LAS COSAS EN SU SITIO

    

                                                 Imagen: www.jugarijugar.com

     Estamos en un punto que pareciere no tener retorno, sobre todo por lo podrido que anda todo, y cuando digo todo, me refiero a cómo se relaciona todo y todos en la trastienda social, gubernamental, empresarial, sindical, policial, judicial, etc. Entre todos han aniquilado la democracia, la justicia y, entre todos, van marginando progresivamente a la ciudadanía más humilde o necesitada. Que a la vez es de la que más se aprovechan o explotan en todos los sentidos. 

    Poner las cosas en su sitio es como dar un puñetazo en lo alto de la mesa por hartazgo y que se ordene la cloaca institucional, que al fin y al cabo es la que tiene competencias para hacer o dirigir. Lo que ocurre es que actualmente prevarica o delinque más que resultar útil y eficaz para conseguir el que debiera ser el principal objetivo de los supuestos representantes de la ciudadanía, conseguir su bienestar, acrecentarlo siempre que sea posible y lograr un país cada día más moderno, confortable, productivo y que contribuya a la felicidad de la gente.

    Para poner las cosas en su sitio la ciudadanía ha de dar un paso adelante. No es posible con las leyes actuales, porque los que dirigen se auto atribuyen todo el poder con sus leyes, y ni siquiera dejan las sobras de la comida para que podamos aprovecharlas..., es un símil. Ellos se han asignado todo el poder y para asegurarlo tienen a los cuerpos de seguridad y ejercito, que los lanzan contra la gente que se manifieste en su contra e insista en desprenderles del poder para sí mismos. Se han convertido en parásitos para la sociedad, se reservan sueldos elevados, que nada tienen que ver con los que pretenden o aprueban para el resto de la población. Ellos se enriquecen saqueando lo público, privatizándolo o consiguiendo comisiones y sobres ocultos de las transacciones lógicas y obligadas de sus cargos. Pero, claro, ellos suelen abonar con dinero público el doble o triple del valor de las obras, porque de esa manera siempre queda un buen pellizco para sus partidos y para sus paraísos fiscales.

    Para poner las cosas en su sitio hay que retirar a todos los que estuvieron en política, porque todos, directamente o indirectamente contribuyeron a que las leyes sean las que son, los jueces no funcionen, los partidos gobernantes nos hayan robado, impongan modelos de shows (comisiones) que no van a ninguna parte, pero por los que cobran dietas. Meses que no trabajan y cobran, dietas sin justificación que se meten en los bolsillos, o se ausentan del trabajo cuando les sale de los cataplines. Los jueces actuales de los estamentos elevados del poder: Constitucional, Supremo, Audiencia Nacional, CGPJ, y aquellos metidos a dedo por políticos, han de salir de inmediato de la judicatura. Se han de anunciar ofertas de empleo de jueces nuevos, del pueblo, sin vinculación con ningún político para ocupar esos lugares de trabajo, al que se podrá acceder con los méritos adecuados y suficientes. Se preguntarán: quién les entrevistará que sea objetivo. La verdad volvemos a tener un problema, pero para eso tenemos alguna información visual que nos pone en antecedentes, por ejemplo hay un juez, Fernando Plasencia, que precisamente ha sido expulsado de la carrera judicial por atreverse a denunciar la corrupción de un buen número de jueces de los escenarios antes nombrados. Creo que el juez Joaquín Bosch, de jueces por la democracia, sería otro buen candidato. Por otra parte, hay que reabrir los casos de corrupción que los jueces prevaricadores han sobreseído. Condenando a los culpables, a los jueces prevaricadores, y exigiendo para su puesta en libertad cuando llegue ese día que haya sido devuelto todo lo robado a la sociedad, al pueblo. 

    Habría que auditar tranquilamente, pues comprendo que es un trabajo enorme, las adjudicaciones que nuestros políticos y otros cargos públicos de escalafones superiores han adjudicado. Verificar presupuestos, modificaciones, justificaciones a dichas modificaciones, precios abonados, comprobación de entrada de dineros, al tiempo que se audita a las empresas que intervinieron para conocer los movimientos contables al respecto de esas obras realizadas, servicios prestados o entregas de mercancías.

    Hay que dejar de subvencionar partidos políticos, sindicatos y todas las asociaciones que no siendo demandadas por la población, no efectúen un bien directo para la población en general. Hay que dejar de subvencionar a la familia real, a la Iglesia y demás sistemas de religión. Hay que dejar de pagar servicios concertados. Hay que dejar de privatizar. Se debe revertir todo lo que algunos decidieron privatizar sin que haya sido consentido por la población mediante referéndum.

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REVERTIR LA PROGRAMACIÓN

    

                                                          Imagen: www.youtube.com

 Nos han condicionado el pensamiento mediante la programación del capitalismo liberal y la globalización, eso sí, en los términos que convienen a los poderosos, pues a la gente corriente nos dejan fuera de juego de las recompensas, siendo meros seres para ser explotados por su sistema. No obstante, que nos hayan acostumbrado a tener una visión particular del asunto, no quiere decir que sea la única y válida manera de vivir, de relacionarse o de jerarquizar los mandos, las ganancias, etc.

    Ellos quieren que compitamos entre nosotros para que al ser muchos los que necesitamos un puesto de trabajo, aceptemos las condiciones que nos ofrezcan, sean malas o regulares. Igualmente, si ya tenemos el puesto de trabajo, desean que temamos por su pérdida, con lo cual pueden abusar en tiempo de trabajo exigido y no remunerado, vacaciones no disfrutada y no cobradas, contratos que de alguna forma se incumplen o, simplemente, dados de alta en Seguridad Social por mucho menos tiempo diario conforme a las jornadas que realizamos.

