martes, 29 de enero de 2019

¿QUÉ SERÍA DE VENEZUELA SIN PETROLEO?

                      EL PRESIDENTE BAILA MIENTRAS EL PUEBLO MUERE DE HAMBRE

Si Venezuela no tuviera las reservas de petróleo que tiene bajo su suelo, ¿qué sería de ella, ¿quién hablaría de ella? Ni a EEUU ni a Rusia le importa nada, o casi nada, la pobreza que está padeciendo el pueblo venezolano, la ridícula y vergonzosa imagen de los supermercados sin productos en sus estanterías, la gente pasando hambre mientras su presidente se dedica a organizar pachanguitas musicales para marcarse unos bailes con su esposa, ¿qué locura es ésta? Me avergüenza lo que sucede allí, me compadezco de esas personas que no tienen para comer en un país con recursos suficientes como para ser una de las grandes potencias del mundo.
Es evidente que a EEUU o Rusia no les importa la gente del pueblo venezolano, a ellos les importa el petróleo de Venezuela, negociarlo, transformarlo y llevarse una buena parte de él por la cara. A ellos les interesa esquilmar a otros países, que es en lo que basan buena parte de su economía… el pez grande se come al chico, y ellos lo representan a las mil maravillas. Son depredadores mundiales, ayudan a destruir países para ofrecerse a reconstruirlo, bombardean sin pudor alguno a civiles inocentes, destruyen hospitales con la excusa de que allí se esconden terroristas. Inventan guerras, las promueven, las alimentan, para que se produzcan abultadas ventas de armamento.
Es imposible que estén preocupados por la situación democrática o económica de Venezuela, porque el Planeta tiene muchos países gobernados por dictadores que tienen a sus pueblos sumidos en la miseria, muertos de hambre y, ni Trump ni Putin, mueven un dedo para intervenir en esos países y liberar a sus habitantes de la condena en vida que les ha tocado vivir por la acción inhumana de sus gobernantes. No mueven un dedo porque no tienen algo que a ellos les interese, de lo contrario ya estarían interviniendo, invadiendo e inventando una excusa, la excusa perfecta para crear un conflicto que les diera pie al saqueo de recursos.
Les llaman grandes potencias, pero yo me pregunto: ¿grandes potencias de qué, del terror? Tener a todo el Planeta siempre pendiente de si estos desalmados van a enfrentarse con sus misiles de los que siempre están diciendo que son más veloces que los del contrario, o de si son capaces de destruir a los del contrario en vuelo, o de si los mío tienen más alcance que los tuyos, etc., a nosotros, al resto de la población mundial no nos da ninguna tranquilidad sino todo lo contrario. Por no hablar de los famosos botones rojos, que algún chiflado de estos le dé por iniciar el fin de toda la existencia en la Tierra, nos pone los vellos de punta solo con pensarlo. Además, vemos a Trump, con su soberbia, cómo da la mano a sus homólogos, cómo tira de ellos, cómo les empuja cuando llega para hacerse de un sitio en la foto, cómo se hace ver y notar, evidenciando su complejo de inferioridad, mostrando la prepotencia de un niño mal criado que lo ha tenido todo, que se lo han dado todo, por lo que no ha tenido que pelear, que no sabe lo que es el sacrificio… todo eso manifiestan sus gestos en público, y, les digo de verdad, que el botón rojo esté bajo su potestad, me da pánico.
Si Venezuela ha sido una de las más poderosas reservas de crudo y está como está, no es que se tenga que ir Maduro sino que se debe perseguir y condenar a todos los presidentes que haya tenido Venezuela, porque acertamos diciendo que todos les han robado y traicionado. Lo podemos afirmar sin duda a equivocarnos, porque no se puede ser tan pobre siendo tan rico, teniendo tan codiciado recurso natural bajo los pies. El país ha sido mal gestionado, seguro que todos los Presidentes o sus familias son ricos, ¿alguien les ha auditado, alguien les ha pedido que rindan cuentas, alguien les ha condenado?

domingo, 27 de enero de 2019

BORRACHERA DE PODER

                                                      Imagen: www.elpais.com
                             SE APUNTAN CON MISILES... ¡QUÉ FELICES SON!

