En el momento
que el PSOE se convirtió en el partido de las costureras y los sastres, Rajoy
no perdió ni un minuto para llamar al Presidente de la gestora del PSOE, para
ver qué podía pescar en el mar revuelto. No obstante, Rajoy sigue a lo suyo y
ahora manifiesta que no solo se conforma con la simple abstención de las
costureras y los sastres en una hipotética tercera investidura, sino que
necesita un compromiso de los de la aguja de que les van apoyar para sacar
adelante sus presupuestos y… todo lo que ellos y Europa quieran. Rajoy quiere
una abstención con carácter de Sí, y yo me pregunto: ¿con qué caradura pide
esto, ellos están en disposiciones de hacerlo cuando les salen los chorizos de
debajo de las mesas?, ¿podría el PP asegurar a los costureros que ningún miembro
del PP, de ninguna Institución, se verá envuelto en ningún caso de robo a lo
público? Porque que sepamos Rajoy no hace nada para evitar la podredumbre que
hay en el seno popular, todos escuchamos lo que dijo hace meses que ya no
soportarían ni una más, y desde entonces se han sucedido todos los individuos e
individuas delictivas que se han ido descubriendo, porque ni son todos los que
han salido, ni han salido todos los que son… hay muchos más, puesto que tenemos
conocimiento del diez por ciento de toda la corrupción cometida.
Hay mucho más
que no ha dado tiempo a investigar, los juzgados están a tope y muchos
funcionarios maniatados, muertos de miedo a perder su puesto de trabajo si
delatan o, sencillamente, de trabajo hasta el moño. Hay cajas de documentos en
almacenes apartados, en polideportivos, en cocheras que nadie visita; o sea, se
han quitado de en medio o, simplemente, no han dado permiso a los funcionarios
para que accedan a ellas. Son chorizos, delincuentes o maleantes, como guste
llamarle a cada uno, pero no son tontos y, por supuesto, el PP no está en
condiciones de obligar a nadie a nada con la que tiene encima. El PP está en
funciones y hay una Cámara con 350 diputados elegidos por la ciudadanía, pero
no se le ocurre al PP tomar la iniciativa de proponer a todos que se modifique que
los mangantes sean los propietarios de sus actas, y que cuando estén envueltos
en casos de corrupción, o fuera de la ley de algún modo, se vayan a la puta
calle, que es lo que se merecen; no seguir cobrando del erario público. En la
cabeza del PP, que es lo mismo que decir, de Rajoy, no está la regeneración tan
vendida públicamente. Este partido ha hecho de las donaciones ilegales, los
sobrecostes de las adjudicaciones y las comisiones, su medio estructural para
subsistir. No saben vivir el día a día sin meter la mano en la caja que es de
todos, se llame de pensiones, Caja Madrid, Banco Malo o bueno y, por supuesto endeudándonos
a todos al haber casi duplicado el tanto por ciento que representa la deuda
pública con respecto al PIB del país. Esto es PP, esos son los resultados de
sus políticas: empobrecimiento, gastos, dineros que se pierden a raudales,
cuentas en paraísos fiscales, penas de cachondeo para sus corruptos, peores
servicios públicos y peligro de privatizar el país.
Que se anden
con pies de plomo los costureros, y miren bien qué van a hacer, pues el socio
pretendido se hará llamar constitucionalista, pero la Constitución se la pasa
por el forro de los huevos cada vez que le da la gana, como ha demostrado
cuando le ha interesado. Asimismo, ha demostrado ya con la carta remitida a la UE
cual es su estrategia: recortes y más recortes…, el bienestar de los españoles
y españolas le importa un rábano.
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