Antes de levantar. como de costumbre, escucho un rato la radio, una doctora explicaba que cada día había más casos de alergia alimentaria, sobre todo en edades más tempranas, y citaba como la causa la manipulación genética de las semillas, por ejemplo del trigo, o los procesos cada vez más complejos de elaboración de los alimentos. Solo esos dos apartados nos da para pensar, con la manipulación genética se persigue una mayor producción, una mayor adaptación de las plantas a las condiciones adversas, climáticas, contra los insectos invasores, etc. Todo ello parece adecuado para tener mayor producción en los campos sean cuales sean las condiciones adversas externas, pero indica que no se ha parado lo suficiente a investigar en las repercusiones o rechazos que puedan producir en el organismo de la gente. Y sobre lo segundo que me dio tiempo a oír, hay mucho que decir, no hay más que leer las etiquetas de todo lo que haya sido envasado o procesado, los aditivos, saborizantes, colorantes, acidulantes, azucares, todos los E del mundo, sustitutos de tal o cual sustancias naturales, sulfitos que lo lleva casi todo lo procesado; de nuevo todo se añade para engañar la vista, el olfato y el gusto, para invitarnos a comer algo que de otro modo nunca consumiríamos, y por encima de todo ello está el negocio, que los productos se vendan en cantidades industriales, nunca mejor dicho. Si no se añadiera esa cantidad de conservantes y sustancias que no conocemos, pero que tienen el mismo propósito, se tendrían que consumir días después de fabricarse y sin perder la cadena del frío, pues de lo contrario mostrarían un aspecto que nos echaría para atrás porque en resumen estarían descomponiéndose, como parte natural del proceso de la muerte y eliminación. Es que casi todo lo que se vende es como yo digo: "bicho muerto", ¿Qué esperamos, que se conserve por sí solo?, pues no, la carne se empieza a deteriorar desde el mismo momento que se ha muerto el animal, bueno, desde que ha sido asesinado, porque es lo que hacen, llamemos a todo por su nombre, dejemos de disfrazar los actos crueles que cometemos con los inocentes animales, ¿Quién nos autorizó a abusar de ellos, quién nos concedió sus vidas? Una energía de vida igual que la nuestra, que se las arrebatamos en un acto de superioridad injustificable. Somos seres inteligentes según dicen, pero dañinos al mismo tiempo, jodemos al vecino, explotamos al que podemos, matamos, robamos, asesinamos, hacemos genocidios llamados guerras, echamos a la gente de sus casas, subimos los precios hasta empobrecer a una buena capa de la población mundial. Dejamos que una buena parte de la humanidad sufra, no tenga qué comer y muera, no tenga qué beber y enferme o muera. Hemos olvidado al otro, nos ha dejado de importar lo que le suceda, y el otro es lo mismo que nosotros, solo la energía de vida que todos somos, es así en el fondo y no podemos desvincularnos por mucho lujo del que nos rodeemos, y por mucho que pretendamos mirar hacia otro lado. Deseamos todo lo mejor por los nuestros, de nuevo ignoramos a los demás, para los que deberíamos desear lo mismo que deseamos para nosotros o nuestras familias. Tenemos el deber de luchar juntos por el bien común, por la humanidad. Debemos ser capaces de llegar a amar al conjunto de los seres humanos, y es ahí, en este punto, donde volvemos a enlazar con el tema de las alergias, buscaríamos la forma de hacer las cosas que no tuvieran repercusión para los demás, sencillamente, porque nos importan.
Sigo pensando que hay que investigar mucho más para encontrar la forma de alimentarnos sin quitar la vida a los seres vivos. No soy contrario a una alimentación mediante una pastilla que se hubiera comprobado vamos a recibir todos los nutrientes necesarios, sin enfermar, así se evitará los millones de asesinatos que cada día se cometen impunemente. Quizás pudiéramos alimentarnos de frutas y frutos secos, después de todo, si no se recolectan terminan cayendo al suelo, el árbol o las plantas se desprende de ellos, tendrían que decir algo al respecto los nutricionistas, los expertos en alimentación y los médicos. Son las autoridades las que debieran dejarse de recibir comisiones y favores de la empresa alimentaria y regular el uso de semillas o aditivos que produzcan daños o enfermedades en las personas. Sin unión de la población, lo tenemos todo perdido.
Seguiremos...
