¡Qué jornada parlamentaria más
larga!, prácticamente diez horas efectivas de debate para posicionarse todos
los grupos con respecto a la moción de censura presentada por PSOE contra M.
Rajoy, presidente del Gobierno del PP. Parece ser que mañana en las votaciones,
Pedro Sánchez, contará con los apoyos suficientes para proclamarse nuevo
Presidente de España. Ha costado, los platos volaban en todas direcciones, las
reprimendas también, a mí no me convence Pedro pero es lo que hay por el momento,
había que descabalgar al tenebroso jinete que montaba al imparable corcel
llamado corrupción. M. Rajoy ha debido verlo venir y se ha quitado de en medio,
no sé si la falta a sus obligaciones laborales esta tarde le será abonada o
desquitada, lo cierto es que ha debido quedarse en la Moncloa esperando a los
de la mudanza.
Se ha puesto de manifiesto el
complejo mundo de los intereses de la política y de los partidos políticos.
Todos hacen cálculos en uno u otro sentido, pocos hablan de los problemas de la
gente. La gente es como si jugara en otra liga o en segunda división. Los
problemas son otra cosa, parafraseando a Rajoy: … no son lo mismo, no es la
misma cosa sino otra bien distinta. El caso es que se imponen las cuentas de
cada uno y lo que dicen las encuestas, para querer marcar los tiempo políticos
en lugar de hacer buenas leyes que amparen a la ciudadanía en su conjunto,
asegurando que las necesidades básicas se cubran dignamente y por igual. A
Pedro le falta arrojos para abordar ciertos temas abiertamente y Pablo Iglesias
le leyó la cartilla en su primera intervención… le dijo, en mis palabras, que
se pusiera las pilas si aspiraba a ser un Presidente del que no se burlaran
como lo había hecho el zorro viejo del PP. Pablo le ha lanzado un guante para
que Pedro abra los ojos y las puertas, pues gobernar con solo 84 es un
imposible, pero por otro lado están los que tanto desean las mayorías
absolutas, desanimando al personal con aquello del Gobierno Frankestein.
A M. Rajoy se le gastó la
munición del terror, la ofensa, el cinismo y la manipulación de los hechos y
del texto de la sentencia. No ha convencido a nadie con la dramática situación
que dibuja, pero casi todas las personas sensatas sabemos que a la ciudadanía
de a pie no le puede ir peor de cómo le ha ido con el PP y M. Rajoy a los
mandos de la maquinaria estructural ensamblada para delinquir. Los ricos son
más ricos, pero a nosotros y nosotras nos han dejado en ropa interior, en
muchos casos sin empleo, a otros les han rebajado tanto los sueldos que ya no
llegan a fin de mes y, por último, a otros, sencillamente, nos han borrado del
mapa y de las estadísticas de la EPA. Por supuesto, hemos dejado de ser una
prioridad o un problema para el gobierno, que afortunadamente expira mañana,
claro está, hay que tener en cuenta el espacio de tiempo necesario para que
todo se haga oficial, etc. La gran mayoría de la ciudadanía española ha
esperado este momento, el que seguramente se materializará mañana cuando se
haya votado, durante varios años en los que hemos visto como éramos asaltado
por una banda mafiosa sin escrúpulos, que nos atracaba a nosotros y nosotras al
tiempo que untaba a empresarios y banqueros, a los que les ha regalado nuestro
dinero mientras se negaban a mejorar la vida de los españoles y de las
españolas, pagar dependencia, cubrir los gastos que aseguraran una educación o
una sanidad de primera o dotar a la Administración de justicia de mejores y más
recursos. Yo espero, a pesar, de que el presidenciable no me gusta, le falta carácter
y transparencia, él sabe que estuvo en el consejo de administración de Caja
Madrid cuando se forjó lo de las tarjetas black y ha pasado con disimulo, casi de
puntillas, sin llamar la atención, para que nadie le acusara de lo que hacen
los demás… no ver nada, no oír nada y no saber nada; no es un buen comienzo,
pero le doy una oportunidad, voy a presuponer que estuvo en el lugar equivocado
en un momento inoportuno. Voy a ser flexible y le voy a dar confianza para que
las izquierdas ideológicas, si es que se sigue moviendo esto por algo más que
intereses, tienen algún plan.
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