Ante la
impotencia de crear empleo de calidad, además de mayor número de ofertas,
deciden o proponen que el Estado, o sea, todos nosotros completemos los míseros
sueldos que están abonando los empresarios en la actualidad, para que en una
casa se pueda comer. ¿No es esto una vergüenza y un engaño? Pues este es el
nivel que dan los políticos aspirantes a gobernar España. ¿Por qué se metéis en
este jardín?, ¿sólo entendéis que es ayuda social dar el pez, sin enseñar a
pescar?
Lo que sucede
es que no se atreven a estornudarles a los empresarios, no vaya a ser que
tengan una mala reacción, hagan las maletas y cierren las puertas del
chiringuito. No quieren pensar, ni tan siquiera por un momento que el número de
desempleados comenzara a dispararse. Es por ello que prefieren decir a los
empresarios: “seguid como vais que con ustedes no va el tema”, “nosotros nos
encargamos de vuestras obligaciones o parte de ellas”, “pagamos todos”. Esto
parece como si hubiera que pagar una tasa o peaje para poder trabajar. Es como
si se diera el pistoletazo de salida en la carrera por descargar de sus
obligaciones y gastos a los empresarios.
A los
empresarios, y ya lo he dicho muchas veces, hay que ofrecerles unas condiciones
favorables para que creen empleo, pero no se le puede dar toda la
responsabilidad a ellos, pues jamás acabarán con el desempleo; sencillamente,
porque no les interesa. A mayor desempleo, mayor cantidad de gente desesperada
por conseguir trabajar, menor las exigencias, por parte de los trabajadores,
para acceder a los puestos de trabajo y peor pagados estarán cada día que pase.
Por lo tanto, el conjunto de los españoles que es lo que a mi me importa, no el
boato de los cargos públicos y sus denominaciones, debemos decidir cómo debe
ser el sistema para que todos podamos tener trabajo, algo que en manos de los
políticos vendidos a los poderosos, jamás nos van a solucionar. Debemos
movilizarnos ya, porque vamos algunos años tardes con respecto a la gran jugada
que nos han hecho con la estafa llamada crisis. Nos dejaron a muchos en las
calles, sin trabajo, sin dinero y a algunos sin casa. Disponen de nuestros
dineros para abonar lo que a ellos, los políticos, les interesa y les da
rédito. Tenemos que abrir los ojos de una vez y movilizarnos por millones, sí,
las ciudades enteras menos los que estén viviendo a tutiplén, a esos no les
interesa que se muevan ni siquiera las comas de los textos.
O arrancamos,
o seremos casi todos unos marginados de aquí a no muchos años. ¿No se dan
cuenta de que han hecho ya varios intentos de privatizar la sanidad, la
educación y ahora hablan de privatizar las pensiones?, ¿lo próximo será el
contador por vivir o respirar, el de los pasos, el de los vasos de agua que
bebamos, la saliva que traguemos o los tuits que pongamos en la red? ¡Ya está
bien!, ¿qué tienen que hacernos para que saltemos de las sillas como resortes a
defender lo nuestro, lo que es de todos? Tenemos una necesidad urgente de
ponernos en el lugar del otro e ir todos a una. Si alguien convoca una movida,
debemos respaldarla toda la ciudadanía. Tenemos que ser un ejercito de hombres
y mujeres no violentos, pero luchadores y constantes, en pro de nuestros
derechos y para recuperar el poder que debe estar en nosotros, no en manos de
gente que han pervertido el sistema para convertirlo en un régimen de
privilegios de unos pocos.
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