La UE no puede
parecer el lobo amenazador, preparado constantemente para atacar y, mucho
menos, serlo. España no puede vivir y desarrollarse atemorizada y humillada por
los dictados de la UE. España, tal como ya hizo Reino Unido desde el principio
de su adhesión, ha de imponer sus condiciones para permanecer en la UE, que han
de ser las que convengan al pueblo español.
Con el paso
del tiempo, hemos podido observar que no solo hay una forma de estar en la UE,
sino que algunos países lo están de un modo negociado, que se ajusta al interés
de esos países, ¿por qué España no puede imponer su forma de estar en la UE?
Claro que debe hacerlo, no puede seguir ni un minuto más sometida a las medidas
económicas que no nos vengan bien, no nos interesen o impidan que crezcamos
libremente, sin presiones, amenazas o sanciones.
Los
economistas deberían hacer un estudio minucioso y centrado en el bien de la
gente, no del Gobierno, la diplomacia, los negocios privados o las comisiones;
para saber si a España le interesaría poner, de nuevo, en marcha la máquina de
hacer dinero, o sea, volver a la peseta sin salirnos de la UE. De igual modo,
que ese estudio que hicieran arroje luz sobre el futuro y las vías de
crecimiento, que se aparten de los recortes y la austeridad; que han sido en
estos últimos años los que han dado alas a los poderosos y a los grupos
inversores, haciéndoles más ricos, al mismo tiempo, que la ciudadanía española
en general se ha hecho más pobre.
Como sabemos,
en la UE se puede estar de diferentes formas, por eso España ha de estar de la manera
que interese a los españoles, y cuando digo a los españoles, es a la gente de
la calle, a la gente sencilla y trabajadora, no solo a los del poder monetario
y sus amigos. Una vez más falta humildad, honestidad, honradez y coraje en
nuestros políticos, porque solo ellos nos han llevado al lugar donde estamos.
La ciudadanía solo se ha levantado cada mañana para ir a trabajar y cumplir con
sus obligaciones tributarias impuestas por la Hacienda que antes éramos todos,
hasta que la abogada del Estado aclaró en el juicio del caso Nóos, que eso que
vendían los Gobiernos era humo, que Hacienda no somos todos, que era solo un
eslogan publicitario con el que nos han tenido cuarenta años engañados.
Ya es hora de
plantarnos y ponerles los puntos sobre las ies a Merkel, al BCE, al FMI, etc.
Para eso dicen que somos la cuarta o la quinta potencia económica de la UE, e
igualmente dicen que por nuestro volumen, no nos pueden dejar caer o rescatar
como ya hicieron con Portugal, Grecia o Irlanda. Así que se dejen de exprimir y
de tanta austeridad, y que el Estado español tenga más vergüenza y mire más por
los españoles, y se deje de tantos recortes en materias esenciales como la
educación o la sanidad. En lugar de eso, que exija la devolución de lo robado a
tantos personajes siniestros que nos han saqueado en los cuarenta años de
democracia. Que no permita seguir a sus anchas a los morosos de Hacienda, que
los hay muy conocidos y famosos, con grandes movimientos empresariales, pero
debiendo cantidades muy importantes y, sin embargo, están en la calle. Que no
permitan a esa gente, a los clubes de fútbol, a los amnistiados y a los
banqueros rescatados con dinero público, reírse de la ciudadanía en su cara.
Dinero habría, si el Estado español hiciera sus deberes.
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