    Los estamentos de poder ocultos, en connivencia con los gobiernos, dictan las normas, aparentemente difundidas como si fueran ocurrencias de los Ministros de los gobiernos. Normas o leyes que siempre beneficia a aquellos que siguen dirigiendo desde la sombra y sin haber sido elegidos en ninguna elección. Ahora, el Gobierno viene con la canción de subir el SMI, letra que suena bien al ser cantada, pero estamos en tiempo de recesión o inflación prolongada por culpa de la inacción del Gobierno a intervenir los precios elevados o disparados que van adquiriendo los artículos necesarios, como son: alimentos, bebida, combustibles o energías. Los agricultores y ganaderos llevan años diciendo que casi les cuesta dinero a ellos sacar sus producciones al mercado, ¿saben por qué sucede eso? - Pues, porque hay cantidad de gañanes intermediarios, permitidos por el Gobierno, llevándose el dinero a espuertas con tal de que esos productos se pongan en estanterías de los comercios. Al comercio le es cómodo que aparezca alguien que le ofrezca los productos sin marearse en buscar a los productores. Los productores no tienen infraestructura suficiente para gestionar la venta de sus productos, ni puede vender conforme le pidan porque sus productos son perecederos. Así que llega el intermediario y le oferta quedarse con todo en cuando esté listo, a un precio de risa e insostenible, pero es lo que hay, eso o dejar que se pudra su mercancía. Posteriormente, el intermediario, que ha pagado una miseria a los productores, distribuye a una red de comercios todo lo que adquirió a unos precios nada razonable. Es por ello que hay que facilitar esa gestión a los productores. Hay que eliminar los intermediarios, y si me esfuerzo un poco más, llego a pensar que si un gobierno quiere, de verdad, ayudar a la ciudadanía, lo que debe hacer es crear una oficina de intermediación sin ánimo de lucro para realizar esa transacción antes mencionada. Con ello se lograría abonar a los productores precios más justos que cubran sus gastos y procuren unos beneficios razonables. Que lleguen los artículos o productos a unos precios menores a los comercios, y que el precio final para el consumidor sea más bajo también.

    Toda esta parafernalia es por aquello que si solo se sube el SMI, la respuesta inmediata de los empresarios es subir los precios de sus productos y servicios para seguir ganando lo que pretenden. Hay una necesidad de intervenir el mercado como he expuesto con la eliminación de intermediarios abusivos y, por otro lado, topando precios que ascienden descabelladamente, afectando el día a día de la gente. Sé que es delicado conforme nos han programado, intervenir lo privado, pero es urgente hacerlo, y ante la oposición, que de seguro la habrá, hay que expropiar empresas. Mantenerlas abiertas, asegurar el trabajo de sus plantillas actuales, que son los que saben fabricar o dar el servicio de que se trate, y poner al frente a personas válidas, no enchufadas por los políticos, gestionándolas como se haría en lo privado. Este es un punto a mejorar ostensiblemente en el ámbito público. Hace mucha falta que se realicen controles de productividad, controles reales como hace cualquier jefe, dueño o encargado en una empresa privada. Hay demasiados parásitos con plazas y sin ellas dentro de la Administración Pública.

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EL ENEMIGO EN CASA

    

                                                       Imagen: www.neoteo.com

   Conforme nos llega más información, nos damos cuenta que el enemigo lo tenemos en casa, es el mismo gobierno de turno, el que esté presidiendo el Parlamento español en cada momento. ¿Por qué sucede así?, pues porque los gobiernos sometidos a las presiones y decisiones de aquellos que no fueron votados en las urnas, ceden y legislan para contentarles, a veces con premura y sin estudiar las consecuencias futuras de lo que dictaminan.

    En el día de hoy quería manifestar mi protesta por el riesgo en el que estamos todos, de consecuencias imprevisibles, gracias a las acciones de los que nos han gobernado, como siempre, cuando aprobaron en BOE el uso del yoduro de plata para alterar el estado de las nubes. En un principio, supuestamente, para satisfacer al colectivo de los agricultores, tratando de interaccionar con las nubes para evitar el granizo, terminando por experimentar todo tipo de alteraciones, como destruir nubes y evitar que llueva en ciertas fechas, o bien tratar de sembrar nubes con rociadas del mismo producto por medio de aviones que surcan el cielo dejando cantidad de lineas, aparentemente blancas, que al poco comienzan a formar nubes, intentando que llueva cuando los que mandan creen es lo oportuno. O sea, que juegan con la climatología desde hace décadas para terminar culpándonos a todos de los efectos negativos en la misma. Que si tenemos loco al clima por el dióxido de carbono desprendido de los tubos de escapes de nuestros vehículos, de los gases invernaderos resultantes de aires acondicionados, sprays, que si es del metano de las ventosidades del ganado, todo vale para desprenderse de la responsabilidad de lo que nuestros gobiernos permiten desde hace treinta años. Amén de las consecuencias que esté teniendo sobre nuestra salud esas rociadas de producto cancerígeno en la atmósfera. Producto que de alguna forma vuelve a dispersarse en el aire que respiramos. 

    Los gobiernos que hemos tenido y tenemos, cobardes e insensatos, como nos demuestran que son, someten a toda la población a un riesgo de consecuencias desconocidas y nada claras, para beneficiar a un sector en algo, aparentemente pedido por agricultores, pues recae sobre sus espaldas la responsabilidad, pero que mi persona está convencida de que el intento es para beneficiar, como siempre a los del dinero y lo diré a continuación. La medida, en un principio se presenta y aprueba para tratar de evitar que las nubes descarguen granizos, sobretodo de un tamaño considerable como para destruir cosechas. ¿Qué significa eso?, que cuando se destrozan cosechas las aseguradoras son las que pagan, y la gran mayoría de compañías de seguros son del grupo de algún holding bancario, o sea, con la banca hemos topado. Y sabemos que los gobiernos se arrodillan ante la banca, perdonan sanciones a la misma, dictan una doctrina Botín para librar al de mismo apellido, que fue presidente de Banco Santander a pagar por dos mil millones de nada que había distraído del fisco español. Asimismo, la banca ha condonado constantemente préstamos que los partidos políticos han requerido de ellos para hacer sus campañas políticas. Por tanto, si se perjudica los intereses de sus compadres los banqueros, los gobiernos legislan lo que más convenga a aquellos, aunque como sucede, suponga un grave riesgo para la población. El capital lo mueve todo en este sistema deshumanizado que mantienen los gobiernos, y ellos se doblegan a las ordenes de los entes que mandan en ese sistema, por lo general empresarios de poder, banqueros y grupos de inversión. 

