De nuevo una
burrada de la justicia: Un chaval que gasta con una tarjeta falsa 79 euros y le
caen 5 años de cárcel. Con todo lo que ha llovido en este país en los últimos
años, que ha representado millones de euros, incluso confesados, como es el
caso de Jordi Pujol, por ahí, en Cataluña, dando vueltas por las calles.
Cantidad de millones de euros estafados a los españoles que están por ahí dando
vueltas por los paraísos fiscales, sin que caiga todo el peso de la justicia
contra los delincuentes. Y cuando parece que va a caer, lo hace levemente, en
diferido y al poco tiempo tercer grado, o lo que es igual: más carcajadas a la
espalda de la ciudadanía.
Con la
corrupción que hemos sufrido en este país, es como para darle una colleja al
chaval, y decirle: ¡anda, no lo hagas más, y tira millas!, y que siga con su
vida, pues han pasado seis años y el valor sustraído es una limosna vergonzosa,
al menos, comparada con el latrocinio de los señores de alto standing, que por
supuesto han demostrado no tener principios ni valores para vivir en sociedad.
Esa gente es parasita del resto de la población, se ha acostumbrado a vivir
saqueando al resto de las personas decentes y, por supuesto, la gente decente
no se deja embaucar por las prácticas corruptas y manipuladoras de los que
ahora vienen haciendo videos sin descanso y aplicando ritmos merengues a su
himno de partido. Lo más grave es que no se sabe lo que tiene que hacer esa
gente desaprensiva y ladrona, pagadora con dinero negro, estafadora, mafiosa,
que además no se enteran de nada, no saben nada, y que siempre confiesan
confiar en aquellos que los jueces van demostrando que han metido la mano en la caja.
Cada persona
que vote lo que quiera, estaría bueno que no lo hicieran o se lo impidieran,
pero es razonable pedirle a algunos millones de personas que lo hagan
consecuentemente; que no hay que tener apego a los colores cuando estos
presentan un programa e ilusionan a la gente, para acto seguido, incumplir la
totalidad de su programa. Si la situación no se lo permite aplicar, hay que
tener vergüenza e informar a los ciudadanos al día siguiente de tomar posesión
del cargo, y poner este a disposición del pueblo para que le ratifiquen, una
vez explicadas las razones que existen por las que no pueden gobernar según su
programa. Han pasado casi cinco años de los hechos, del asalto al poder en
Diciembre del 2011, y los ciudadanos inteligentes, lo recordamos; recordamos
los decretazos de cada viernes, el empeoramiento económico y laboral, el cierre
de cantidad de empresas, las miles de huelgas que se le ha hecho a la mala
gestión de este Gobierno, los efectos dictatoriales de su mayoría absoluta y
los cientos de casos de corrupción a lo largo de todo el territorio nacional.
¡La gente sensata, no podemos olvidarlo!, por ello, votamos en consecuencia.
Comprendo que
cuanto escribo no les guste a algunos, sobre todo a aquellos con situaciones
personales más desahogadas o pudientes, pero no se puede agachar tanto un
Gobierno porque pierde su soberanía a favor de la Troika. No todos han
reaccionado de igual modo, por ejemplo Reino Unido está en Europa de la manera
que a los ingleses mejor les conviene, ¿por qué España, no? El 26 J hay que ir
masivamente a votar, a petar las urnas para que las cosas cambien, dentro de lo
posible.
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