Hace un par de
días vi un video en You Tube de un tal Gary Yourofsky, titulado: El mejor
discurso que jamás escucharás, y te prometo que no te dejará indiferente. Es
una forma de tomar conciencia sobre la crueldad hacia los animales, el maltrato
en los mataderos, la manipulación de las multinacionales para que consumamos
carne, que posteriormente nos harán consumir medicamentos para combatir los
efectos en nuestro cuerpo de una alimentación inadecuada para nuestra condición
orgánica y fisiológica.
Mejor que todo
lo que te pueda yo decir, es ver la charla o conferencia que Gary ofrece en un
aula universitaria, te pone los pelos de punta y te hace tomar conciencia de lo
injusto que estamos siendo con esos otros seres vivos. Asimismo, no se entiende
como los Gobiernos son permisivos con esos asesinatos que se llevan a cabo cada
día en el mundo sobre seres inocentes. El dolor que vas a sentir te aseguro que
te hará reaccionar y tomar algunas decisiones. Es bestial comprender qué hay
detrás de esa hamburguesa que te sirven en un establecimiento de comida rápida,
o lo que ha sucedido con todos esos animales que ahora son trozos de cadáveres
en descomposición, que están expuestos en las vitrinas frigoríficas de las carnicerías.
Los sacrifican en vivo, a la mitad de ellos los rajan en todo su conocimiento y
les dejan ir desangrándose mientras van de un lado para otro del matadero,
colgados por un gancho que les tiene agarrado por una de sus patas traseras. En
el camino se golpean con todo tipo de hierros, y algunos con un hilo de vida,
todavía, se dejan caer desde la altura, golpeándose con el suelo, vivos aún,
para resbalar hacia una trituradora.
La única
manera de terminar con todo esto es exigir leyes diferentes de protección de la
vida animal y, por supuesto, tomar conciencia de que debemos respetar su vida.
No debemos seguir comiendo carne de ningún animal, ni ningún producto o
subproducto procedente de aquellos. Es un hábito educacional y tradicional
comer carne, pero no nos hace falta, podemos nutrirnos perfectamente con
verduras, frutas, frutos secos, legumbres, germinados, etc. En ningún caso no
es necesaria la carne, los huevos o la leche; todos ellos nos acidifican la
sangre y la mayoría de las enfermedades encuentran en el medio acido su mejor
caldo de cultivo. La alimentación adulterada y hormonada que les dan a los
animales para conseguir mayor producción de carne, leche, etc., pasa a nuestra
alimentación. Son aditivos nada saludables que son ingeridos al principio por
los animales y, posteriormente, por todos nosotros; después aparecen los
problemas cardiovasculares, digestivos, etc., y el correspondiente consumo de
medicamentos.
Cada día se
está maltratando y asesinando animales con el beneplácito de las autoridades.
Si nosotros dejáramos de consumir esos productos procedentes de animales
inocentes, condenados a muerte salvajemente, se pondría fin a la industria y a
la comercialización de cadáveres, carnes en estado de putrefacción. Es así el
proceso que comienza inmediatamente después de morir el animal, las bacterias
proliferan en sus tejidos a pesar de que se refrigeren o se congelen. El
proceso de putrefacción no termina ni dentro de nuestro aparato digestivo, y
esto no es nada sano ni conveniente para las personas que ingieren cadáveres.
Comprendo que esto no guste escucharlo, pero es así. ¡Ve el video si te
atreves!
No hay comentarios:
Publicar un comentario