Con motivo de la
fractura del PSOE muchos habréis escuchado a los políticos de ese partido como
repetían, como papagayos, que había que coser el partido. Repiten el término
como si fueran idiotas o se hubieran contaminados por un gas que los volviera
tontos, ¿cómo es posible que no tengan personalidad propia?, ¿cómo es posible
que la disciplina de partido les absorba tanto el cerebro?... lo que yo digo:
son muñequitos… ¡qué lástima!
Tras el golpe aceptado
por un sector del PSOE contra la otra parte, unos partidarios de Pedro y otros
de Susana al parecer, hay algunos de los que han sido arrinconados y derrotados
que se expresan en términos de partir la disciplina de voto y yo lo veo
magnifico. Es como hay que ser libre dentro de un partido, debatir y
manifestarse con criterio propio, porque ya es difícil estar de acuerdo en
todo, pero mucho menos cuando te han echado de mala manera, al asalto y por la
fuerza. Solo han faltado los tiros y nos hubiéramos creído que aquello era un
nuevo 23 F orquestado desde Andalucía, según nos ha quedado en los oídos tras
escuchar las noticias e informaciones de los medios; pues parece que toda la
movida era promovida y respaldada por Susana y sus afines.
Veo a los
políticos muy mal y lamento que gente así sean pagados con nuestros esfuerzos.
Cuando se han manifestado ante los micrófonos, además del sostenido estribillo
de “tenemos que coser el partido”, siempre, pero siempre, han hablado desde la
importancia que para ellos tenía el partido y su futuro, los resultados que en
adelante se obtuvieran en las urnas, y jamás se han referido o tenido en cuenta
a la ciudadanía. Se ha podido comprender la lucha de poder y su preocupación
por seguir existiendo como partido, de seguir siendo fuerte y tener poder, pero
como digo no se han oído palabras de consuelo para nosotros que hemos sido los
verdaderos marginados de toda esta lucha fratricida interna del partido del
PSOE. Y para rematar la faena, volvemos a observar que en ese patio de colegio
donde cada uno parece hacer lo que le sale de allí mismo, Pedro con su enfado
correspondiente no aparece ayer por el Pleno… ¿pero esto qué es?, cada uno hace
lo que quiere: Rita acojonada o enfadada no ha aparecido por el Senado casi
desde que fue nombrada senadora, y Pedro Sánchez a la primera de turno se queda
en casa en lugar de cumplir con sus obligaciones e ir a trabajar. Cobrar si
cobran, unos y otros, pero eso es una villa sin vallado. Cada cual hace lo que
le viene en ganas, no hay quien le pueda amonestar, quitar salario o
retribuciones de otro tipo e incluso expulsar, porque como sabemos el escaño es
suyo en propiedad… esto es de risa.
Y si dimiten,
aún más risas, tienen todos los derechos a diferencia de lo que les sucede a
los trabajadores, que se van a la puta calle sin derecho a nada. Una vez más
vemos que no podemos empatizar con esta clase, o mejor dicho esta casta, porque
ellos mismos ya procuran de tener privilegios frente a nosotros. Privilegios
que los imponen ellos sin nuestro consentimiento y con la cara dura de pasar
las legislaturas sin cambiarlos. Son los niños mal criados y mimados de este
país y habría que ponerlos a todos en la calle, hay que seleccionar a gente
cualificada moralmente y humanamente para ponerlas al frente de la resolución
de problemas ciudadanos. Basta ya de chorizos, déspotas y soberbios, que hay
demasiados en las Instituciones españolas.
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