LOS ACREEDORES DE LA DEUDA, TEMEN

La crisis, la deuda de los países o el juego de monopoly de las entidades bancarias de la zona euro. Los bancos de Alemania, Francia y España, principalmente, juegan una partida  al antedicho juego, para ver quiénes de esas entidades se llevan más millones de euros de beneficios por intereses de los dineros prestados para, supuestamente, rescatar o ayudar a que salgan a flote, los países más afectados por la estafa llamada “Crisis”.

Los bancos están haciendo su especial Agosto, prestando dinero a los gobiernos, endeudando a los ciudadanos, ajenos a la generación de las situaciones inducidas por los poderes monetarios y por las que tendrán que responder con la perdida de sus empleos, de sus casas y de todos los derechos de bienestar conseguidos durante los 50 últimos años de historia.

Curiosamente España o los bancos españoles no conceden créditos a los ciudadanos ni a las empresas desde hace unos años, pero si les prestan a los países que han ayudado a que se hundan. Es un negocio rentable, saben que van a cobrar por los compromisos de los gobiernos de cada uno de esos países y con unos intereses significativos. Es por eso, que cuando un país como es Grecia, va a  convocar elecciones y tiene todas las de ganar una formación política, como es Syriza, de izquierdas, que tiene como primera intención reestructurar la deuda, negociarla y pagar lo que creen es oportuno o justo pagar; sus acreedores se echan a temblar, ven peligrar el resultado de su juego, empiezan a  comprender que el resultado de la partida no será el que ellos habían previsto.

Justo en ese momento, comienzan las amenazas de los países acreedores, que salen en defensa de sus banqueros, con los que conniven habitualmente, los que les han condonado tantas y tantas deudas, y lo hacen para asustar a la población y que no voten aquello que no les convienen a sus bancos, aunque sea lo más saludable para la población hundida por la estafa. En estos días, se encuentra en esa situación el país Heleno y estoy deseando que venzan en las elecciones los de Syriza, porque hay que reaccionar contra los poderes monetarios que nos están endeudando en una espiral de la que no se sale. La deficiencia solo se puede salvar pidiendo dinero y cuanto más pida más intereses, más debe y la deuda se engrosa, no se sale de esta forma, con este juego financiero. Se sale con producción, se sale consumiendo, o sea fabricando y vendiendo, moviendose el dinero, algo que ahora no sucede porque las imposiciones erroneas del FMI, Merkel, etc. a favor del austericidio, solo nos ha condenado a ser más pobres, a no llegar ni a mediado de mes y a consumir solo lo realmente necesario.

Los gobiernos siguen casados con los bancos, no con los ciudadanos y con nuestros problemas, por eso hace falta más Syriza, más PODEMOS.

MÁS ESPAÑA PARA SALIR DE LA CRISIS

Cuando hago reflexiones siempre pienso en una sociedad de personas honestas e interesadas verdaderamente, en solucionar los problemas teniendo en consideración al resto de ciudadanos. Creo que este es mi error, pues este ángulo de mira difiere de la realidad, ¡craso error el mío!

En mi escrito anterior ya introduje el pago equitativo, por parte de todos los ciudadanos con ingresos, de la cuota de participación en los gastos de nuestra gran comunidad, llamada España. Sigo pensando, que es la forma más justa de cargar con lo que es de todos, con lo que hay que pagar para tener una sociedad con servicios públicos y poder disfrutar de ellos. En definitiva, lo que vengo a decir es que hay que hacer el pago único, un pago en función de los ingresos que se tengan. Esta contribución debe estar garantizada por la vigilancia de la Administración, tanto de los ciudadanos, sus cuentas bancarias, como de los empresarios y todos sus movimientos contables o extracontables, a los que son tan aficionados.

Tenemos que ir a por otro modelo de sociedad, porque el que tenemos, nos asegura paz, pero una discriminación exagerada que nos empobrece un poco más cada día. España es una tierra donde se vive bien, comparada con otros lugares del mundo, pero los españoles tienen que comer, tienen que vivir y tienen que poder disfrutar de ciertos derechos, como tener trabajo, una buena sanidad, una buena educación y una vivienda digna. Y cada uno de estos derechos debe estar al alcance de cualquier ciudadano, no podemos excluir a nadie, como está sucediendo en estos momentos.

Debemos asentarnos bien sobre nuestros pies y sentir un poco más al país, valorarnos como pueblo y no consentir ciertas intromisiones que deterioran la paz social de nuestro país. Tenemos una obligación colectiva, culminar como sociedad inteligente en un pueblo productivo, industrializado, potente, con puestos de trabajo suficientes para acoger toda la mano de obra disponible. Solo cuidando este aspecto nos dejaremos de las tonterías de: “vamos a crecer este año un 0,5%”, por qué somos tan pobres en nuestras expectativas, por qué tenemos o nos hacen creer que somos tan vulnerables, que estamos tan a merced de las inclemencias del dinero exterior; ¡produzcamos nosotros!, no estemos durante más tiempo bajo los designios de los grupos inversores, no les dejemos que tengan sus narices metidas en nuestras vidas y mucho menos que nos digan como debemos vivir.

