sábado, 30 de septiembre de 2017

ESPAÑA NO ILUSIONA

                                             Nivel de ilusión de los españoles


Yo no digo que me sienta independentista, jamás me lo he cuestionado, aunque sí sé que lo que hay no me gusta, como han gobernado España no lo quiero, y que si siguen actores políticos protagonizando una mala serie cinematográfica como la que se viene rodando, por supuesto que quiero independizarme de ellos, del sistema que alimentan, de sus normas o leyes que nos empobrecen, etc. O cambian mucho los políticos, sobretodo, los que gobiernan o aquí se va a querer independizar hasta el Tato.
La visión de España es diferente de una parte del territorio a otro, las hay: muy sentidas, muy patriotas, menos patriotas, nada patriotas. Algunas regiones soportan la unión porque son constantemente compradas con mejoras económicas para sus territorios (las zanahorias de Montoro). La catalana, por ejemplo, ya ha explotado, no aguanta más, no encuentra aliciente en seguir contribuyendo al proyecto español, no le ilusiona España. Así nos sentimos muchos españoles que no somos, precisamente, catalanes. Creemos que España no avanza en lo importante por falta de visión de sus gobernantes, que se emplean a fondo en los negocios resultantes de su función pública, cayendo en olvido sus obligaciones como cargo público. Y no solo eso, sino que empeoran la situación general de la ciudadanía. Se han cargado el bienestar social con los recortes, las bajadas de salario, el cierre empresarial cuando las entidades bancarias cortaron el grifo de los créditos a las empresas, la temporalidad y la precariedad del sector laboral. El saqueo continuado a las arcas públicas hasta dejar el país endeudado por encima del 100% del PIB y la hucha de pensiones vacía. Han creado mucha incertidumbre e inestabilidad, a pesar de proclamar que España crece por encima de la media de la UE. Han regalado nuestro dinero a los bancos con el pretexto de no dejar caer a esas empresas privadas que siempre han ganado muchos miles de millones de euros que no han repartido con nadie. Y por último, recortes en todas las áreas de los servicios públicos, comprenderán que esta España no ilusione a nadie, excepto a los que se están enriqueciendo de esta deplorable situación.
Con ese proyecto de España se quieren ir los catalanes, los vascos, los gallegos, y ya veremos quienes se ponen a la cola. Cuando escuchas a los que defienden a nuestros políticos, los de los medios de comunicación, generalmente untados por el partido del Gobierno o por el mismo Gobierno, siempre están remarcando que son gente preparadísima, con una o varias carreras universitarias y unas oposiciones dificilísimas, que habría que indagar cómo la consiguieron… perdonen, pero después de ver como se enchufan entre sí los de cierta clase social… tengo mis dudas. A lo que iba, no comprendo cómo esta gente preparadísima es tan sumamente pobre en ideas, al punto de no saber proyectar un país más productivo que eleve el nivel de bienestar y haga posible un mejor reparto de la riqueza. A cualquier persona de este país se le pueden ocurrir ideas geniales de qué hacer y cómo hacerlo para conseguir un grado de progreso impensable por esos “cerebritos” que gobiernan… bueno, que ocupan un cargo en el Gobierno, mejor dicho. Gobernar es algo diferente a lo que hacen: corromperse, vivir de comisiones, mover dinero negro, financiarse ilegalmente, beneficiar a los de su clase y amigos con amnistías anti constitucionales, traicionar al pueblo, robarles y empobrecerlo. Gobernar es algo bien diferente… ¿no se va a fomentar el sentimiento de independencia y alejamiento? La decencia, la honestidad, la verdad y la humanidad son cualidades necesarias para gobernar bien, y una buena parte de los que gobiernan carecen de ellas.

