Que poco valoran la vida algunos
dirigentes, máximos mandatarios de algunos países, como es el caso de Kim
Jong-un de Corea del Norte, que parece estar loco por meterle mano a alguien,
como vulgarmente se dice. Este muchacho, que ascendió al poder tras la muerte de
su padre, parece que está jugando a un juego bélico en una videoconsola. Está
todo el día organizando marchas militares, exhibiendo todo el día el poder
militar, armamentístico, y amenazando a
EEUU y a Corea del Sur.
También hay que decir en contra
de EEUU y Corea del Sur, que sabiendo lo beligerante que es el personaje, para
que hacen un vuelo de reconocimiento con los B-2 por la región del norte, es
como tratar de apagar un fuego con un poco de gasolina. Se puede considerar una
provocación hacia un régimen que está copado de militares, que solo hablan haciendo
uso del tono de dar ordenes en cuarteles. No hay más que verles en cualquier
intervención pública retransmitida por televisión, para observar el tono
militar, agresivo, cortante, que parece que van a sacar una pistola y te van a
dar dos tiros a través de la pantalla.
Verdaderamente que es inquietante
la situación, a mi me lo parece a pesar de que el dirigente de Corea del Sur
dice que están acostumbrados a vivir así, con estas amenazas, desde que en 1953
terminó el conflicto coreano. Insisto en que me parece que no es para tomar estas amenazas como una broma, porque
como apriete el botón rojo, se va a liar una buena. Y EEUU me da la sensación
de que está loco por probar el paraguas antimisiles, es la primera impresión
que me llega.
No entiendo como no somos
hormiguitas en nuestro territorio, trabajando para progresar en lugar de preparándonos
para destruir o ser destruidos. Es aberrante que el mundo esté como está, medio
mundo juega a la guerra, vidas humanas exterminadas, futuros borrados, sangre
derramada, fatalidad, dolor, pobreza, poblaciones aterrorizadas, niños huérfanos,
niños muertos, corazones encogidos, poblaciones sin futuro. Esto no puede
seguir, ¿dónde está la inteligencia del hombre?, ¿dónde esta la bondad, la
generosidad, el amor?, ¿ya no hay nada de eso, sólo queda odio?
Por favor, pensemos, mantengamos
la calma, comencemos cada uno a nuestro nivel, en nuestro entorno, en nuestro
medio y con las personas más inmediatas, comencemos a mirarnos de otra manera,
a tenernos otra consideración. Colaboremos los unos con los otros por avanzar,
por construir, por progresar; que las guerras pueden surgir desde las
contrariedades enconadas y antiguas. Eliminémoslas, pongámosle fin a esta
locura, a esta rivalidad, no permitamos que llegue a ser destrucción y un campo
de muertos, que a nadie beneficia, ni a las victimas que han caído, ni a los
que se creen vencedores. Con las guerras todos perdemos.
Las personas queremos vivir, respirar,
contemplar la belleza que nos rodea, amar, ver crecer a nuestros hijos. Las
guerras son de la antigüedad, de los bárbaros y de un orden inferior, ¿no se
entiende esto?, los tiempos han cambiado, y los acuerdos deberían venir
dictados por el desarrollo de la propia conciencia del individuo. La misma que
nos impide a los seres civilizados hacer daño a nuestros semejantes.
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