Hace un par de días dieron una
noticia en la radio que se ha repetido en otras muchas ocasiones y, siendo una
prueba que denuncia un hecho, no es aceptada por el juez; me refiero a un
supermercado que presentó una imágenes de una empleada que abre un envase y se
come una empanadilla en medio de su jornada laboral, algo que tienen totalmente
prohibido. Este caso es una tontería al lado de otros que se han escuchado,
como las grabaciones por las que el juez Garzón destapó La Gürtel y que le valieron
su carrera judicial por haber sido grabadas sin consentimiento de los
delincuentes. Según la ley vigente, hay que avisar al chorizo de que va a ser
grabado para que las pruebas tengan validez… ¿habrá algo más absurdo?, ¿hubo o
no hubo delito?, es en esto en lo que deben reparar los jueces que tienen que
procesar al presunto delincuente. Porque de lo contrario, se está poniendo la
atención en el modo en el que se ha comprobado que el delito existió, y no en
que hay un delincuente que lo comete. Dicen que no se ha respetado la
honorabilidad de la persona, pero qué honorabilidad hay que respetar de quien
está cometiendo un delito. Como comprenderéis la señora de la empanadilla es
una minucia, yo no lo considero un delito, ha incumplido una norma de su
empresa y deben llamarle la atención, pero no tiene importancia comparado el
hecho con los que cometen verdaderos delincuentes, que escapan de la justicia
porque las grabaciones de audio o video se tomaron sin que el chorizo lo
supiera, ¿hasta dónde vamos a llegar?
De nuevo, podemos entender que
las leyes necesitan un repaso, hay cosas absurdas como la que trato, que no
puede eximir a sinvergüenzas de ser condenados porque no fueron avisados de que
iba a quedar una prueba de sus actos en soporte magnético. Las tecnologías están
para algo, y los que vamos por la vida sin cometer fechorías, no tememos a ser
grabados porque no hay nada de que ocultarse… serán los de siempre los que
estarán preocupados de que les pillen y salgan a la luz las pruebas. Algo
diferente es que las imágenes o grabaciones, en cuanto sean revisadas y no haya
nada de nada, han de ser destruidas y no pueden servir para ningún uso, mucho
menos cederlas a terceros, etc. El sentido común ha de imperar, pero claro, las
autoridades temen demasiado por ellos mismos, por los suyos y por sus amigos.
Es por ello que se guardan el as en la manga para poder echar para atrás
pruebas que les incriminen. Esto se parece a la prescripción de delitos, otra
artimaña para escapar de la justicia, marear la perdiz, dar vueltas al asunto,
que recorra varios juzgados, que vaya al Constitucional si no al Supremo, que
vuelva al juzgado tal, se cambia al juez que llevaba el caso, se cambia al
fiscal que no interesa porque va en contra de ciertas autoridades o
gobernantes, y al final… ¡oleee!, no hay caso, los delitos han prescritos.
¿Por qué se suceden los
gobiernos, cuarenta y tantos años ya de supuesta democracia, pero nadie es contundente
haciendo leyes? Mi opinión es que dejar lagunas o espacios vacíos, mal
legislados, son salvoconductos para los que saben, tarde o temprano, van a
delinquir: financiación ilegal, prevaricación, cohecho, blanqueo de dinero,
falsedad documental, robar a la ciudadanía, engañarles, manipularles, privatizar
sin nuestro consentimiento, regalar nuestro dinero, repartirse dinero en negro,
defraudar a Hacienda, pervertir las Instituciones, corrupción al por mayor,
etc.
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