RECTA FINAL EN CATALUÑA

                                               Imagen: mundo.sputniknews.com


Estamos en las últimas horas, en la recta final de la pelea referéndum sí, referéndum no. La colisión de trenes es inevitable, salvo que alguno de ellos descarrile imprevisiblemente. Uno ha venido mostrando la fuerza de los cuerpos de seguridad, el otro ha ido mostrando que tiene papeletas, llaves para abrir los colegios y urnas de plástico. Ya solo queda un día para que los que quieran y puedan vayan a votar. Supongo que serán votaciones interrumpidas, se presentarán los policías, requisarán urnas y listados del censo, expulsarán a la gente de los centros en donde se estaba llevando las votaciones y, si tienen nuevos listados, tratarán de seguir votando, pero como se entiende ya con lo expuesto, el recuento nunca se podrá ajustar a lo que decidan los catalanes, a esto es lo que se debió referir Rajoy cuando decía que no habrá referéndum.
Uno y otro se darán cuenta que por la fuerza no se va a ningún lado, por eso dijo Puigdemont que declarará la independencia unilateralmente, porque no les quedará otra forma de proseguir la hoja de ruta hacia tal fin. Nos queda un domingo apasionante del que solo queda esperar que no haya incidentes que tengamos que lamentar por la tozudez de unos y otros. Votar es un derecho, pero la Constitución se queda ahí bastante corta, solo recoge ese derecho cada cuatro años en las elecciones de rigor o cuando se convoquen por necesidades del guión. No da la opción de hacer un referéndum y, menos, de autodeterminación. Todo eso habría que plantearlo en el Congreso y entre todos se debería de pactar, pero para ello hay que darle un puntapiés a la España única e indivisible, a lo que muchos no están dispuestos. He escuchado a algunas personas sobre el tema, dicen no estar dispuestas a que los catalanes se queden con un trozo de España y proponen que se vayan del territorio español y comiencen como república independiente o como quieran constituirse, que así sí lo aceptarían. Esos mismos, por lo general y por esa razón del territorio, son los que dicen que ellos también quieren votar, que todos los españoles deberíamos votar si quisiéramos que Cataluña se independizara.
Yo, particularmente, estoy contento de que se le plante cara al poder establecido, sobretodo, cuando no escucha y cuando en lugar de dialogar salidas razonadas poniendo cada cual de sí todo cuanto puedan, se enroca y echa mano de la justicia, a la que está acostumbrado a manejar a su gusto, y a los cuerpos de seguridad, también a su servicio, para amedrentar a una población que no acata unas leyes que no han sido modificadas para dar cabida a algo que vienen pidiendo desde hace años. Como contestación no es suficiente que otras muchas democracias no contemplan la independencia de parte de su población. Cada país tiene su idiosincrasia, sus demandas, y la obligación de sus políticos, si estamos en una verdadera democracia, es dar cabida a esas demandas de la población, adecuando las leyes y procurando la felicidad y el bienestar de la gente… eso les va en el sueldo, aunque muchos todavía no se han enterado. Sin embargo, no se les paga para enriquecerse a nuestra costa y corromperse, y lo hacen divinamente, para apropiarse de lo ajeno son muy listos… algo que se sepa no está contemplado en la Constitución. O sea, que todos los gobiernos que hemos tenido se saltan la Constitución cuando les da la gana, para lo que a ellos les interesa. He ahí su carácter constitucional falso, el que tanto restriegan al resto de los españoles.

viernes, 29 de septiembre de 2017

OTRA REFLEXIÓN MÁS SOBRE LA SITUACIÓN EN CATALUÑA

                                                                Imagen: elpais.com


¿Qué tiene que ver que en el resto de España, en estos momentos, algunos muestren su sentimiento patriótico en juras de banderas o colgando la enseña en balcones?, ¿por qué, justo ahora, animan ciertos políticos, generalmente del PP, a hacerlo?, ¿qué tiene que ver esto con lo que siente una buena parte de la ciudadanía catalana?, ¿cómo creen esos políticos que podrán solucionar el problema con actos como los que promueven, en lugar de hacer política y dialogar? En estos momentos de conflicto, en mi opinión, el orgullo del Presidente Rajoy, tratando de amedrentar a la población catalana, sobretodo, a los que tienen ese sentimiento de independizarse, está agravando la situación. No se puede suplantar el dialogo por la presión judicial y policial, porque el resultado es más gente molesta que se desplaza hacia la exigencia de querer votar. Puedo estar en un error, pero creo que está sucediendo así.
La movilización policial, la intervención e intromisión de esta y del Gobierno central, los registros, la incautación de ordenadores, impresoras, papeletas, publicidad, etc., es una actuación legal por el estricto seguimiento de la ley, pero quizá no es legítimo, no se corresponde con lo que un pueblo desea o quiere. Las leyes no dan cabida a lo que el pueblo catalán desea, porque hay un Gobierno frentista interesado en no modificar las leyes más que para lo que le conviene a él. Al mismo tiempo, se ha puesto duro en este asunto, exigiendo que se cumpla rigurosamente la ley, cuando él ha estado en muchas ocasiones fuera de ella, como sabemos todos los españoles y españolas. Estas no son las formas, la represión no es el camino para solucionar un problema que todos dicen es político. Las leyes se han de adaptar a los intereses de la ciudadanía y no al contrario. La democracia consiste en respetar y hacer posible lo que pide el pueblo, sobretodo, cuando lo pide una gran cantidad de personas como sucede en Cataluña. No digo que sean la mayoría, pero las calles están abarrotadas de personas pidiendo votar el próximo domingo. ¿No hubiera sido mejor para todos, y nos evitamos cantidad de follones, los que hay y los que están por venir, dejar que se celebre un referéndum con todas las garantías legales? Cataluña, después de esto, es difícilmente recuperable, cada día habrá más gente que rechace al Gobierno central español y sus leyes. Cada día serán más los que quieran alejarse de España o independizarse de ella. Estamos abocados a esto, porque como sabemos el País Vasco está a verlas venir y apuntado a la cola de la independencia. Galicia suena como otra candidata y ya veremos quienes les siguen. Hay que ajustar la Constitución para ser otra cosa, no la unidad territorial indivisible que se acordó en el 78, ahora hay pueblos con otro sentir y no se les puede ignorar, ¿acaso se les va a doblegar por la fuerza de las armas en pleno siglo XXI, vamos a volver a las guerritas? Ese no es el camino, ni en eso pueden caer las personas civilizadas, por eso las cosas se tienen que negociar y hablar. Pero qué sucede si una de las partes se niega en rotundo a ceder, pues que si el deseo de la otra persiste, no tiene más remedio que desobedecer para llegar a ser lo quiere ser.

