Se vienen
escuchando algunas proposiciones, que les voy a llamar indecentes. Se alzan
voces desde el Gobierno y su pequeño aliado ocasional, que vienen hablando de
recortar las pensiones a la mitad, de que la gente contrate planes de pensiones
privados con entidades financieras o que la gente joven que no esté estudiando
ni trabajando se tengan que incorporar a filas. También ha habido ocasión de
escuchar la guinda que ha soltado la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya de
Santa María, reprendiendo que se le consulte tanto a la ciudadanía. Pero, bueno,
¿qué idea de progreso, mejora y conquista de derechos tienen estas gentes? Vamos
para atrás como los cangrejos, no han tenido suficiente con dinamitar la
sociedad del bienestar, sino que nos quieren pobres, tirados por los suelos o
en una plaza pidiendo limosnas porque no llegamos, no a final de mes, sino a
mediados del mismo.
Y lo del
reclutamiento es una broma de mal gusto, o es que están preparando un terrible
episodio bélico que la ciudadanía desconoce. Supongo que están queriendo matar
dos pájaros de un tiro: disminuyen el número de desempleados y se evitan tener
que proyectar un plan de industrialización como Dios manda; así evitan
enfrentamientos con sus amigos los empresarios, al mismo tiempo que seguiría la
mano de obra muy barata, porque esta gente va a hacer que el euro valga mucho
por ser tan preciado, y por la elevada carencia o pobreza que vamos a sufrir si
siguen gobernando estos inútiles. La
ciudadanía debe ir pensando en organizarse frente a estos mensajes, propios
de una dictadura rancia.
No habrá un
buen Gobierno hasta que se vayan estos traidores y ladrones, sí, son dos en
uno: apátridas y chorizos, prefieren una España pobre y sin servicios públicos
mientras ponen sus cuartos a buen recaudo en los paraísos fiscales, antes que
una población feliz que disfrute de un buen nivel económico. No quieren que les
hagamos sombra ni que nos parezcamos a ellos. Ellos prefieren seguir siendo el
status de los ricos que dominan al resto de la población pobre. Estoy harto de
esta gentuza que viene a aprovecharse de lo que es de todos. Gente que nos roba
al mismo tiempo que se arrodilla ante extranjeros que nos obligan porque antes
nos endeudaron. Y si nos endeudamos es por la mala planificación de nuestra
economía: la eliminación de empresas, la privatización de los servicios y de
las industrias estratégicas, la cantidad de años que se llevan pagando sobrecostes
en las contrataciones públicas, el sabotaje continuo de las arcas públicas,
etc. Pocos han mirado por lo que es de todos y hemos llegado a tener que avalar
la deuda pública con nuestra soberanía. Ahí se terminó el Estado español para
ser un tentáculo de la Troika. Antes se nombraba mucho a la Troika, al conjunto
organizativo de Bruselas, Merkel, BCE y FMI (Los hombres de negro, ¿recuerdan?)
Ahora suena como de broma, pero no lo es en absoluto, siguen arreando castañas,
amenazando con las sanciones y obligando a cumplir el déficit; lo lamentable es
que cuando el Gobierno de turno baja la cabeza y asume la culpa, el rival le
come las entrañas, como está sucediendo en la actualidad.
Reino Unido ha
estado en la UE a su gusto, con sus condiciones hasta que le ha convenido. Al
mismo tiempo, cuando lo ha creído oportuno se ha dado el bote, y que sepamos
nadie se ha muerto, ni Reino Unido se ha hundido, ni la UE ha reventado. Las
amenazas y los malos presagios se lanzan al viento para acojonar a la gente,
pero hay algunos que se dejan influenciar fácilmente. Los gobernantes españoles
tienen que girarse un poco y dirigir sus miradas hacia la gente española, a los
que hay que favorecer en primer lugar, a los que hay que dejar de engañar ya; y
en lugar de pagar miles de millones en intereses al ritmo que nos indiquen,
pongamos nosotros los plazos y los tiempos para no sentirnos ahogados ni
destruir nuestro estado de bienestar. Si lo quieren bien, y si no, adiós y muy
buenas.
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