Si todo esto supone no ser del club de la ruina, porque es lo que son hasta estos momentos, demos el vote. Para caminar, con quienes nos secuestran el bienestar, mejor hacerlo solos. Seremos potentes y fuertes debido a nuestros esfuerzos, a nuestra industria, a nuestra investigación, a nuestra preparación y a nuestra visión de conjunto nacional. Honestidad, trabajo, más España y menos endeudarnos para salir de la crisis.

PAGAR EN FUNCIÓN DE LOS INGRESOS

Tengo claro que España tiene unos gastos y que deben ser pagados por los españoles que tengan ingresos. España debe funcionar como una comunidad de vecinos, pero a lo grande, esto debe entenderlo todo el mundo y, que los gastos que se generen deben ser sufragados por todos nosotros.

La historia está en cómo se reparten los gastos, para lo que se me ocurre, como idea o formula más equitativa, que a cada cual le toque en función de sus ingresos; de lo que se deduce, que lo fundamental es el control, por parte de la Administración, de lo que gana cada cual. Tendría que estar toda la función pública o gran parte de ella, volcada en la investigación y control de esos ingresos de los ciudadanos, para evitar el fraude en la contribución individual.

Se me ocurre que con la eliminación de todos los impuestos, se tendría que hacer bastante menos papeleo y, al disminuir las labores burocráticas en este sentido, los funcionarios se podrían encargar de la investigación a la que antes me refería. No haría falta pagar impuestos porque sería un tanto porciento del salario, directamente lo que se abonaría a la Administración para cubrir los gastos públicos.

Los empresarios al no tener que pagar ningún impuesto de los que pagan, tan solo las nominas de sus empleados, tal vez se generara empleo, debería generarse. Los ciudadanos, quizás, consumieran más, pues las compras no estarían gravadas con el impuesto del IVA y por tanto, deberían costar menos los productos.

Habría que estudiar bien el tema, pues se me ocurre que los empresarios podrían ponerse sueldos bajos, pero sin embargo engrosarían sus cuentas bancarias nacionales o extranjeras, para pagar poco. Este capitulo, tendría que ser mirado detenidamente; la Administración tendría que meterse a fondo a auditar las empresas constantemente para evitar el fraude.

Para llevar a cabo este sistema, los gastos públicos deberían ser los necesarios y justos para las necesidades de los ciudadanos, para el mantenimiento de las ciudades, pero entre otras medidas, los políticos deberían de olvidarse de los salarios de futbolistas que se atribuyen a si mismos. Habría que trabajar mucho para conseguir una sociedad más justa y más equitativa, donde todos contribuyamos en función de nuestras posibilidades reales. Tiene que llegar a ser algún día así, no podemos seguir como hasta ahora, endeudándonos, sin dolernos el dinero que es de todos, despilfarrando unos y robando otros. Hay que poner fin a esto, ningún hogar funciona bien si gasta más de lo que ingresa, pues lo que es de todos tenemos que tratarlo del mismo modo.

Descifra lo que nos cuentan y lo que en realidad es. Pablo Iglesias.

INESTABILIDAD ES IGUAL A RAJOY

Me quedo de la rueda de prensa de Rajoy con la exaltación a la inestabilidad, porque me da mucho juego y por su propia ignorancia. La inestabilidad no va a venir, Sr. Rajoy, ustedes ya la han instalado en toda España, tiene nombre y apellido: Políticas del PP; así que no venga a culpar a otros. Puede que le guste más Rubalcaba, ahora que no está en el escenario político, quizás prefiera dialogar a solas, sin oposición, yo creo que es lo que le conviene según Usted está dejando las cosas en este país.

La revolución hacia la pobreza la comenzó Usted solito en Noviembre de 2011 y sigue por la senda de la soledad más absoluta. No hay un proyecto, que proponga, con el que cuente su partido político con el apoyo de cualquier otro grupo. Ustedes están solo y tienen indignados y cabreados al resto de los españoles, ¿diga si eso no es inestabilidad? Yo diría que es inestabilidad política y social, por eso le han hecho más huelgas que a ningún otro gobierno, por eso le han estrellado un coche en su sede y por eso han tenido que sacar la Ley de represión, que acaban de sacar, todo por la inestabilidad que ustedes se han fabricado a pulso, a base de desoír a los ciudadanos, de desatenderlos, de no importarles su bienestar y de tanto lamerle el culo a los poderes monetarios.

