Ayer se
celebró el Pleno de Investidura de Pedro Sánchez, la canción no sonó mal del
todo, aunque fue demasiado reiterativo lanzando órdagos a PODEMOS y demás
grupos de izquierdas, cuando decía que si quieren todos, esas generalidades que
fue difundiendo en la Cámara, podrían ser posibles la semana que viene. Esas
generalidades eran el equivalente a los populismos, según lo definieron las
gentes del PSOE y del PP, cuando eran pronunciados, por otros, esos principios
que a la gente les conviene.
Un Pleno de
poco más de dos horas en el que pudimos ver a nuestros empleados jugando con
los móviles, en lugar de atendiendo la exposición del candidato a la Moncloa.
¿Qué sentido de la responsabilidad es ese?, ¿en qué trabajo se permite que las
personas en lugar de hacer su trabajo jueguen o usen el móvil? En muchos
trabajos te echarían a la calle, se te terminaría el contrato en el acto si lo
hicieras, ¿aquí por qué no? ¡Qué más da jugar al Candy-Frozen, o como quiera
que se llame el dichoso jueguecito, o estar toda la sesión tonteando con tu
móvil! Todos los Diputados que emplearon el tiempo que duró el Pleno manejando
su móvil, que están recogidos por las cámaras, deberían ser cesados de
inmediato. Y otra cosa que se debería regular es el aplaudir continuamente al
ponente, pues además de interrumpir el acto constantemente, convierte al mismo
en un vodevil o en una actuación circense.
Menos mal que
Pedro Sánchez dijo, nada más empezar su exposición, que no iba a caer en el “y
tú más”. Menos mal, ¡porque no si no lo llega a decir! Le faltó tiempo para
cargar una y otra vez contra el PP, tachar la última legislatura de absolutista,
autoritaria y totalitarista, o la corrupción generada por el partido de Rajoy.
Pedro Sánchez, como le pasa a la gran mayoría de los políticos españoles, es
incoherente de base, por principios, dice que no va a hacer algo, y enseguida
lo hace; o sea, a nuestros políticos les es fácil decir algo y hacer lo
contrario.
De cualquier
manera, fueron dichas muchas medidas para encandilar a los partidos de
izquierda y que se sumen al pacto: PSOE-CIUDADANOS, pero el guiño no fue
acogido con entusiasmo por ninguno de los dirigentes de esas fuerzas políticas.
Por lo tanto, Pedro tiene la investidura muy difícil, al menos en esta ocasión.
Y no les vale hacer ver que de no llegar a un acuerdo es por culpa de los
partidos de izquierda, pues es el PSOE el que se ha derechizado con el paso del
tiempo, y ha preferido pactar con la derecha, o centro derecha, antes de
hacerlo con aquellos que, por ideología, serían sus compañeros naturales. No
obstante, el PSOE, presionado por sus mayores, los nuevos ricos, antes de
izquierdas, ha pactado anti natura, prefiriendo sumar solo ciento treinta
escaños, cuando por el otro lado tenía la investidura casi lograda. Así que la
responsabilidad de sus actos que no la descargue en los hombros de los demás.
Por último, no
se escuchó nada de la eliminación de la Diputaciones, y sí se oyó algo sobre
energía y medio ambiente para aplicar en el 2050. ¿Por qué los derechos te los
quitan de inmediato, y otras medidas que afectan a empresarios y grandes
empresas se tienen que aplicar a treinta años vista? Con nosotros juegan, nos
manejan y manipulan, además de robarnos; con los poderosos son mucho más cautos
y atienden los plazos que aquellos les imponen a los Gobiernos. ¡Siguen sin
representarnos!
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