Cada cual ha de hacer el uso que
mejor le parezca de los medios a su alcance, como no puede ser de otra manera,
ni nadie es nadie para indicarle como proceder a otro mientras aquel no sea
capaz de percibirlo por sí mismo. Vaya esto por delante, por todo el respeto
que me merece cualquier persona, pero por ejemplo, en el día de hoy he abierto
mi facebook y he hallado tanta gente tan espectacularmente divina, personas
sensibles, bellas interiormente, compartiendo mensajes y vídeos que llegan
hondo, que hablan directamente al corazón, que remueven, que te hacen conectar
con tu plano emocional, y esto es tan vital, tan auténtico.
En seguida me he puesto a
escribir como forma de agradecimiento, porque necesitamos crear una sociedad de
relaciones de verdad, donde aportemos, donde nos entreguemos y nos sintamos
felices. Donde la euforia por vivir, por relacionarnos y compartir con amor sea
la única moneda de cambio.
Hay mucha gente impresionante, y
a poco que otros se lo propongan o se descuiden también lo son. Esto me llena
de alegría, porque me hace ver que somos así, que tenemos esa belleza en el
interior, que puede aflorar en cualquier momento, que tenemos sentimientos, que
somos capaces de apreciar las cualidades buenas que cualquier situación
contiene.
Verdaderamente, me he sentido
emocionado leyendo vuestros mensajes, pues casi todos habéis aportado algo
necesario, positivo para el bien colectivo, para acrecentar esa cualidad, a la
que antes trataba de dirigirme y para la que tan complicado se hace buscar la
palabra precisa, que la defina.
En momentos diferentes como los
actuales, donde un montón de personas han tomado un camino y arrastrado a un
montón, aún mayor, de personas, quizás por una vía no acertada, yo no lo sé; me
parece genial que muchos estemos fomentando la visión y el sentir, que reclama
una vida más humana, más compartida, de igualdad, más justa, más amorosa, más
cooperante, etc.
Estoy contento y propongo que
cada vez más compartamos en la dirección de lo que he expresado, diciendo lo
positivo, tratando de aportar al colectivo para elevarnos como personas, para
fomentar las virtudes que tenemos todos y para dejarles que crezcan, pues puede
que se hayan hecho un poco perezosas o estén un poco adormecidas.
Pensadlo y veréis, que de vivir y
compartir así, de respetar y amar como estoy diciendo, solo puede surgir cada
vez más aprecio por todo, más amor, más comprensión, más solidaridad, etc. Como
ven, más y más virtudes necesarias para una transformación interna y externa.
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