Como ciudadano
español me preocupa la situación de este país, y esto me hace cuestionarme si
España podría llegar a ser autosuficiente. El autosuficiente en el que estoy
pensando, es que sea capaz de generar ingresos por encima de los gastos; de
manera que no tenga que depender de dinero prestado, que lleva a endeudarse al país.
Hasta el momento, han justificado un falso progreso económico, al menos para mi
es falso, pues se han cargado la caja de las pensiones y la deuda pública ha
crecido hasta rebasar el cien por cien del PIB.
Es gravísimo
lo que ha ocurrido, se han suplido las carencias internas con la inversión
externa, o sea, más deuda al morral. Además, tenemos a los jubilados que
tiemblan de preocupación ante las voces que anuncian tener solo capacidad para
pagar las pensiones durante los próximos dos años. ¿Qué expectativas tenemos
los que vamos llegando a la edad de jubilarnos? En los últimos años el jubilado
viene siendo una pieza central y económica en muchas familias, a la que se han agarrado
a sus hombros algunos familiares, porque perdieron sus trabajos, están sin
ingresos y la única tabla de salvación es la limitada pensión de sus mayores.
Es por ello
que me cuestione si España podría llegar a ser autosuficiente con un plan de
industrialización, ordenado y extensivo. Exportando más y comprando fuera
menos. Recaudando más y gastando menos. En definitiva, regenerándose, tomando
conciencia de su situación y tomando decisiones hacia delante. Más industrias,
más investigación, mejor formación, mejor distribución de la riqueza, más
contundencia contra los defraudadores, corruptos y corruptores. Ni se puede
basar la economía del país en hacer polvo el futuro de nuestros mayores, ni en
exprimir más a la gente que está en las últimas, económicamente hablando. Hay
que hacer pagar a todos los ricachones al mismo nivel que lo hacen los demás,
no más, pero tampoco en un porcentaje menor. Hay que cerrar las puertas de las
maniobras financieras por las que se libran de pagar impuestos aquellos
poderosos empresarios, hay que ilegalizarlas. Y hay que castigar ejemplarmente
a todos los delincuentes monetarios.
Debemos ser
capaces de pensar en una España diferente, basada no solo en crujirle a los
ciudadanos o empobrecerles. Hay que recaudar, por supuesto, pero debemos
hacerlo con la tranquilidad de que nuestro dinero será bien empleado en ofrecer
a toda la ciudadanía los mejores servicios públicos. Sabiendo que mantenemos a
una serie de señores que, realmente, están cada minuto de su tiempo laboral,
mirando por lo que es de todos. Nos merecemos unos políticos honrados,
honestos, que sepan tratar cada euro público al que puedan acceder con total
transparencia, y empleándolo del mejor modo posible, mirando por él como si
fuera un gasto personal. La gente no puede pasar por las Instituciones sin
importarle nada lo que allí sucede, tiene que contratar o gastar como si fuera
dinero suyo, con el mismo rigor, exigiendo calidades, profesionalidad y, si es
posible, también precio. Ese es el modo que todos empleamos cuando contratamos
en nuestra vida privada, ¿por qué no lo hacen para desempeñar su función
pública?
Sé que España
puede reaccionar y cambiar, pero hace falta la renovación de las bandas mafiosas
que se nos han instalado en las Instituciones.
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