Todos los que tienen alguna clase de poder y controlan a un grupo social, a una región, o a un país, hacen cuanto pueden por no ser sustituidos. Si son los que mejores ideas y más aportan a la sociedad o al país, bien merecido lo tienen, que continúen, pero, desgraciadamente, no es así, nos dirige la mediocridad en la mayoría de los casos. En este Planeta se han constituido cantidad de fuerzas de intereses contrarios, que mantiendo un peligroso equilibrio, amenaza con originar una tercera guerra mundial, incluso, la destrucción del suelo que nos soporta a todos. Cada potencia mundial ha tratado de elegir localizaciones estratégicas para ubicar bases militares con misiles de largo alcance, apuntando a sus potenciales enemigos económicos. Porque, al fin y al cabo, las diferencias que más peso tienen son las económicas… esas son las que más les duelen a los unos y a los otros, sencillamente, han perdido la cabeza.
Al tiempo que esto sucede, todos se reúnen hipócritamente en cumbres internacionales, todos almuerzan juntos, todos estrechan la mano mientras con la otra sostienen un cuchillo de monte dispuesto a rajarle. En un mismo país, vemos el odio descalificador que en forma de fuego arrojan unos políticos contra otros, con la única intensión de que parte de la población arremeta contra otra parte y, posteriormente, les beneficie con su voto… ¿nos hemos vuelto locos?
De ambientes de este tipo es imposible que surja nada bueno, no puede haber bienestar ni progreso, aunque lo nombran tanto para regalarnos los oídos. Ninguno de los que hay se ha enterado que el avance solo se consigue colaborando, arrimando el hombro, ayudando a construir, dejando la negatividad y los enfrentamientos. Ninguno en todo el mundo, este mal no es exclusivo de España, es una epidemia egoísta extendida por todo el Planeta. Hay demasiados intereses monetarios que les obligan a dirigir a la gente hacia donde importa al dinero y la riqueza, no hacia donde haga más falta o sea mejor para la ciudadanía. Esto todos lo sabemos, no digo nada nuevo, pero nadie hace nada, es lo que condeno y contra lo que me expreso… es contra lo que grito, contra todos esos desaprensivos que se otorgan el poder con ayuda de la población, manipulando mentes, votos y leyes.
Cuando se hacen de las posiciones privilegiadas dejan de mirar a la gente, entran en el carrusel de la opulencia, saltan como electrones a una nueva órbita que se aleja de las personas. Empequeñecemos para ellos, nos diezma la perspectiva, no pertenecemos al marco en el que se mueven y se dedican a beneficiar a los que están a su nivel, no de calidad humana, se entiende. No se es presidente de nada cuando se viaja constantemente mientras se tiene el país con cientos de problemas sin resolver y la gente padeciendo situaciones de pobreza, desempleo, desahucios, etc. Me daría vergüenza pertenecer a un Gobierno que a espaldas de la ciudadanía se ve obligado, por las fuerzas monetarias, a hacer aquello que perjudica a la gente. Me daría vergüenza prometer cosas a la ciudadanía para, sencillamente, engañarla e incumplir todo lo ofrecido. Me daría vergüenza llegar a ostentar cualquier cargo que me hiciera sentir diferente al resto de mis vecinos. No soportaría tener que cumplir con unas obligaciones que no sean, estrictamente, las de arreglar los problemas que sufre la gente. La satisfacción de ayudar, de colaborar, de cooperar para que todo el mundo pueda vivir de un modo parecido y de la mejor manera posible… debe ser infinita y plena.
No entiendo tanta rivalidad en todos los campos de esta existencia, tanta competitividad como a algunos les gusta, modernamente, llamarle. Estamos aquí para compartir conocimientos, habilidades, para amarse uno mismo y a los demás… para ser felices, y nos dedicamos a complicarnos la vida… ¡no lo entiendo!
¿No podemos vivir sin hacernos daño?, ¿debemos ser depredadores como los animales salvajes?, ¿para qué nos sirven nuestra inteligencia y la conciencia? Tenemos en nuestras manos la oportunidad de hacer de este mundo, un mundo fantástico. En primer lugar, aceptando lo que somos, lo que tenemos, cómo vivimos; a partir de ahí, descargándonos de complejos, de miedos y de pensamientos negativos, abrirnos a los demás, así todos, hasta alcanzar la unidad, la unión entre todos. Dejar caer la agresividad hacia el otro, los rencores, los odios, los miedos y comenzar a compartir riqueza, conocimiento, poner en común ideas para progresar en todos los campos, esto no es difícil, es cuestión de actitud, es algo que puede suceder de inmediato cuando todos tomemos conciencia de la humanidad que componemos y las posibilidades que tenemos.