    En definitiva, han montado un tinglado mundial alrededor del cambio climático, cuando sabemos que hay como España, muchos países jugando a fabricar la meteorología que les interesa, así como realizando continuas pruebas de juguetes de guerra, muchas veces, de tecnología atómica, eliminando vida terrestre y marina, contaminando a lo bestia, modificando los fondos marinos, provocando tsunamis y todo tipo de manifestaciones de las que seguimos culpándonos por nuestros hábitos de vida cotidianos. Pues ya lo saben, busquen en Internet, los BOEs lo reflejan, los gobiernos que hemos tenido lo han permitido y no ocultan su propósito: modificar la meteorología.

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LA LEY DEL SOLO SÍ ES SÍ

     

       He leído hasta aburrirme, porque las leyes no son lo mío, el Proyecto de la Ley Orgánica de garantía integral de la libertad sexual, a través del Boletín Oficial de las Cortes Generales. Que es el texto que he encontrado en Internet, supongo que dentro de unos días o semanas, estará colgado en el mismo medio ya oficialmente en el BOE, eso sí cuando el subvencionado mayor del reino la firme.

    La ley es extensa, hasta llegar a aburrir a cualquiera, ya después los jueces la interpretarán a su manera y los resultados que se cosechen serán los que tengan que ser. La intención no voy a decir que no sea buena, pero no sin una gran carga de protagonismo feminista, como viene sucediendo en los últimos tiempos.

    Comenzaré con la forma en que define las agresiones sexuales:

    "Se consideran agresiones sexuales todas aquellas conductas que atenten contra la libertad sexual sin el consentimiento de la otra persona".

    Dentro de las agresiones sexuales se recogen también, como complemento a lo dicho: la anulación de la voluntad de la persona para agredirla sexualmente mediante la "sumisión química" o el uso de psicofármacos.

    Me detengo en el Art. 178 de la citada Ley Orgánica porque es lo que esperamos conocer para no incurrir en delito alguno:

    Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona. 

       Y se quedan tan panchos. ¡Vaya usted a saber cómo interpretar esto tan subjetivo por las dos partes!

    - Cuando te puse la mano en tal sitio, no dijiste nada, ¿estabas consintiendo?

    - Pero hice un gesto con la cara. Te estaba diciendo que pararas.

    - ¡Ah!, no me di cuenta.

    Otro aspecto de la ley que me ha llamado la atención, es la ambigüedad con la que trata el tema de la prostitución: 

    Se sancionará penalmente a quienes destinen inmuebles a favorecer la explotación de la prostitución de otra persona.

    Van a recaudar a costa de estos putiferios, pero ¿dan por buena la explotación o les van a cerrar los chiringuitos multicolores y nocturnos que hay en todas las carreteras del país, o locales y pisos de alterne, que se distribuyen por todas las ciudades de nuestra geografía? ¿Piensan regular la profesión más antigua del mundo? A continuación dice la ley:

    Se excluye de pena, a quien dedique un inmueble al ejercicio de la propia prostitución.

    A las claras, esta ley da por bueno que alguien se busque la vida con su cuerpo. A mí me parece adecuado y un respeto a la libertad de las personas. Entonces, hará falta regular la prostitución como una profesión más, ¿no?, con sus derechos y obligaciones.

    Mi conclusión por lo confusa que puede llegar a ser esta ley, llamada coloquialmente, del solo Sí es Sí, es que habrá que pedir amablemente a la mujer que firme el consentimiento y esperar que no diga que lo firmó bajo presión. Si esto sucede, volvemos a estar en la casilla de salida, claro, hacia la cárcel.

DE OKUPAS

     

                                                             Imagen: El Confidencial

        Ayer pudimos ver en algunas televisiones, así como en redes sociales, a un okupa en zona madrileña que esgrimía como razón para seguir okupando la vivienda, que había pagado 2.000€ por la llave y que llevaba viviendo en esa propiedad 4 meses. Flojo argumento frente al sentido común y la sensatez, si no fuera por el amparo de leyes descabelladas que protegen a los que okupan viviendas frente a los derechos de sus propietarios; obligados en casi todos los casos a abonar luz y agua, por si fuera poco. Que no vayan a faltarle al okupa todas las comodidades.

    Volviendo al sentido común y la sensatez, o sea, a la cordura, el asunto puede ser y debería ser resuelto justo en el momento en el que cualquier propietario tiene conocimiento de que su propiedad ha sido allanada. Tendría que bastar con una simple llamada a los cuerpos de seguridad para que estos tuvieran la obligación por ley de acudir al domicilio asaltado y pedir documentación por escrito, bien contrato legal de arrendamiento, bien escritura de propiedad, para comprobar de quién es la propiedad, y poner ipso facto al delincuente de patitas en la calle.

