cuando llegamos al dilema << si uno está convencido de su uso y de sus efectos beneficiosos y lo publica, lo comparte, como experiencia personal>>, ¿es libertad de expresión, o no? Creo que lo es rotundamente, se pongan como quieran las autoridades, los políticos y todo el círculo de actores sociales. Ellos pensarán que no vale para nada, esa es su opinión, y ésta, su libertad de opinión, también esa postura puede privar a muchas personas de tener un posible remedio, y que no digan que lo hacen por el bien del colectivo, porque entonces habría que cuestionar su apoyo a que se venda tabaco o alcohol, que tanto daño hacen. Hay cantidad de enfermedades provocadas por el tabaquismo y el alcohol. Se produce un gasto enorme en sanidad para combatir los daños colaterales inducidos por aquellos. Sin embargo, ahí están en establecimientos abiertos al público para que puedan continuar consumiendo auténticos venenos.

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

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Mis tres primeros libros

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SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

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CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

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