Si vieron
ustedes anoche a Pedro Sánchez en el programa Sexta Noche, se darían cuenta de
que las preguntas que le hicieron las familias allí representadas, fueron
contestadas, invariablemente, desmereciendo al PP o a PODEMOS; en ningún caso,
el contenido de las repuestas era resaltar las probables cosas buenas
realizadas por el PSOE, sino que más bien hacía hincapié en lo que él
interpretaba como menos acertado de esos partidos.
¡La elegancia
se ha perdido!, no importa cuanto se trate de
ensuciar o machacar al oponente como único sistema de quedar por encima
o en mejor lugar. Es patético el punto al que han llegado nuestros políticos,
que hacen uso de este arte tan lamentable y descalificador, que de tanto usarlo
termina descalificándolo, también a él. No tienen capacidad de hablar de su
programa, de lo que van a hacer y de cómo lo van a conseguir. Les es más fácil
y, supongo ellos creerán les es más rentable, el insulto; pero la realidad es
que las personas de bien estamos hartas de un estribillo tan repetitivo y mal
sonante, de una defensa tan “bajuna”, de tanta pobreza intelectual y de que
tomen por tonta a la ciudadanía.
Si este tipo solo
puede dar lo que mostró, no me interesa para nada. Alguien la llegó a preguntar
que por qué no había habido una Presidenta del Gobierno de España, que hasta
cuándo tendríamos que esperar. La respuesta la trató de basar en la paridad de
sus listas, en primer lugar. Después, prosiguió diciendo que tras su mandato de
estos próximos cuatro años. En ningún lugar, se le ocurrió decir que si gana el
PSOE, podría ser que cediera el puesto de honor a una mujer de su partido. Él
también quiere el sillón contra viento y marea, ¡no nos engañemos!
Él si mintió,
al menos hasta donde yo he podido leer, cuando dijo que no sabía de ningún
expresidente que estuviera cobrando sueldo vitalicio. Si se va a medios de
comunicación serios podrá informarse, pero él lo sabe, solo que la persona
trabajadora autónoma que le estaba interpelando, le hacía ver el agravio comparativo
que existía entre los salarios actuales de los trabajadores de este país y el
de los políticos. Él sabe que Felipe González, Aznar y Zapatero no renunciaron
a tales ingresos vitalicios y, que por tanto, los reciben del erario público, a
pesar de estar en diferentes puestos de consejos de administración de empresas
privadas, al menos dos de ellos.
Nos mintió,
pero eso es algo que suelen hacer frecuentemente los políticos españoles, por
tanto, es algo que le sale a este y a los demás, como bastante natural. Si nos
miente antes de ir a votar, que nos debe mimar para que le concedamos nuestro
voto y le alcemos a lo alto de la tabla; ya podemos imaginarnos que si llegara,
ante la presión de los que tienen los dineros, lo que será capaz de decirnos y
hacernos. Prefiero ver venir los miuras de frente, que envueltos en tantas
falsas carcajadas, que fueron muchas las que tuvo que soltar y muy forzadas,
así como muchas de las sonrisas. No me fio, lo siento, pero no puedo decir otra
cosa y me debo quedar tan pancho como él cuando dijo que cobraba cuatro mil
euros netos al mes. Los obreros tienen que aceptar las ridículas condiciones
laborales que ellos han consentido, por la obra y gracia de las reformas
laborales tanto del PSOE como del PP, y encima nos pide el voto; ¡esto es de
risa! ¿No os parece?
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