Hoy Reino
Unido acomete, una vez más, el ejercicio democrático de permitir a la gente británica
decidir sobre su futuro en la Unión europea. Es un ejercicio, el más democrático
posible que se puede llevar a cabo cuando se vive en una democracia plena y
moderna, y en la que no imperan los réditos del miedo. Se cree oportuno votar
sobre cierto tema y se realizan las votaciones, como un pueblo maduro y adulto
que cree que la ciudadanía ha de manifestarse sobre los asuntos que le compete.
Esto tan sencillo y noble es, un imposible en España porque algunos se empeñan
en mantener secuestrada la soberanía del pueblo. La Constitución española que
ha de estar oxidada, según algunos, no es motivo de un mantenimiento y
actualización adecuados a los tiempos y los problemas que se suscitan.
Reino Unido va
a celebrar en el día de hoy el referéndum sobre su posible salida de la UE, y
no he oído a los demás estados miembros pronunciarse en el sentido de vetar el referéndum
o de querer decidir por sentirse afectados. Sin embargo, cuando se habla de dar
el mismo derecho al pueblo catalán, se levantan las voces de esos mismos
políticos, porque creen que si se llevara a cabo el referéndum tendríamos que
manifestarnos todos los españoles. Lo de los catalanes lo tengo clarísimo, son
ellos los que deciden querer irse de España, pues que decidan ellos, y si
llegara el caso, habría que ajustar cuentas que tendrían que saldar antes de
distanciarse. Es como la familia en la que uno de los hijos decide
independizarse, pero el resto de la familia le dice: “eso lo decidiremos entre
todos los miembros de la familia”, me parece que no, que eso no va así. Somos
adultos, y es hora de que los poderes suelten, liberen a las personas de la
esclavitud psicológica que los sistemas institucionales imponen. Vamos a
dejarnos de romanticismos: “romper España”, España es solo tierra, un trozo de
ella, y la sociedad española son sus gentes, pero no debemos tener apresados
nuestros proyectos, así que cada conjunto social que decida cómo quiere vivir,
pues al fin y al cabo, es la vida de la gente, ¡Dejemos que cada uno la viva
como desee!
Volviendo al
Brexit, como es lógico encontramos a los defensores y a los detractores. Unos
defienden salir y los otros permanecer en la UE. Los argumentos de los que
desean irse son:
- No quieren leyes europeas que tengan el control sobre las votadas democráticamente,
o sea, no quieren sentir que pierden soberanía.
- No quieren que la UE tenga el control sobre las políticas
comerciales.
- Quieren poder gestionar sus fronteras.
- Creen que aportan más dineros que muchos otros, y que hay diferencias
entre los estados miembros.
- No quieren dar a los inmigrantes, en los primeros años, las mismas
condiciones y prestaciones públicas que al resto de la población.
Los argumentos de los que
defienden permanecer en la UE son:
-
Gran Bretaña es más fuerte en Europa.
- Cortar con Europa puede tener consecuencias devastadoras para la
economía del país.
- Beneficios y ventajas para que los bancos operen en otros países de
la UE, gozando de los acuerdos
europeos.
He visto muy floja la argumentación de
los que pretenden quedarse, solo razonamientos que inducen miedo a la
población, y mucho de empuje por detrás de los sistemas financieros y grupos de
inversión. Bancos americanos instalados en Reino Unido para hacer negocio, valiéndose
de estar en suelo europeo, esto es casi lo único que les importa.
Una UE con un
trato desigual, sin unas políticas comunes, etc., es una organización que
permite privilegios a unos y a otros, conforme a sus intereses o a las
presiones que ejerzan. O vamos a una Europa con un Gobierno único para todos
los europeos, y con las mismas medidas en todos los ámbitos sociales, equiparándonos
a los mejores estándares, si queremos ser punteros, o Europa tiene un recorrido
muy corto en el tiempo.
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