    No se puede confundir el derecho Constitucional a tener una vivienda digna, con que el Estado te la tenga que dar, o que tú libremente la puedas pillar por el método que creas más oportuno. Igual sucede con el derecho a un trabajo digno, ¿acaso el Estado va a sentirse obligado a facilitártelo? Las viviendas han de ser dignas, no chabolas, y han de estar al alcance de todos. Con el trabajo ha de suceder los mismo, debe tener condiciones dignas y estar al alcance de todos, pero ni lo uno ni lo otro se tiene que dar por la cara bonita de nadie o por las protestas y presiones, muchas veces poco cívicas. Cada actuación tiene, como de hecho sucede, ciertas condiciones mínimas que se deben reunir, y las oportunidades para tener los ingresos o para formarse tienen que ser iguales para todos, pero el individuo se ha esforzar por conseguirlas. Esa es una obligación universal, no todo van a ser derechos, hay obligaciones; el que algo quiere, algo le cuesta. Ni se puede fomentar la vagancia ni el pillaje. Se ha de educar a la población, se ha de tratar, como ya he dicho en otras ocasiones, el pleno empleo, para que todo el mundo pueda participar de nuestra sociedad sin quedar marginado.

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ESPERANDO VUESTRA RESPUESTA

     

                                                          Imagen: Ok.diario.com

        Los gobiernos, con sus diferentes ministerios tienen poder sobre el ejercito y cuerpos de seguridad del Estado. Cuando estos están al servicio de la ciudadanía el agradecimiento es infinito, pero cuando se convierten en el brazo represor de los gobernantes para impedir que la voz de la gente se alce más allá de lo que consienten, o para interceptar acciones justas contra la clase política corrupta, se convierten en enemigos del pueblo al que castigan sin miramiento.

    El ejercito y los cuerpos de seguridad deben darse cuenta de cuándo son utilizados injustamente para reprimir a la ciudadanía, y negarse a cumplir las órdenes de los que temen por la pérdida de sus sillones. Yo, al menos, no les quiero hacer daño, les quiero echar de sus cargos porque legislan para los delincuentes y corruptos, porque tienen maniatada a la justicia en su favor. También es cierto que los jueces y fiscales hacen poco o casi nada por denunciar tal actuación sobre el poder judicial, prefieren que las cosas sigan como están, aunque enormemente injustas, pero que sus puestos de trabajo y privilegios sean intocables. Unos por otros, la casa por barrer. Como se dice coloquialmente. La ciudadanía jodida, los malhechores a la calle y con vía libre para seguir robando y malversando dinero público.

    Digo yo, que los cuerpos de seguridad del Estado y militares, podrían ayudar, no me refiero a dar un Golpe de Estado para hacerse ellos con el poder, sino para devolver el poder al pueblo. Al menos, que colaboren a poner en la calle a tanto sinvergüenza que ocupa cargos públicos en todas las Instituciones públicas. Si alguien es pillado robando por la policía es puesto a disposición del juez de inmediato, pues hay que saltarse ciertas leyes, como la del aforamiento, o la de tener que ser juzgado en el Tribunal Supremo, y en cuanto la policía compruebe que hay individuos ocupando cargos públicos al tiempo que delinquen, sean apresados como vulgares ladrones. Creo que en esto estaremos de acuerdo toda la ciudadanía excepto los propios quinquis políticos y sus familiares más próximos, ciegos por un lado, se lo hacen, por otro, y participan de la tajada que entra en casa, en sus cuentas o en los paraísos fiscales que ese tipo de gente maneja.

    Los políticos no van a legislar en su contra, no van a dejar los cargos ni echándoles con agua caliente, o actúan los cuerpos de seguridad, o llegará el momento en que la ciudadanía, harta de tanto tragar, se levante violentamente contra los sinvergüenzas que la saquean.

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LA INDEPENDENCIA Y LA GUERRA

 

                                                         Imagen: El Confidencial

        Hoy se cumplen seis meses desde que Ucrania y Rusia mantienen la contienda bélica, no sé cuántos miles de muertos después y, por tanto, creo que no hay nada que conmemorar más que una desgracia mundial. De nuevo el fracaso de unos acuerdos, de unas negociaciones, y el resultado de actos propios de los depredadores, que atacan a sus víctimas sin pudor alguno.

    Que una región se quiera independizar no es motivo que justifique una invasión, una respuesta criminal a base de bombas y, mucho menos, que deban morir miles de personas por la voluntad de unos actores que contemplan las matanzas desde sus escondrijos como vulgares ratas, que es lo que son. Las poblaciones han de ser libres para elegir cómo quieren vivir, perteneciendo a un país o de un modo independiente. No es justificación tampoco que se vaya a desmembrar un país si así lo deciden los que viven en él. El país no es algo que pertenezca a nadie, sino el suelo que nos soporta, el lugar del mundo que nos ha tocado habitar, pero el estilo de vida lo podemos elegir nosotros. No hay que someterse a lo que quieran ciertas personas que creen haber heredado el país. Si un país deja de serlo es porque se ha convertido en otra cosa: en un conjunto de poblaciones cercanas que deciden gobernarse como mejor les parece. Ese sentido de la libertad, que tanto propugnan algunos, es cercenado, es reprimido y prohibido por esos mismos que se sienten más nacionalistas que el resto. Pero la democracia conlleva el respeto con las decisiones tomadas por los pueblos.

    Hoy es un día para seguir lamentando que unos individuos hubieran decidido arreglar sus desigualdades, del índole que sean, a través de las armas y la muerte de inocentes que nada tienen que ver con los intereses, la mayoría de veces ocultos, de los que gobiernan delante y detrás del escenario público. Ningún territorio tiene que pertenecer a ninguna organización a la fuerza. Nadie tiene que defender, supuestamente, a un país, y dar su vida por los intereses particulares de unos pocos que no dan la cara ni enfundan un arma para defender lo que dicen es tan importante para su país. Ellos están escondidos, protegidos, resguardados de los peligros, mientras mueren muchas personas, civiles convertidos, momentaneamente y obligadamente, en militares. ¡No a la guerra!, ¡No al secuestro de vidas humanas!, ¡No a la pérdida del derecho a ser libre y decidir!

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PROFESIONALISMO SELECTIVO

    

                                                                 Imagen: Imagui

     Hace un rato, esta misma mañana, visité a mi padre y salimos a dar un paseo. Mientras caminábamos, cuando transitábamos frente a un taller de automóviles dos personas hablaban en voz alta, y pude oír lo siguiente, cito literalmente: "Yo algunas veces me la he tenido que comer, pero me la he comido por clientes que merecen la pena". La frase tiene su aquel, como se suele decir, pues de ella se obtienen muchas reflexiones o conclusiones. ¿Cuándo se considera que un cliente merece la pena para algunos empresarios?, ¿Dan diferente servicio y atención, dependiendo de lo que ellos califican de buen o mal cliente? ¿El dinero que gasta el cliente es un factor determinante de como le vaya a considerar el empresario? ¿Un cliente que va una sola vez a requerir sus servicios, es un cliente que merece la pena, o solo son bien considerados los asiduos del taller en cuestión? ¿Estamos ante un dominante e injusto profesionalismo selectivo?

    Como la falta de honestidad alcanza casi todos los rincones de nuestra geografía, el sector industrial o de servicios, por ejemplo, no va a escapar a tal observación. De esta falta de honestidad empresarial proviene la desconfianza generalizada que padece la población cuando tiene que lidiar con servicios de reparación de todo tipo de equipos, aparatos, vehículos, etc. Sinceramente, tenemos miedo a que nos fundan, a que nos engañen, a que nos cobren muy por encima de su precio real de reparación. Los clientes somos, por lo general, ignorantes de la tecnología que requiere atención, pues de lo contrario no acudiríamos ni nos expondríamos como lo hacemos. Solo esperamos que al otro lado del mostrador de recepción del servicio o taller, nos atienda una persona honesta, ¿es mucho pedir? En gran número de casos lo es, quiero decir que es mucho pedir. Hay muchos que solo ven una oportunidad de hacer caja, de salvar el día y pasan a la acción de un modo poco ético, poco profesional, y como muchos de ellos suelen decir: "van a hincar el colmillo".

    Entre todos podemos hacer un mundo mejor, no es nada complicado si nos desembarazamos de perjuicios, de rivalidades y comenzamos a apreciar de verdad a los demás. El respeto no se ha de perder con los clientes, porque igual un buen boca a boca te llena las instalaciones, que un mal boca a boca te hunde el negocio. Lo que sucede es que hay empresarios avaros o demasiado necesitados que no tienen paciencia para ver crecer sus negocios y prefieren la técnica draconiana de desangrar a la gente. Cualquier cliente que se sienta engañado o salvajamente ultrajado por la factura  abonada, optará por no pisar las instalaciones de los que le saquearon los cuartos.

    Creo que la frase oída al paso ya dio para bastante, convirtiéndose en una llamada de atención para malvados empresarios y para nobles y confiados clientes. De esta manera estaremos en alerta y procedamos solicitando previamente un presupuesto para evitar llevarnos sorpresas. Aún así, siempre estaremos en sus garras, pues aún con un presupuesto te pueden decir que al desmontar tal o cual elemento se aprecia otros en mal estado. Estamos a su merced en cierto sentido y solo dar con un profesional, repito, honesto, nos salvará de la clavada y el engaño.

¡Un buen día para todos y que nada se nos averíe!

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EL ACUERDO

     

                                                      Imagen: El Confidencial

    Hemos visto ciento de veces sentarse al líder de un partido político con el líder de otro partido para firmar acuerdos. Todos recordamos esas carpetas o cuadernos donde estampan sus firmas y posteriormente cada uno le brinda su respectivo cuaderno al "opositor" para que aquel haga lo mismo, firme. Todos los acuerdos los atan bajo firma, cómo es posible que el acuerdo entre PP y PSOE, sobre la renovación del CGPJ, ande extraviado para uno de los firmantes. Dice una parte del PP, la dirección nueva de Feijoó, no conocerla, no haberla visto, ¿y qué?, pues ahí no radica el meollo del asunto, sino en que un acuerdo entre partes, puesto que una de ella lo puede mostrar en los juzgados, es desatendida por la otra parte. ¿Por qué no llega a querellarse el PSOE contra el PP? Supongo que por la misma razón por la que hacen equipo cuando se les plantea una comisión de investigación sobre los casos de corrupción de los unos o los otros. Estos sí que llevan al pie de la letra lo de las ropas sucias se lavan en casa, por supuesto sin que la ciudadanía tenga que enterarse de toda la sinvergonzonería, delincuencia y saqueo que tenemos que soportar de un lado y otro.

    Ni unos ni otros tienen justificación alguna sobre lo que está sucediendo con la renovación del CGPJ. De nuevo estamos ante una villanía, un acto de ruindad, de políticos que por controlar al poder judicial para lo que todos sabemos: asegurarse la impunidad de los suyos cuando se vean afectados por los numerosos casos de corrupción que suelen protagonizar, dicen y hacen de todo; unos no denuncian a los otros por su incumplimiento, y los otros tratan de engañarnos a todos diciendo que no tienen acuerdo o no lo conocía. De nuevo no me queda más remedio que repetir: ¿Y qué? Un acuerdo firmado obliga, o ¿para qué se firma?, y su incumplimiento debiera ser sensato denunciarlo. Y si hubiera justicia, ésta obraría en el sentido de sancionar y castigar a los incumplidores. 

    Vemos que los políticos no ponen de su parte para solucionar el descalabro, que votar cada cuatro años es volver a la rueda de la noria, o sea, a dar vueltas a un asunto pestilente y corrupto, porque los que llegan se encuentran con el camino allanado. Un camino que conlleva técnicas de secretismo mafioso y no falto de corrupción, comisiones ilegales, burla a la incompatibilidad, y si la hubiere se modifican las leyes para que no sea así. Es la manera en que solucionan los enchaquetados del gobierno y parlamentos sus discrepancias con el sentido común y la decencia. Dan ganas de organizarse para sacarlos a palos de los parlamentos para que el poder retorne a la ciudadanía. Ya sé, es un modo cafre de conseguir lo que los palos en la rueda de la justicia no puede arreglar. Ya sé, nos meterían en la cárcel, a nosotros sí que nos juzgarían, nuestros asuntos seguro que no prescriben como todos aquellos cometidos por esos delincuentes de traje y corbata que dicen representar a la población, pero que en realidad solo se representan a sí mismos, a sus partidos y sus carteras.