Supongo que ahora lo tendrá un poco más claro y entenderá que de todas no se va a librar usando la misma estrategia, la de meter miedo y la de culpar a otros. Es hora de que se muestren como adultos y asuman sus errores. Es momento de que sean responsables de lo que causan y dejen de cargar las culpas a otros. Ustedes son el coco, el tío del saco y cuantos personajes se quieran inventar, no los demás que dicen y hacen otras cosas diferentes. Por el mero hecho de decir y hacer cosas distintas no se es peor que ustedes, no puede seguir manipulando a la sociedad, somos mayores e inteligentes y le tenemos suficientemente visto a Usted y a su “ingobierno”. Todo a pesar de que cuando tienen un micrófono delante nos dirijan sus palabras como si creyeran que somos idiotas, tontos o yo que se.

Póngase la mano en el corazón, si aún está vivo, y recapacite sobre lo que están haciendo, sobre su forma de llevar a los ciudadanos hacia la pobreza y la mediocridad. Piense y respóndase a la pregunta del verdadero objetivo que pretende el gobierno con la Ley Mordaza. Piense en las supuestas presiones ejercidas sobre jueces y fiscales, en tantas y tantas acciones que se llevan a cabo para beneficiar a particulares, empresarios, etc., en lugar de al colectivo social. Recapacite y arrepiéntase, de marcha atrás, confiese ante los españoles, reconduzca y deshaga todo lo que esté mal, siempre se está a tiempo cuando se trata de retomar la dirección adecuada. Derogue todo aquello que nos perjudica, audite la deuda y paguemos lo que nos corresponda, exija el dinero prestado a los bancos y a los delincuentes, vaya a por todas que es lo que esperamos los ciudadanos de cualquier gobierno. Es la única manera de conseguir la confianza de los ciudadanos, lo que pasa es que ustedes prefieren tener la confianza de sus socios europeos, instituciones que solo hablan de dinero, de números y no tienen en cuenta a las personas y sus necesidades vitales.

HABLANDO DEL MENSAJE DEL REY (Parte IV)

Esto es un comentario curioso cuando dice: “me he sentido respetado y querido por todos y agradezco de todo corazón …”, justo en ese momento alza la mano izquierda para apoyarla en lado derecho de su pecho, debió ser un lapsus de localización del corazón o, el corazón estaba en otro lado en ese momento.

“Somos una democracia consolidada”, precisamente a día de hoy con la ley mordaza más bien nos acercamos a otro tipo de régimen y por la forma de nombrar a los jueces y fiscales de las altas instituciones, no diría yo que lo fuéramos, pues adolecemos de separación de poderes y esto pone en entredicho nuestra democracia.

“Disfrutamos de una estabilidad política como nunca antes en nuestra historia”, esta D. Felipe VI, no puedo tragármela, aquí se ha acelerado y no frenó a tiempo. Estamos viviendo unos tiempos de convulsión política, menos consenso que en estos tiempos habría que remontarse a tiempos del generalísimo. Casi todo lo que de verdad importa a los ciudadanos, lo saca adelante el actual gobierno con los votos de sus miembros, ninguna otra fuerza política las apoya. Esto es más parecido a una dictadura que a un parlamento democrático, no se somete nada a consenso y el partido del gobierno se niega, sistemáticamente, a las comisiones de investigaciones.

“Hoy más que nunca, somos parte de un proyecto europeo que nos hace más fuertes, más competitivos y más protagonistas de un futuro de integración”. ¿Alguien se ha parado a analizar si el proyecto europeo nos beneficia o nos empeora, porque hasta el momento vamos de culo y cuesta abajo? Espero que cuando menciona que somos más competitivos no haya pensado en la velocidad tan enorme en la que nos vamos acercando a África y lo del protagonismo es que me da igual si no vamos a poder comer, vestir y vivir.

“Debemos conseguir que los ciudadanos recuperen su confianza en las instituciones y que puedan sentir como suyas” Estas frases sobran, no caben en el mensaje de su Majestad, se las deben decir ustedes a si mismos y preguntarse qué hacen para que nos distanciemos y qué pueden hacer para nos acerquemos y confiemos en ustedes y en lo que representan las instituciones. La pelota está en sus tejados, en el de Usted y en el de sus señorías.

“Ahí estaré siempre a vuestro lado como el primer servidor de los españoles”, pues en primer lugar compórtese como un español más, salga a las calles, relaciónese con nosotros, pregúntenos, viva y vea por si mismo lo que hay. Proteste, manifiéstese, critique a quienes no acierten en sus cometidos, hable en medios públicos, vuélvase critico, exíjase y exija a los demás, esa es la monarquía que a mi me vale.