Hace unos días
supimos que Pablo Echenique de Unidos-PODEMOS había tenido algunos años a un
trabajador, para ayudarle con su dependencia, al que le pagaba sin tener
contrato ni nómina, ¡pues muy mal! Igual que critico a sus oponentes cuando lo
hacen mal, también le critico a Pablo. En política hay que andarse con cuidado
porque los adversarios miran bajo las piedras para encontrar algo que lanzar a
la cara y tratar de descalificar ante la mirada del público, que somos los
españoles.
Todos, en
algún momento de nuestras vidas, hemos pagado algo en negro: una reparación de
coche, una pequeña reforma en el hogar, etc., todos, estoy seguro de ello que
eso ha ocurrido a lo largo de la vida. Pero en política rebuscan en tu vida
presente y pasada para sacar toda la porquería, y si esta existe estando en la
vida pública es inadmisible. No es compatible, de ninguna manera, la gestión
pública y estar fuera de la ley. Por tanto, se debería pedir la dimisión de
Pablo Echenique, pero qué sucede, que si por este detalle se pide la dimisión
de Pablo, con lo que han hecho y hacen otros, tal vez, nos quedemos con dos o
tres políticos válidos. Que por otro lado, es como debería ser, ¡todos a la p…
calle! y comenzar con una hornada nueva, pero ya digo, en el pasado todos
tenemos alguna mancha, estoy seguro de ello, lo que hay es que mirar con lupa
para vigilar que durante su intervención en la función pública, su expediente
sea inmaculado.
No obstante,
como he dado mucha caña para las formaciones más acomodadas y antiguas, que se
vea que también lo puedo hacer para los que vengo votando, lo bien hecho, bien
hecho está, pero lo mal hecho hay que recriminarlo y si tiene la suficiente
importancia, hay que pedir la dimisión de quien sea. Y basta ya, de que el
diputado sea dueño de su acta, todo es del partido o del pueblo, y el que meta
la pata… a la calle, a buscarse la vida como cualquier parado más. ¡Ah, otra
cosa! y ya vale, no que este sea el caso, que cuando alguien es un delincuente
en un cargo político, se le eche y vuelva a pedir su plaza como funcionario
público, como ha pasado en infinidad de ocasiones. ¿Cómo se va a permitir que
alguien que nos ha robado cuando tenía un cargo político, ocupe una plaza en el
funcionariado? Tiene que perder su plaza… a la calle. A buscarse la vida en el sector privado, que
seguro que tiene cantidad de amigos y conocidos (tráfico de influencia) como
para que le den trabajo.
El ejemplo de
Pablo, debe poner en alerta a todos los políticos para que sean mucho más
cuidadosos de sus vidas privadas y hagan las cosas con corrección y conforme a la
ley. Hay periodistas indagando constantemente en la vida de los que interesan
hacer caer, así que todo cuanto hagan va a ser revisado, van a conseguir copias
de lo que se pacte o firme, y todo saldrá a la luz. Hasta en los actos más
confidenciales hay filtraciones, tarde más o menos, alguien consigue una copia
de lo pactado o una grabación de lo hablado. Está a la orden del día… como
sabemos, ni en el despacho del Ministro del Interior se puede celebrar una
reunión sin que se llegue a conocer de qué hablaron. Hay maletines espías,
relojes y bolígrafos que graban, botones que son cámaras, broches de señoras
que también toman imágenes, etc. Así que hay que andarse con mucho cuidado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario