Cuando la gente dice: “No hay trabajo”, lo que está queriendo
decir es que todo lo que te ofrecen es tan precario que no te permite vivir. En
desplazamientos gastas casi lo que te van a pagar, ¿dónde está la mejora
económica a la que tanto se refiere M. Rajoy?, ¿quiénes se están quedando con
la pasta?
Muchas empresas se están valiendo
de contratar a falsos autónomos, porque les exigen hacerse autónomos, así
evitan darles de alta y pagar Seguridad Social, les pagan miserias por los
trabajos y enredan a la gente que les deben facturar los trabajos, cada
trimestre deben pagar impuestos y, por tanto, tienen que contratar los servicios
de un asesor para que les libre de la tarea administrativa añadida.
Otras muchas empresas solo
ofrecen trabajo para fines de semana como camareros, para atender la terraza
del bar y a dos euros la hora, con turnos partidos y terminando a las tantas de
la madrugada. Ganas una miseria y no tienes continuidad alguna. Los empleos de
antaño que eran para toda la vida se han ido a la porra, han desaparecido, han
sido sustituidos por la picaresca de las contrataciones basura, o no
contrataciones, porque todo el mundo no está trabajando temporalmente dados de
alta y con todos sus papeles en regla. El Gobierno mira hacia otro lado en
materia laboral y los inspectores de trabajo parecen que están en constante
periodo de vacaciones. Ya lo he dicho en otras ocasiones, los inspectores
deberían ser como los comerciales, tener rutas de empresas a las que deben ir
regularmente a meter las narices y hablar con los empleados para conocer las
condiciones de trabajo y sancionar a los empresarios que incumplan las leyes
laborales.
A todo esto no se le está
prestando la atención que se merece, siendo un apartado esencial en nuestra
existencia para conseguir dinero a cambio de nuestro trabajo y poder vivir
dignamente. No hay motor económico si la gente no tiene una mínima seguridad en
el trabajo o, si la gente está desempleada y en las casas entra poco dinero. Si
no hay dinero para gastar más que en comer y poco más, pues no se compra, lo
que frena la rotación de mercancías en las tiendas y comercios; al mismo tiempo
se ralentiza la producción industrial. Los empresarios para qué van a modernizar
sus cadenas de producción, que las maquinas sean capaces de producir más
unidades por hora no asegura mayores beneficios; los beneficios resultan de las
ventas que se hagan no del número de unidades que se fabriquen, a menos que se
venda tanto que fabricar más en menos tiempo sea una ventaja con respecto a los
salarios que se pagan y demás gastos que se produzcan en ese mismo tiempo.
Como no existe el gobierno para
la gente, sino el gobierno que se sirve de la gente, pues es ese el principio
que se observa; no hay preocupación por estos temas, los políticos y demás señorías
tienen buenos sueldos y, al menos, cuatro años por delante para estar haciendo
la farsa parlamentaria de tirarse los trastos a la cabeza y no hacer nada, no
solucionar nada o casi nada, si no es por la presión angustiosa que la ciudadanía
les haga. El trabajo es prioritario para todo el mundo y es por lo que tendrían
que estar peleando cada día, pero no es así. Las cifras del paro nunca se ponen
a cero, ¿por qué será?, los empresarios están encantados porque facilita el
abuso en la contratación y en la negociación de las condiciones laborales de
sus empleados. Eso les facilita espetar la frase que tanto hemos oído y que
tanto les gusta: “Esto es lo que hay y si
no te interesa ahí tienes la puerta”.
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