Pasó el día
del voto y estamos, de nuevo, en el tiempo de los pactos, repetición de la
jugada. Increíblemente, España ha votado, se supone que libremente y
legalmente, porque conforme han ido las cosas en este país en los últimos años “quién
sabe”, ha votado azul del Partido Popular, algo que a la gente decente de este
país nos ha cogido por sorpresa. Pero no una sorpresa cualquiera ni pequeña,
todo lo contrario, ¿cómo es posible que consiga ese partido, el de la
corrupción más extendida por todo el territorio nacional, un mayor número de escaños
o diputados?
Los españoles
no castigan con su voto a los que se han llevado cuatro años y algo más,
saqueando las arcas, castigando a la ciudadanía con sus recortes, burlando a la
justicia, manipulándola y creando el clima de impunidad más descarado que nunca
hemos vivido en España. Todo ello no ha sido suficiente para que, como debería
ser, la ciudadanía les hubiera puesto donde se merecían. Es más, conforme
fueron llamados por los jueces: Organización criminal para delinquir, no
deberían haber estado habilitados para presentarse a las elecciones…,¡es
incomprensible!
Ya saben
ustedes que el PP ha pasado de 123 diputados, conseguidos en las elecciones de
Diciembre pasado, a 137 en las actuales elecciones celebradas este último fin
de semana. No doy crédito al resultado, me es imposible pensar que tantos
españoles y españolas hayan seguido confiando en la fuerza política, que más
casos de corrupción tiene en su haber. Han manipulado tanto que no puedo
apartar de mí, la duda de que los resultados sean totalmente limpios; de veras
que quisiera poder pensar de otro modo, pero la credibilidad de ese partido
debería estar por los suelos conforme a la forma marrullera de moverse en el
interior de la Administración pública.
El cambio
tendrá que esperar y la formación de Gobierno, también. La actitud que muestran
los líderes políticos albergan cantidad de rabia y rencillas entre ellos, que
difícilmente van a posibilitar que se pacte un Gobierno serio para España. C’s
no quiere saber nada de la corrupción del PP ni del “radicalismo” de PODEMOS.
El PSOE dice que no facilitará el Gobierno del PP, porque no se abstendrá ni lo
apoyará. El PP está loco por hacer Gobierno con quien sea que caiga en sus
redes, y por qué digo esto, porque el “listo” de Rajoy ya ha dicho que va a
cambiar 4 ó 5 cosillas para contentar y convencer a PSOE y C’s, para que le
apoyen en la investidura. PODEMOS entiende que solo puede pactar con PSOE, pero
faltan 20 diputados, lo que tendría que incluir a todos los grupos catalanes y
vascos, de los que no quiere saber nada Pedro Sánchez.
De nuevo, el
choque de egos está servido, porque son incapaces de bajarse del pódium y
pensar solo en la ciudadanía. Ojalá me equivoque y en los próximos días nos den
la sorpresa, esta vez agradable, lógica y que nos lleve en una dirección que
convenga a las personas. La ciudadanía espera políticas de recuperación
económica, de creación de trabajos de calidad, salarios dignos, compromiso real
con las personas y no con los bancos como ha venido ocurriendo. Espero que si vuelven
a no cumplir los políticos, unas terceras elecciones las paguen de su bolsillo,
o se vayan todos a casa.
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