Ayer dieron la
noticia de que el BCE (Banco Central europeo) iba a facilitar el dinero al cero
por ciento de interés, con el objeto de favorecer el crecimiento económico.
Suena como bastante rimbombante, casi optimista, y lo peor de todo, es que hay
muchos españoles que se lo habrán creído.
El dinero que
tiene el BCE procede de todos los ciudadanos de la UE (Unión Europea), que se
aportó en proporción a la riqueza de cada país. Es dinero de todos nosotros,
que graciosamente decide el BCE prestar a las entidades bancarias y grupos
inversores al cero por ciento, para que puedan, estos, comprar deuda a los
países que la emitan y necesiten dinero para financiar su mala gestión. Dinero
que se devolverá a un interés determinado, según sea la prima de riesgo en ese
momento. O sea, España necesita, por su mala gestión, dinero y no puede
simplemente pedirlo a quién se lo dejó, al BCE, sino que tiene que prometer
devolverlo con un coste millonario, que serán beneficios para un grupo inversor
o banco, que no expone nada, porque, a su vez, el BCE se lo habrá prestado para
que se enriquezca con dicha transacción, al cero por ciento. ¿Ustedes entienden
algo?
Hay dos
asuntos que me abordan la mente inmediatamente: por qué el BCE no presta
directamente el dinero a los países necesitados, y en segundo lugar: por qué el
BCE no ayuda a mejorar la economía de los países eliminando los intermediarios.
Pues, se ve con claridad infinita que el BCE, que son los países que han puesto
su dinero para que este banco exista, aprovechan los recursos de los países, su
PIB, el dinero de su gente, para que se sanee el sistema financiero del país, o
sea, los bancos y todos aquellos buitres inversores que acuden cuando huelen el
olor de la muerte.
La maniobra es
tosca, burda, amoral y desvergonzada, pero no culpo al BCE, culpo a los Gobiernos
de todos los países integrantes de la UE, que arrodillados ante los pies de los
banqueros y los grupos de inversión, redactaron unos acuerdos contrarios a los
beneficios y el bienestar de todos los ciudadanos europeos, para que los grupos
financieros se puedan lucrar de esta estafa llamada crisis. Así que cada vez
que dan la noticia en cualquier informativo de que España ha colocado en los
mercados algunos miles de millones de euros de deuda; no es más, que algunos
usureros del dinero ha recogido dinero a coste cero, procedente del BCE, para
comprar deuda de la que nuestro Gobierno, orgullosamente, emite, para que
algunos de esos desaprensivos se forren. Dije: “orgullosamente”, porque después
nos ofrecen la noticia como positiva, ¡serán idiotas!
Lo primero
sería hacer una buena gestión de los gastos e ingresos del país para no tener
que necesitar pedir “nuestro dinero”, para no tener que devolverlo con
intereses. Además, si los Gobiernos hubieran mirado por lo público, por usted y
por mí, por todos, no hubieran aceptado este sinsentido, y hubieran exigido que
el BCE les prestara al cero por ciento, como hacen con los bancos ajenos a lo
público, sin intermediarios. Pero como a los Gobiernos solo les interesan las
transacciones comerciales, engordar la cartera de sus amigos y las suyas
propias, pues esto es lo que ocurre. ¡Viva, el BCE, presta nuestro dinero al
cero por ciento, sigan celebrándolo!
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