jueves, 28 de septiembre de 2017

LA POLÍTICA, UNA HERRAMIENTA FUNDAMENTAL




La política que es una herramienta fundamental para hacer la vida mejor a la gente, para dialogar y ponerse de acuerdo en la forma de actuar para conseguirlo. Sin embargo, se ha convertido en un medio de poder para manipular desde la cima de la pirámide, que representa a toda la sociedad, al conjunto de personas que están por debajo. Me da pena que estén desaprovechando este medio de dialogo y discusión constructivo, para convertirlo en una arma arrojadiza contra los que piensan de un modo diferente, en una lucha de poderes, colores y siglas, en un pensar más cada cual en sus partidos que en los problemas de la gente y en la búsqueda de las posibles soluciones.
En política habría que partir de lo que consiguió el antecesor y, al marchar de la misma, dejar el nivel social, económico, industrial, educativo, laboral, etc., en una posición más alta, más desarrollada, más próspera y que alcance a todos. No hay más por lo que trabajar en política, sin embargo nuestros políticos se meten en el barro o, peor aún, en el cieno. Vienen a la política con un proyecto mental y de partido de perpetuarse en el poder y para ello deben contentar a la clase social que les votan, les benefician a ellos, se corrompen por ellos, para sus partidos y para llenar sus bolsillos. Desatienden a la ciudadanía, no legislan para mejorar el bienestar general sino el de un sector de la sociedad, aumentando la brecha social entre ricos y pobres, por lo general dando poder a empresarios, banqueros e iglesia, que de algún modo influyen directamente en las medidas del gobierno de turno. Obligan a la justicia a que acate sus órdenes o mueven a jueces y fiscales, a los mismos que les dan los puestos a dedo, por tanto, están a su servicio; lo que repercute en que existan varias justicias: la de los ricos, la del resto de la población y una que le asegura un buen grado de impunidad a los políticos.
Esto que vamos redactando, ni es justicia, ni es un proyecto de país, ni es política y, tampoco, se puede llamar democracia. Al final, siempre el gobierno sale con las suyas, hace las leyes y aprueba las que les conviene a sus propósitos… no van a tirar piedras sobre su tejado. No digamos, si tiene mayoría absoluta, en esas circunstancias se convierte en una dictadura con piel de democracia. Este es el engaño que tenemos, esta es la política que hacen en España, bueno, un resumen de lo que acontece con los que dicen nos representan, pero que solo se representan a sí mismos y a sus partidos, todo el día están preocupados por su financiación y por insultar al de enfrente, descalificarle, etc., pero dónde están las propuestas para resolver los problemas de la población española. Tengo mucha edad y todavía ningún político ha esbozado un plan para acabar con el desempleo. Cito esto por ser algo esencial, básico, para que todas las familias puedan vivir, no me refiero a tener lujos, vacaciones o comprar cosas innecesarias. Los políticos en lugar de esto, están en campaña electoral perpetuamente, solo lanzan frases que suenan bien pero no dicen cómo lo van a hacer o qué van a hacer, generalizan bien pero no particularizan, si no es para echar flores a sus partidos… los demás son muy malos. Mientras los políticos sigan cobrando y perdiendo el tiempo, pasarán los días y los años y, seguirán deteriorando la calidad de vida de los españoles, claro, de algunos, por ejemplo: la clase media se la han cargado en esta estafa de crisis. No es nada difícil, para mi mente no lo es, hay que ir a lo fundamental, a lo prioritario para la gente, hay que sumar siempre y no robar o mal emplear ni un euro público. El objetivo y el centro de todo, la razón del trabajo del político, han de ser los ciudadanos y ciudadanas de este país, sus situaciones y sus problemas, y hacer todo lo posible por revertirlos. Habrá una gran cantidad de políticos que no se verán reflejados en estas líneas, ellos sabrán por qué entraron en política.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