sábado, 26 de enero de 2019

HA APARECIDO EL CUERPO DEL NIÑO

                                                 Imagen: www.el confidencial.com

Han pasado doce días terribles, y el desenlace es el que por sentido común la cabeza nos advertía: el niño, Julen, ha aparecido sin vida. No era lo deseado para nadie, pero las circunstancias mandan, el rescate ha sido laborioso, han surgido muchos imprevistos a pesar de haber contado con un gran equipo humano y técnico que ha trabajado sin cesar. No obstante, desconocíamos los daños que esa criatura pudo sufrir en la caída, a lo que hay que sumar doce días sin comer y sin beber… era poco probable un final diferente. Una vez más, la desgracia ha tocado a las puertas de esa familia de Totalán, que como saben tuvo que enterrar a otro hijo cuando tenía tres añitos.
La vida ha veces tiene estas secuencias incomprensibles y dolorosas, es por ello que, para no darle facilidades deberíamos ser lo más impecables que nos sea posible. Aplicado lo dicho a los hechos sucedidos, el pozo debería haberse realizado con conocimiento de las autoridades, en primer lugar. Después, una vez visto lo infructuoso de los resultados, no haber conseguido hallar agua, que se hubiera tapado de nuevo; es lo que corresponde, pues ni se debe dejar la Tierra como un colador, llena de agujeros y, mucho menos, dejar el pozo abierto o mal cubierto, porque el peligro ya lo hemos vivido todos, puesto que todos hemos seguido las noticias lamentables, días tras días.
Por qué suceden estas cosas habría que preguntarse. Creo que es el resultado de la irresponsabilidad de una buena parte de la población, y de ciertos individuos en particular. El dinero tiene una gran parte de la culpa junto a la educación y los principios. Hay una gran cantidad de personas que todo lo traducen en euros, en este caso, el pocero hubiera tenido que emplear algunas horas en verter la tierra extraída en el agujero perforado, y esas son horas de trabajo del operario suyo, son mayores costes de combustible, mayor desgaste de las máquinas empleadas, etc., y eso se antepone, como hemos visto, a la más que probable pérdida de la vida de una persona, una rotura de pierna de un adulto, o cualquier otra desgracia.
Este ha sido un caso, pero puede haber más en el futuro, porque como nos hemos podido ir enterando en estos días, pozos en parecidas circunstancias hay cientos por muy variados parajes de nuestra geografía. Tenemos el Seprona, cuyas vías de actuación son los caminos, los lugares rurales, etc., estoy seguro que con las debidas órdenes podían hacer mucho más, sobre todo, bien respaldados por una justicia sin resquicios. No podemos seguir sin atender las leyes, haciendo cada cual lo que le venga en ganas y, mucho menos, poniendo en peligro la vida de los demás. Las leyes se deben aplicar con mayor severidad y los castigos deben ser más abultados y temidos; a ver si de esa manera los infractores se cortan un poco, empleando un giro coloquial. Ya que no obedecen por aceptación de las obligaciones propias de convivir en sociedad, que lo hagan por respeto a la ley, por miedo a las sentencias que les puedan caer encima.

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