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PLENO EMPLEO

     

                                                                Imagen: cincodias.elpais.com

    No sé si ustedes se detienen a pensar por qué no llegan los brotes verdes o esa luz al final del túnel, que tanto nos han vendido los gobernantes en los últimos años. Sencillamente no llega porque cuando parece que vamos a respirar los precios suben, los salarios se estancan, nos quedamos sin empleo y el tan soñado pleno empleo, que airean los políticos en sus mítines electorales, nunca se hace realidad.

    El empleo remunerado es una necesidad de primer orden para todas las personas. La sociedad no puede marchar si se rompe la cadena de ganar dinero y gastar para adquirir alimentos, ropa y calzado, energías, vehículos, viviendas, etc.; entre otras cosas porque se frena la industria, no se produce, disminuyen los beneficios de las empresas y comienza el desfile de gente hacia la calle y el paro. ¿Quiero decir con esto que debemos ser muy consumistas? - Evidentemente no es así. Consumir lo que se necesita para vivir y algún que otro capricho, pero sin excederse, es mi política. La vida no está para más, pregunten, mírense la cartera, las cuentas bancarias, dejen de soñar y comprenderán que sin propasarse el dinero llega a duras penas a fin de mes. Por eso es una vergüenza que algunos políticos levanten la voz para manifestar que a los pobres pensionistas se les congelen sus pensiones, le suban una ridiculez o se salten la ley cuando tratan de no vincularlas al IPC.

    La lucha diaria y principal de todo político ha de ir encaminada hacia la consecución del mencionado pleno empleo, para que todos los que estemos en edad de trabajar, teniendo necesidad de obtener unos ingresos que compensen nuestros esfuerzos, podamos optar a un puesto de trabajo. Además, un segundo objetivo es proporcionar salarios decentes, y esto quiere decir desde mi punto de vista: que las personas puedan llevar una vida digna cuyos ingresos cubran satisfactoriamente los gastos correspondientes a luz, teléfono, Internet, alimentación, vestir, calzar, desplazarse a su trabajo, algo de ocio. Lo necesario para vivir, repito, sin hacer grandes aspavientos. 

    Ahora es cuando llego a lo que muchos no quieren comprender. Defiendo que cuando la Administración pone todo a favor del empresario para abaratar la contratación, éste no lo hace, o lo hace sin conseguir el pleno empleo añorado; debe proyectar la industrialización del país para obtenerlo. Esos que no lo comparten suelen decir que son los empresarios los que deben ofrecer los puestos de trabajo, pero yo caigo en la cuenta que si todo el peso o responsabilidad del asunto se deja en manos del empresario, me temo nunca llegaremos al pleno empleo, pues porque al empresario no le interesa. Si lo hubiere, el trabajador tendría un poder en las negociaciones o en el aguante en los trabajos que en nada se asemejaría a lo que tenemos: mucho contrato en fraude de ley, trabajo basura de muchas horas que no se cotizan a la Seguridad Social, ni se abonan a los empleados. Quiero decir con ello que no aceptaría condiciones insultantes porque el trabajador tiene donde elegir.

    Yendo un poco más lejos hasta me cuestiono si tiene sentido que haya empleo privado. Por qué tiene que haber personas, sociedades, valiéndose del colectivo social para sacar una buena tajada de nuestro dinero. Por qué no se trata el asunto como si toda la población fuera una gran cooperativa que desarrollara proyectos en los diferentes ámbitos, gremios o sectores para fabricar lo que necesitamos y vamos a consumir. Nuestro dinero empleado para abastecer nuestra demanda en todos los campos.

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DESCONCERTADO

    

                                                            Imagen: www.elespanol.com

     ¿No estamos hartos de vivir con tensión, miedos, en un mundo inseguro, de codicia, de engaños; teniendo la sensación de que podría saltar por los aires en cualquier momento? Los intereses entre las distintas direcciones del globo no coinciden, además todos quieren ganar, desean ponerse los primeros en el ranking mundial de los poderosos. Cada gobernante quiere erigir a su país en dominante y ejemplo a seguir, pero lo cierto es que casi todos están dando un pésimo ejemplo de lo que es responsabilidad, organización y respeto por la vida de todos los seres vivos.

    Los más jóvenes están desalentados, aburridos, con pocas expectativas de poder gozar de un futuro satisfactorio que les proporcione lo que necesitan para formar un hogar, promoción profesional, empleos estables, seguros y dignamente pagados. Los años pasan y los políticos se arrodillan ante las fuertes o poderosas organizaciones, al tiempo que se olvidan de esos jóvenes y del resto de la población. Privatizan impidiendo el libre acceso a los servicios que antes fueron públicos, a las personas más humildes y necesitadas. Se niegan a vincular las pensiones con el IPC. La vida se encarece por días y cada vez nos cuesta más llenar el carro de la compra. El poder adquisitivo de la población disminuye y la gente está anestesiada, nadie se moviliza, todo nos lo tragamos sin mover un dedo. Suben exageradamente los precios de los productos básicos, tanto en alimentos como en energías, y seguimos acomodados. La corrupción sigue, el saqueo continúa, los secretos se suceden a nuestras espaldas como si fuéramos un cero a la izquierda, cuando somos los que sustentamos este chiringuito con nuestros impuestos. La justicia está a favor de los delincuentes, se han producido miles de casos de corrupción y la gran mayoría de sus autores van quedando en libertad inexplicablemente. Muchos roban, casi todos resultan impunes, sus delitos, por la gracia de jueces y fiscales, prescriben, y aquí nadie devuelve nada de lo robado.

