miércoles, 27 de noviembre de 2019

REPARTO DE BENEFICIOS



Esta mañana mientras caminaba hacia el Instituto, en el deseo de que todos pudiéramos vivir mejor, me asaltó a la cabeza la siguiente idea: por qué no se reparten los beneficios en las empresas. Cuando yo era joven, en las empresas existía, si no recuerdo mal, la paga de beneficios que se recibía allá por marzo, ésta como las pagas extraordinarias se las han aniquilado, aquella porque no era obligatoria, y éstas porque pícaramente las incluyeron como parte del pago salarial mensual. Decían que las prorrateaban, pero entre compensaciones de subidas anuales y enjuagues monetarios, las pagas solo se recuerdan porque en las nóminas de los trabajadores hay un renglón o apartado donde se puede leer prorrateo de pagas extraordinarias. Después llegó la estafa llamada crisis, el agujero especulativo del sector financiero-bancario, su error y su avaricia los tuvimos que socorrer con dinero público debido al arrodillamiento de los gobiernos a esos mafiosos del capital. Eran malos tiempos y se efectuaron recortes de todo tipo, incluidas las bajadas de los salarios de la gente trabajadora, al tiempo que como nos han informado… estando tan mal las cosas, fue tiempo que propició el nacimiento de muchos nuevos ricos. Como de costumbre pagamos los de siempre, la clase humilde y trabajadora, principalmente la población controlada por nóminas, bien, pues ha llegado el momento de plantear otras cosas, es momento de atreverse a imaginar y proponer nuevas salidas que vayan en la dirección de una mejor distribución de la riqueza. Es ahí donde enlaza ese pensamiento que me abordó esta mañana… por qué no se hace una ley que obligue a todos los empresarios a repartir la mitad de los beneficios de sus empresas con sus plantillas de trabajadores. Entiendo, que una vez pagados los gastos mensuales de la empresa, si se logran beneficios, estos se debieran de repartir con los empleados en la proporción antes mencionada; o sea, la mitad para el empresario y para innovar la empresa, la otra mitad, a partes iguales para la plantilla, después de todo si se obtienen beneficios, a ello contribuyen todos los empleados.
Cuando  se habla de esto, sobretodo, los que están más cercanos a los empresarios, de repente, niegan la mayor, ponen el grito en el cielo y lanzan la pregunta típica: ¿quién expone su dinero?, algunos llegan un poco más lejos y se atreven con una segunda pregunta que arrojan al viento: ¿qué ponen los empleados? Los trabajadores ponen su esfuerzo, su valioso e irrepetible tiempo, en algunos casos su salud y su vida, muchos pagan con su vida o con una enfermedad crónica por llevar un poco de dinero a su casa para que pueda vivir su familia. Si un empresario invierte pero no encuentra empleados que le ayuden a realizar la pretendida actividad empresarial, ese dinero no generará dinero alguno… la mano de obra de las personas es fundamental para hacer que la empresa esté viva y genere riqueza, pero un salario que apenas te deja llegar a fin de mes no creo que sea una compensación suficiente para nadie. Un mísero sueldo no contenta ni hace que la gente se implique con la organización. Es necesario que se aborde el auténtico reparto de la riqueza que en común y en equipo se obtiene. Como punto de partida está bien que todos, incluido el jefe, tengan su salario, y cuando se paguen los gastos, mes a mes, sin trampas contables ni juegos trileros que hagan desaparecer cifras y billetes, se reparta la mitad de las ganancias con los empleados de las empresas. Si la gente gana dinero la economía se aviva, la gente gasta más, la industria produce más para satisfacer esa mayor demanda. La gente se siente más alegre y, seguramente, los trabajadores aprecien más su medio de ganarse la vida, y si no hacen lo que más le gusta en su rutina laboral, al menos, se sentirán mejor con lo que les ha tocado hacer sin el miedo actual de saber que no podrán hacer frente a cualquier gasto extraordinario que se les plantee.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones