Cada día me
aburre más el panorama político de nuestro país. Llevamos meses oyendo lo mismo,
siempre representan los mismos papeles, los argumentos no cambian y nadie cede.
CIUDADANOS dice no estar de acuerdo con un Gobierno en el que llegara a estar
PODEMOS, y este a su vez dice lo mismo de aquel. Ambos se amparan en ideologías
diferentes que propician políticas económicas distintas, pero sucede, que al no
tener mayoría ninguno de ellos, no se puede aplicar ninguno de sus programas,
solo es posible acordar ciertas medidas, que es donde se tendrían que haber
puesto de acuerdo hace ya un tiempo. No se entiende esto como una reprimenda a
estos dos partidos, pues todos los demás se encuentran, en cierto modo, enrocados
y poco dispuestos a pactar: PP no admite nada que no pase por un Gobierno
presidido por Rajoy, PSOE impone el acuerdo firmado con C’s para justificarse a
sí mismo no poder hacer otra cosa, o no tener margen de maniobra, y de esa
forma impide el acuerdo con toda la izquierda, que sería su espacio natural.
IU-UP
demasiado hizo con la poca representación que alcanzó en las pasadas
elecciones, en parte por la injusta ley electoral que tenemos. Logró que
comenzaran las reuniones a cuatro: PSOE, PODEMOS, COMPROMIS y ellos mismos; en
un momento en que las conversaciones entre los interlocutores de los pactos,
estaban en stand-by.
Yo debo de ser
muy duro de cabeza, pero apenas toco el tema, la idea racional, sensata, con
más sentido común y respetuosa con los ciudadanos que hemos votado, sigue
siendo la misma: Hay 350 diputados en la Cámara, y hay ciertos partidos
representados por aquellos diputados. A su vez, cada uno de esos partidos tiene
un programa con el que se presentó a las elecciones del 20 de Diciembre, pues
bien, que se hubiera comenzado el día 21 de Diciembre una serie de Plenos en
los que se hubieran ido leyendo cada propuesta de cada partido representado en
la Cámara, para que todos los diputados una vez escuchada fueran votando su
conformidad, disconformidad, o abstención sobre la misma. Así con cada
propuesta, así con cada programa. Esto, tal vez, nos llevara varias semanas de
trabajo diario, pero no son los meses que nos vamos a llevar de corrillos,
cuchicheos, y vacaciones pagadas, que quizás sea lo más grave junto a no tener
Gobierno que no esté en funciones.
¿Hay algo más
democrático que lo que estoy exponiendo? Una vez fijado el programa votado por
todos los diputados, hay gobernabilidad, y el Presidente o los ministros es lo
de menos, como si lo quieren echar por sorteo, pues las directrices estarían
marcadas por el programa aprobado en votación, en los diferentes Plenos.
Soluciones
hay, y cualquiera es capaz de pensar en salidas más eficaces que las que marca
la actual ley, que más bien parecería que es de protección de vagos y
maleantes, a los hechos me remito. A cualquiera se le puede ocurrir sistemas
más viables y más democráticos, o reglas del juego, como gusta llamarles a la
pandilla inservible que solo hace llenarse los bolsillos con el dinero de todos.
Esto demuestra que la ley falla, es obsoleta, torpe y nada efectiva en esta
materia. Lo peor de todo, es que podemos llegar con Gobierno en funciones casi
a final de año, pues de celebrarse nuevas elecciones, es probable que los
resultados se asemejen a los repartos de escaños que tenemos en la actualidad.
¿Qué hacemos entonces, seguimos con el arcaico e inútil sistema actual?
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