EL PROBLEMA CATALÁN DESDE OTRA PERSPECTIVA

                                                        Imagen: www.lavanguardia.com


La guerra sigue, no hay disparos, no se secuestra a nadie, nadie desaparece, no amanecen cadáveres junto a las tapias de los cementerios ni en las cunetas, pero la guerra psicológica continúa. Invasión por tierra, mar y aire, no dejan de llegar a Cataluña mandos policiales, agentes y se sigue la hoja de ruta de la persecución de papeletas, listas del censo, colegios, llaves, personas, políticos, urnas, carteles, webs, cartas, etc. Cataluña, para el Estado es territorio comanche.
Creo que el resto de España ha quedado bajo mínimos, en cuanto a seguridad y protección se refiere, porque el Gobierno español necesita amedrentar a la población catalana. A pesar de ello, por las imágenes que nos entregan los medios, cada día más personas desean votar y, de esas personas que quieren ejercer ese derecho, cada día, gracias a la contumaz actitud del Gobierno español en demostrar por la fuerza que solo ellos se pueden saltar la ley, hay más independentistas y simpatizantes de los independentistas, dentro y fuera de Cataluña.
En un Estado de Derecho nadie se debe saltar las leyes, pero cuando las leyes no permiten lo que los pueblos quieren, hay que modificar las leyes, porque la soberanía que algunos se empeñan en adjudicársela al territorio, es de los españoles, de la gente, y es esta la que debe ostentar el poder. Esto es algo que no digieren los políticos, porque sería despojarles a ellos del cetro. Voy a repetir una vez más mi pensamiento al respecto: los políticos son nuestros empleados, somos nosotros los que pagamos sus salarios, y el sentido de la política es que pongan en marcha los mecanismos para que aquí, en España, se haga lo que deseen los españoles. Sin embargo, ellos están acostumbrados a ser y comportarse como si fueran los dueños del cortijo, hacen y deshacen como se les antoja, dan nuestros dineros a quienes quieren, nos roban en nuestra cara, hacen negocio de la política, se corrompen y se enriquecen, saltan de cargos en cargos que se los dan entre ellos a dedo, se premian entre sí los años de servicios al partido cuando son imputados en asuntos nada transparentes y delictivos. Si ahora hay un pueblo que lleva siete años diciendo al Gobierno central que desea manifestarse y decidir su futuro, nuestros empleados deberían poner en marcha los mecanismos adecuados para hacer posible lo que ese pueblo pide. ¿Qué democracia es la que tenemos, donde es el político el que ordena y manda, teniendo miedo a que la gente se manifieste en las urnas? Por si fuera poco, organizan una concentración de policías y guardias civiles en Cataluña, que acongoja a toda la población española, ya solo falta que mande a los militares… ¿estamos en guerra o qué?
De la forma que muchas ciudades han despedido a las fuerzas de seguridad, vitoreando y cantando: “A por ellos”… ¡es una vergüenza! y una insensatez, parecía la España fascista, banderas en mano y saludos con el brazo en alto deseando que matasen a los “rojos”. Hemos visto que cualquier acto político es suficiente para que algunos desentierren el hacha de guerra y vivan el momento como si esos hombres se dirigieran al frente para luchar contra los enemigos. Esta agitación no es buena sino trágica y lamentable. Todos somos humanos, ¿de qué se quejan cuando golpea el terrorismo?, esto a lo que incitan puede resultar algo parecido. Son personas que creen que pueden vivir mejor autogobernándose y no bajo la imposición del Gobierno central de España, ¿por qué no es válida la experiencia?, ya sé, porque la Constitución del 78 la prohíbe, un trozo de papel hace imposible que la gente viva como quiera hacerlo, dentro de un orden. Solo quieren apartarse, no nos están atacando ni lanzando misiles, en lugar de perder tantos recursos en el montaje que se está realizando, hagan de España o, mejor dicho, del resto de España, un país industrializado y rico, lo bastante atractivo como para que ninguna otra Comunidad quiera independizarse, e incluso Cataluña quiera volver en el caso de que se consumara la independencia. Pero para eso hay que trabajar y no robar, para que tengamos suficiente dinero para invertir en modernizar el país e industrializarlo, y ustedes viven de reuniones, fotos, comisiones, mentiras, glamour y otras tonterías que a la ciudadanía no les reporta nada.
Señores del Gobierno no tengan tanto miedo, dejen de dividir España entre buenos y malos y trabajen por conseguir un país próspero, dejando de traicionar a la ciudadanía española.

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