Con qué
facilidad podemos alcanzar el punto de no retorno violento, que puede hacer que
algunos maten a sus semejantes. Hace unos días, asistimos a la noticia del
individuo que en la población americana de Orlando, entró de madrugada en una
discoteca gay, ocupada por unas trescientas personas y comenzó a ametrallar en
todas direcciones, matando a unas cincuenta personas y dejando heridas a otras
tantas. Al final el asesino es abatido por las fuerzas del orden, y la esposa
de aquel estaba al tanto de todo, y no hizo nada por evitarlo, ¡hay más
enfermos mentales de los que están diagnosticados!
Otro frente
abierto que no cesa es el de la violencia de género, mujeres asesinadas por sus
parejas o exparejas, personas que no soportan ser rechazados o reemplazados
porque tienen tal sentido de la propiedad, que creyeron que sus chicas o
mujeres les pertenecían. A eso le preceden años de maltratos físicos y
psicológicos, para terminar asesinando a las mujeres. Lo sorprendente son
aquellos casos en los que siendo preguntados sus vecinos, suelen declarar que
era una pareja muy unida, educados, que nunca habían dado muestras de violencia
ni se les oía discutir, etc.; o sea, que aún es más incomprensible, pero al
final, no se sabe por qué, los asesinos cogen un cuchillo o un arma y acaban
con la vida de la que parecía era su pareja ideal. Ya lo digo, hay mucha gente
a la que se le cruzan los cables o guardan su enfermedad muy al fondo.
No hablemos de
muchos de los países árabes, donde siempre aprovechan para inmolarse en
aquellos lugares donde más afluencia de público hay: mercados, estaciones de
autobuses o trenes, museos, playas. Aparece el coche, la moto o la bicicleta
cargada de explosivos, una mochila o una persona que lleva su cuerpo rodeado de
explosivos, y con un tremendo fanatismo enfermizo, porque no puedo llamarle de
otro modo, activa el detonador que hará estallar la carga llevándose por
delante la vida de algunas decenas de personas inocentes, ajenas a los
intereses asesinos de esos desarmados.
¿De qué serán
producto las mentes que incurren en estos actos inhumanos? ¿Provocan los
asesinatos una situación de desesperación personal o familiar? Podemos buscar
miles de excusas, a cada uno se nos ocurrirán unas cuantas, pero de ninguna
manera podemos justificar a los asesinos. La falta de amor, el excesivo odio y
el fuerte deseo por doblegar la conducta de los semejantes, provoca muchas
muertes en el mundo. El no estar en el centro de uno mismo, el no haberse
enterado de nada y dejarse llevar por la agresividad propia o impulsada por los
que saben lavar el cerebro a otros, propician la muerte, los actos violentos y
la depravación de la conducta humana.
Hay cantidad
de gente que necesita ayuda, pero como escogen voluntariamente seguir a un líder
degenerado, lo que consiguen es morir, exponer sus vidas y quitársela a los
demás, ¿el premio cuál es? Los de la violencia de género han de estar en una
situación muy desesperada para acuchillar a sus mujeres y, a veces, a algunos
de sus hijos. Están, igualmente, mal de la cabeza, pues solo tenían que abrir
la puerta y marcharse si no son felices junto a sus parejas. Irse y comenzar
una nueva vida, pero habrán muchos términos medios: los que no quieren irse
ellos sino que desean que lo hagan sus mujeres, los que no soportan que les
hayan dejado de querer, los que no aguantan una nueva relación de sus parejas,
etc. Es un tema difícil de terminar con él, a no ser que se aumente el nivel de
educación, para mí es asunto de la base, de lo que se ha aprendido y visto
desde pequeño. Pienso que cuando se alcanza un punto adecuado en la educación,
proliferan unos valores humanos que se asientan dentro y se manifiestan fuera,
que hacen imposible que la persona degenere al nivel de cometer un asesinato y,
menos aún, premeditado. Concluyo diciendo que para mí es un problema de
educación y maduración, por tanto, no se va a acabar por mucho que gritemos que
la violencia machista se acabe. El terrorista es más fácil combatirlo porque la
organización tiene lugares conocidos donde entrena, donde residen los líderes,
están localizados, tienen vías de financiación evidentes, y se puede ir a la
raíz del mal en cuanto Naciones Unidas lo decida.
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