No hay cosa
más falsa que un grupo de gentes falsas. Los del PSOE y los del PP hace dos
días se tiraban a muerte, se descalificaban a tope, no se querían ni ver y
ahora se hacen selfis como grandes amigos en una fiesta, riendo todos juntos,
dando la impresión de que todo el mal que llevaban dentro se ha esfumado mágicamente.
Así los pudimos ver en las imágenes y fotos publicadas de la celebración del 12
de Octubre. Se han perdonado y se ven como hermanos… amén. Es esta la forma en
la que se deben comportar los unos y los otros, pero siempre y arrimando el
hombro para conseguir solucionar todos los problemas que acucian a la
ciudadanía. Es para eso que tiene sentido elegir representantes de la
población, no para tirar cada uno de la manta hacia los intereses de sus
partidos, que es lo que vienen haciendo desde que se implantó este convenio de
intereses y privilegios llamado democracia.
Antes, el PSOE
decía ser la oposición y la alternativa al PP, sin embargo hoy es el compañero
de viaje y caprichos de los del partido que debería haber sido inhabilitado
para presentarse a cualquier elección, debido a su comportamiento fraudulento y
delictivo para con los bienes públicos. El PP no ha sabido cuidar lo que es de
todos, sino que por el contrario ha derrochado lo nuestro para enriquecerse
algunos de los políticos de sus filas, así como para presentarse a las
elecciones haciendo trampas, pudiendo hacer mayores campañas con un presupuesto
mayor, porque el dinero le llegaba de forma irregular e ilegal. Esta gente del
PP no son gentes de fiar y son malos compañeros de viaje, sobre todo, para un
viaje que debe perseguir hacer el bien para la gente de este país. El PP piensa
más en satisfacer los mandatos del FMI, Merkel, Bruselas, etc., que en
solucionar verdaderamente el problema del desempleo en el país. Prefiere que se
nivelen las cifras del paro con la marcha de nuestros jóvenes, o dejando a
mayores sin ninguna oportunidad de conseguir prestaciones o empleo, y se
aburran al mismo tiempo que se borran de las listas de desempleados.
El PSOE sabrá
lo que se hace, pero si no cuenta con los que les votan y les siguen, y todo lo
cocinan en los fogones internos, es posible que en terceras elecciones, si se
llegaran a celebrar, se lleven una desagradable sorpresa. Volverían a ver la
prolongación de los resultados que vienen cosechando debido a su giro al centro
derecha, cuando son un partido de cuna de izquierda. Lo que sí es cierto es que
vienen trampeando o falseando su ideología y eso no gusta a los trabajadores,
que son su voto natural. Por eso no se entiende que de salida en la investidura
de Pedro Sánchez eligieran como compañero de viaje a Albert Rivera, en lugar de
las alternativas más de izquierda. Los del PSOE parece que se ruborizan de la ideología
de lucha social para conseguir los derechos, solo se han quedado en hablar de
ello, pero se han acomodado en los lugares de poder, y esto les pasa factura.
En estos
momentos críticos del escenario político español, el PSOE se vuelve a
equivocar, se gira 180 grados con respecto a lo que su comité ejecutivo
decidió: no apoyar la investidura de Rajoy de ninguna manera; y todos ellos se
han hecho una piña con los del partido de la corrupción porque temen que la
línea descendente de los resultados de votos, continúe si hubiera nuevas
elecciones. O sea, no hay programa ni ideología que valga, hay temor, miedo a
obtener de nuevo un fracaso en las urnas, y algunos han dado un golpe de estado
en la ejecutiva del PSOE, para hacer virar el barco e irse a celebrar la fiesta
del PP. De nuevo… ellos sabrán lo que hacen, la ciudadanía no lo vemos bien…,
con nosotros que no cuenten, con la corrupción no vamos a ningún lado.
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