    Civilizadamente es complejo que se dé la vuelta el asunto por lo deteriorado que se encuentra. Han hecho de esta sociedad un algo difícil de definir, que no marcha. Se llevan todo el día prometiendo lo que saben no harán nunca, porque entre otras cosas, saben que hay poderes que no pasan por las urnas, que se lo impiden. Volviendo al primer párrafo, nos han programado para competir y reñir entre nosotros, en lugar de enseñarnos a cooperar y colaborar. Ha habido cantidad de gente difundiendo mensajes que les interesaban a ellos, pero que no nos convenían a nosotros, al resto de los mortales. Hay una gran ignorancia de la humanidad que conformamos entre todos los seres humanos. Se ha vendido la Fe como un medio de salvación divina de un paraíso en el más allá y con un Dios, llámese como se quiera, que no se muestra. Todo en la sociedad crea desconcierto, inseguridad y miedo, así muchos buscan ese algo en qué apoyarse. Nos han metido las creencias en las aulas, nos han obligado a estudiarlas, nos hemos tenido que examinar para pasar de curso. Hemos financiado la organización eclesiástica, sus templos, sus colegios, les han dejado que inmatriculen cantidad de propiedades que no eran suyas. Se les ha permitido durante muchos años que no contribuyeran con impuestos como el resto de los mortales y, encima, muchos de los de la sotana han violado a nuestros hijos, dando ejemplo de la depravación que encierra dicha institución. Los gobiernos se han sucedido y todos han tragado con la Iglesia, untándola anualmente con dinero público, y los ciudadanos de bien estamos hartos de que subvencionen a quienes los políticos decidan por su conveniencia.

    No más guerras, no más políticos deshonestos, no más falso Estado democrático y de Derecho, no más falsa separación de poderes. Hay que establecer un orden de prioridades siempre pensando en la ciudadanía. Lo privado es un invento para sacar tajada del resto de los mortales. Somos una comunidad de seres que debiéramos buscar las mejores condiciones de vida para todos. Sé que no todos tenemos las mismas expectativas, pero ese egoísmo debe apaciguarse o desaparecer frente al bien colectivo. Como están las cosas es una locura descomunal, elitista, clasista, llena de odio y rencor, desconsiderada hacia el prójimo e irrespetuosa. Las normas han de cambiar, el sistema se ha de humanizar. Todos juntos al paso, sintiendo la fuerza de la unidad con el único objetivo de incrementar el bienestar general y el progreso del país. Sin rivalidad con nadie, sin querer aprovecharnos de nadie, sintiendo la alegría de colaborar y ayudar al otro.

CORRUPTILANDIA

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 El capitalismo a medida es aplicado a la sociedad trabajadora, por supuesto para conseguir los mayores beneficios. Operan salvajemente, sin tener en cuenta la vida de las personas sino los números en las cuentas bancarias. Los gobiernos son socios necesarios para que el saqueo se produzca con una connotación de legalidad apoyada por leyes injustas, pero deseadas por todos aquellos que tomarán parte en el reparto de la tarta de los beneficios.

Engaño tras engaño, estafa tras estafa, con el consentimiento de los poderes, sacan rendimiento de lo que se parcelan como espacios privados para hacer lo que quieran, por lo general perturbar la estabilidad de precios, abusar con los mismos, empobreciendo a la población menos pudiente. Aprovechan cualquier situación infrecuente mundial para alterar las condiciones económicas de casi todo lo que necesitamos para vivir. Así ha sucedido con la energía, los combustibles, las viviendas, ciertos productos sanitarios vinculados a pandemias, mascarillas, respiradores, vacunas, etc. Ahora vienen provocando una mayor sequía de la que hay en realidad, pues según he sabido, hay detrás cantidad de grupos de inversión haciéndose con acuíferos, pantanos, redes de abastecimiento de agua potable, siendo ese el próximo gran reto que tienen para acabar de hundirnos; ¿se imaginan una feroz comercialización del agua potable a precios inalcanzables para muchos salvo las élites?

Vuelvo al gran timo que suponen los gobernantes, precisamente por apoyar directamente o indirectamente a esas corporaciones que viven del lucro disparatado de sus operaciones comerciales. Operaciones reservadas para ellos, acordadas, la mayoría de las veces, con ciertos políticos en puestos de poder. Cerradas ocultamente, sin que la ciudadanía se entere de la realidad de las condiciones, de las comisiones que suscitan para los facilitadores y, como no puede ser de otro modo, generando grandes beneficios para esos agentes mafiosos a los que los gobiernos dan cobertura, aunque ello fragmente más a la población, la empobrezca e injustamente les de la oportunidad de tener un coste cercano a cero en impuestos. O sea, se lo llevan casi todo, al país casi nada le entra de esas transacciones turbias, delictivas si leyes fueran justas.

He citado por encima el complot de los poderes del Estado, pero debo hacer más hincapié en el asunto por su carácter criminal. Sabemos que jueces y fiscales, contrariamente al sentido común de cualquier ciudadano, dicen proceso tras proceso contra capos de la política española, que a pesar de haber robado, manipulado pruebas, destruido en otras ocasiones. A pesar de haberse presentado audios, videos, testimonios de muy diversa procedencia, sobreseen los casos unos tras otros. Unos jueces aceptan que tal o cual organización es un complot criminal para delinquir, pero aquí no remueven a nadie de su cargo, no encierran hasta que sea devuelto lo robado, sino que por lo general todos los delitos prescriben, los jueces y fiscales no ven nada; los unos no sentencian, los otros no acusan, y ambos prevarican continuamente sin que el Estado de Derecho se hunda en su propia miseria.

