Lo rápido que las personas se
ponen de acuerdo para asuntos menores, pero lo difícil que resulta hacerlo para
asuntos mayores o prioritarios. La gente debe tener su whassap lleno de grupos
que no dejarán de pitarles todo el día, pues cuando no escribe uno de un grupo,
manda una foto otro de otro grupo. Hemos tomado los medios de comunicación que
tenemos a nuestro alcance para algunas cosas serias, y para muchas cosas de
bromas, tal vez, demasiadas comunicaciones banales que no van a ningún sitio,
pero que ocupan sitio en servidores y consumen energía para que se realice la
transmisión de los mensajes. Creo que esto no nos paramos a pensarlo, creo que
casi nadie piensa en la utilización o mala utilización de los servicios,
sobretodo, cuando son gratuitos o con apariencia de ello.
La gente forma un grupo de
whassap por casi cualquier cosa: los del trabajo que salen a desayunar juntos,
los antiguos alumnos de un colegio o Instituto, gente que se ha visto en un
curso, aunque hayan sido cuatro días; ¿qué cosas tienen esas personas en común
para estar metiéndose unas en las vidas de las otras?, si por cualquier motivo
se forma un grupo, ¿con cuántos grupos terminaríamos el año? En lugar de
trabajar o tener tiempo para nuestros caprichos o placeres, tendríamos que
estar todo el día contestando y escribiendo en el móvil.
La aplicación de whassap es
tremenda porque facilita mucho la comunicación sin gastar dinero en llamadas
telefónicas, sobre todo a los más jóvenes que andaban cortos de saldo cuando se
tenían tantos móviles de tarjeta prepago, ha debido resultarles tremendamente
útil. No obstante, vuelvo a lo mismo, ¿de cuántas comunicaciones podríamos
prescindir? el interés es por el tiempo dedicado a ello, por la molestia del
pito constante y por el gasto de energía, llamémosle, tecnológica. Que se
produzcan las comunicaciones es gracia a un consumo determinado de energía, que
cuando no es una necesidad, nos lo podríamos ahorrar. Un mal generalizado es
que nos apartamos de las cosas, creemos que no nos afectan, que no es tema
nuestro, pero al final nada es gratis, todo lo pagamos de un modo u otro. Nadie
nos deja utilizar un medio que cuesta millones de dólares, sin cobrarse de
alguna forma. Ninguna multinacional investiga, o sea, paga investigadores
durante años para darnos un servicio por el que no va a reembolsar abultados
beneficios, esto es de libro, como se suele decir.
Lo bueno es que une a la gente,
teniendo menos pereza para comunicarse, parece que llamar, buscar el número,
marcar y hablar en persona de viva voz, nos da más pereza que poner un whassap.
Están más de moda las comunicaciones escuetas y rápidas, los mensajes humorísticos,
los videos de cachondeo, etc. Es cómodo para quedar con alguien, con un grupo
de gente y para organizar movidas colectivas. Si todo lo que nos pongan a
nuestro alcance está bien, pero sería mejor, como con todo, hacer un uso responsable
de esos medios. Detrás hay investigación o espionaje de cuanto hablamos, hay
captación de los perfiles de cada uno de nosotros, hay limitaciones para buscar
trabajo o acceder a la vida pública, pues de inmediato sacan a la luz tus
comunicaciones que te condenan a parecer un mal trabajador, porque hay una
moda: la de confundir lo que dices en tu vida privada, con el rendimiento que
eres capaz de dar en tu trabajo.
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