A esta hora
tan temprana ya es una realidad, con el escrutinio casi terminado, Reino Unido
se marcha de la UE. Comienzan los primeros movimientos de descenso del valor de
la libra, como primera amenaza del poder monetario, pero ya veremos si la
sangre llega al río. Seguro que Reino Unido tendrá mecanismos a su alcance para
que no sea este paso una debacle, estoy convencido de ello.
Algunos culpan
a Cameron, por los medios de comunicación, de haber permitido un referéndum en
Reino Unido. Siempre hablan los menos demócratas, los totalitaristas, pues de
otro modo no se entiende, ¿tan difícil se hace comprender que son los pueblos
los que han de decidir sus destinos, y no los hombres de negro? Ya estamos hartos
de la manipulación bestial que soportamos todos los habitantes del mundo, con
los dictados de los que ponen los dineros. Son los zánganos componentes de los
Gobiernos, acostumbrados a vivir del cuento, de las subvenciones, de los
impuestos, de los créditos, de las comisiones y de las malversaciones de
dineros públicos, los que se venden a esos poderes ocultos, adaptando las leyes
a la conveniencia de los mismos en detrimento del bienestar de los ciudadanos,
del progreso de la sociedad y de la autosuficiencia de los países. Por eso
necesitan estar soportados, económicamente hablando, por los inversores
externos; siendo los Gobiernos los que hacen que esos inversores sean
imprescindibles en la marcha del día a día.
Reino Unido
tiene personalidad propia y ha sido honesto consigo mismo, no soporta que su
soberanía esté secuestrada por las leyes de la UE, cree que aporta a la Unión
más de lo que recibe, entiende que no es imprescindible estar dentro y ha decidido
salir de la UE, ha votado mayoritariamente por el Brexit. Se abre un tiempo
apasionante de lucha de los personajes oscuros del poder monetario, que
intentarán hacerles la vida menos bella a los británicos, pero Reino Unido es una
nación potente que no se dejará amedrentar, que es como los señores de negro,
omnipresentes en todo el mundo, hacen sentirse a los países donde tienen intereses
económicos. Es por todo ello, que se abre un tiempo de un interés singular, no
solo en lo económico, que también, sino en lo social, político, en la reacción
de las Instituciones británicas frente a toda esa ofensiva que seguro van a
pretender la mafia del dinero.
El dinero no
es malo, pero cómo hace uso algún sector de la mafia oculta, sí. Hay un grupo
de poder que lo antepone a las personas, a los derechos de una vida digna, al
reparto equitativo y justo de la riqueza, a la no explotación de los seres
humanos, a la muerte de la gente, a las enfermedades, a la pobreza, al hambre,
a la contaminación y a las guerras. Esa gente que actúa así, es escoria
maligna, ponen el pie en el suelo cada mañana con un plan de rentabilidad
independiente del daño que puedan producir. Su objetivo es volver a ganar
dinero, en cantidades ingentes si es posible, a cualquier precio. Tened en
cuenta que hablamos de la mafia, de los traficantes de armas, de los narcotraficantes,
de los que arruinan la vida de las personas o mata gente por el poder y por los
beneficios crematísticos, aunque se apelliden ilustremente.
Me gusta que
la gente reaccione contra el sistema que le oprime. Me gusta que luchemos por
sentirnos libres y felices. Me gusta que a esa gente malvada no les salga el
negocio sucio que se traen entre manos y, sobre todo, me gusta que el poder lo
tenga la gente llana del pueblo, que es como debe ser; Reino Unido, un ejemplo
de ello y de democracia, sin miedo a que su gente decida.
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