Llegados a este punto de desesperación, indignación e impotencia, lo más sensato y obligado es oponerse al conjunto, ser un auténtico antisistema. Este sistema no respeta la vida de la ciudadanía, no procura su bienestar, los deseos bien sonantes se pierden en el aire en forma de vanas promesas. Una legión, un ejercito de colocados a dedo por ser políticos, familiares o conocidos de los mismos actúan como tropas de parásitos sin méritos suficientes ni probados para desempeñar las funciones que deben acometer. Es un ejercito de votos cautivos comiendo a nuestra costa, una forma de saqueo regulada dentro del conjunto de privilegios y mamandurrias que los señores políticos se auto conceden con desfachatez y caradura.

No entremos a la mierda bajo las alfombras de unos y otros, de los de un color y otro. De las cloacas, como se le ha dado en llamar. Cloacas fabricadas y autorizadas por los Gobiernos sin aprobación alguna por parte de la ciudadanía. Baste ver el último movimiento del actual Gobierno, cuando legisla ampliar el plazo a cincuenta años para dar a conocer los secretos de Estado. Prefieren que todos estemos en el otro barrio, nosotros y los autores de los enjuagues para informar a la población… ¡es una vergüenza! Hablo de corruptilandia.

SEGUIMOS

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La vida sigue a pesar de las trampas que muchos le hacen cada día. Sobrevivimos aunque estemos inmersos en un sistema corrupto y plagado de clanes mafiosos. Un sistema que es aprovechado por ciertos tipos que han sabido hacerse un sitio en esta sociedad, no por méritos propios sino por caradura e influencias, burlando la ley, apoyándose en amigos políticos, los cuales maniatan a los otros poderes para que las transacciones les sean rentables a los unos y los otros, resultando una asquerosa impunidad que les diferencia del resto de la ciudadanía española; al tiempo que deja muy mal parada a la justicia, pues tales procedimientos son burdos y prevaricadores, es como si jueces y fiscales no existieran cuando se trata de poner en su sitio a esos personajes del hampa empresarial y político.

Como es tan corrupta nuestra sociedad, y muchos se acostumbraron a la cultura del poco trabajar y dar el pelotazo, o llenarse los bolsillos con el esfuerzo del otro, que se ha extendido en todas direcciones aquello: “Tú eres tonto si no robas en cuanto tengas oportunidad”. Así que hay bandas organizadas, muchas veces escondidas tras las siglas de partidos políticos, que no dejan de saquear los remanentes de dinero público, llegando a ser muy grave pues si no sobra, que es lo corriente en estos tiempos, endeudan a toda la ciudadanía e hipotecan el país vendiendo deuda a diestro y siniestro para que entre dinero. Lo que ocurre es que la ciudadanía ya no se fía de los trileros que nos gobiernan ni de las transacciones que hacen, o los amigos con los que se relacionan. Tarde o temprano surgen los despilfarros, los engaños, las comisiones, los enriquecimientos ilicitos, los blanqueos de dinero y la empresas off-shore.

Además de lo indicado en el anterior párrafo, pero por el mismo motivo, todos aprovechan los incidentes que se estén dando en el mundo, como por ejemplo la guerra en Ucrania para encarecer la vida. Subida de precios de todo lo esencial para hacer caja, para aumentar indecentemente sus beneficios. Todos se suben al carro sin tener en cuenta la capacidad económica de la población, el que no pueda, que coma poco o casi nada, y si no, que se muera. Este mundo es así de insensible con el prójimo, los de arriba no se acuerdan de los abajo más que para explotarlos o saquearlos. Y como no hay quien ponga orden en este caos liberal-globalista, pues vale todo, ¿recuerdan cuando en el año dos mil surgió la nueva moneda, el euro, sencillamente la sinvergonzonería a la que me vengo refiriendo sirvió para elevar todos los precios un sesenta y seis por ciento. Todo lo que antes de la llegada de la moneda costaba cien pesetas, pasó a costar un euro, o sea, ciento sesenta y seis pesetas con algunos céntimos más. Esto lo hemos padecido los ciudadanos sin que ningún gobierno lo controlara, que yo recuerde era incorporar una moneda, pero ¿por qué significó que todos los precios se hubieran de elevar un sesenta y seis por ciento?, ¿acaso subieron también los sueldos en la misma medida? No, no sucedió, los salarios se convirtieron a euros. Que antes cobraba cien mil pesetas, pongamos por caso, pues pasó a ser de seiscientos euros.

La energía ha subido bestialmente, a pesar de la consabida estafa de que nos la cobran toda al precio más caro con respecto a la forma de generación de la misma. Explicado de un modo simple quedaría así: si generar electricidad mediante centrales que se alimentan de carbón vale 2, con gas vale 6, con fuentes alternativas 3, es solo un ejemplo, pues nos cobran toda la electricidad a 6 más sus márgenes comerciales, impuestos, cosas que se sacan de la manga, etc.

Ninguna guerra está justificada suficientemente como ser humano, tendríamos que bajar a cualquier otra categoría de especie, la que se os ocurra. Es un fracaso de comunicación y dialogo. Es un fracaso en las relaciones humanas y cívicas. Es una vergüenza para la humanidad y muy directamente para los actores del genocidio. Siempre pienso que los problemas entre Presidentes de diferentes países los debieran solucionar a tortas entre ambos, pero en ningún sentido llevando a miles de inocentes a morir. ¡Ojalá acaben todas las guerras en el mundo!, y todas las armas se derritan en cualquiera de estas olas de calor como si se tratase de helados fuera del congelador.

Para ir terminando, un tirón de orejas de nuevo a políticos parásitos, jueces y fiscales arrodillados, pues ambos impiden que haya justicia, dando como consecuencia la proliferación de delincuentes, mangantes y estafadores, la impunidad de éstos, la pobreza de buena parte de la población y peores servicios públicos.