¿Combatimos el cambio climático,
o no?, ¿qué quiere la gente que hagamos? Si no se toman medidas… malo, si se
toman… peor. Peor al menos para ciertos sectores mediáticos de la derecha
destacada, que con tal de generar una opinión horrible de algunos bandos,
porque no les gusta o tienen el cabreo de no estar gobernado por los suyos,
despotrican detrás de los micrófonos. Ayer pude oír una noticia que afectaba a
Paris, por estar perjudicada por un pico de polución peligroso para la salud,
¿saben lo que hicieron las autoridades parisinas?... restringir el tráfico a
los vehículos con matriculas impares y no se ha hundido el mundo, ni los
microfoneros a los que me referí antes han criticado la toma de decisión.
Sin embargo, cuando es el
Ayuntamiento de Madrid el que toma medidas similares, es el apocalipsis, se
derrumba la historia de España, somos invadidos por alienígenas que se han
metido como okupas en el ayuntamiento y cosas así. No hay forma de que se
resignen algunos a haber perdido el Consistorio… mira que le echan ganas y
mierda. Están deseosos de que llegue un tsunami a Madrid, aunque no sé de
dónde, y arrase con la gente que, según ellos, están metidos como si se tratase
de una resistencia clandestina. A esos señores y señoras criticones les falta
cordura democrática para aceptar lo que las votaciones, y los pactos posibles
según ley, han arrojado como resultados para el gobierno del Ayuntamiento de
Madrid. Esos microfoneros de tres peras al cuarto hacen esfuerzos encomiables
que bien podrían dedicar a cúpulas, que dicen no haberse enterado de nada de lo
que pasaba en su partido o en su Gobierno.
Tratar de paliar la contaminación
es un mal fatal, darle originalidad y creatividad a la cabalgata de reyes es un
crimen, toda la mierda que ya en tiempos de Ana Botella tenían las calles de
Madrid… seguramente, era porque los que iban a ocupar el Consistorio detrás de
ella se dedicaban por las noches a ir ensuciándolas. Es terriblemente injusto
que todo se cargue contra quienes ponen en evidencia la dejadez de los anteriores,
no porque sea su pretensión sino porque al hacer las cosas mejor, es lo que se
deduce. A pesar de todo, el gobierno de Carmena ha sido victima de ataques
continuos desde el primer día, bueno, desde antes de tomar posesión, en cuanto
se supo que era ella la nueva alcaldesa de Madrid, pesara a quien le pesara,
que ya vemos son muchos, sobre todos en ciertas emisoras de radio.
Vuelvo a insistir en este país de
locos, si se hace algo a favor de la gente y de mejorar el aire que respiramos,
parece que se esté haciendo un atentado contra la población madrileña. ¡Ya está
bien de tanta demagogia! Lo que sucede es que vivimos en la España permisiva de
los que se corrompen y de los que corrompen, de los que están acostumbrados a manipular
la justicia, de los que no miran por la ciudadanía sino por los intereses
impuestos por Europa, empresarios y banqueros, etc. Por eso, se hace ruido con
medidas lógicas y saludables para todos, mientras se esquivan asuntos graves
que se dejan de investigar porque se teme lo que se pueda encontrar al fondo.
Estos microfoneros prefieren tener por enemigos a los partidos jóvenes o
recientes, que a los que ya están tan arraigados en España, tanto es así, que
llegan a estar rancios. Prefieren que Rajoy les pase la mano por la chepa y
dejar en paz los problemas graves del PP o de los grandes constructores y
banqueros de los que nadie se atreve a hablar, aunque todos ellos han sido
imprescindibles en el hundimiento de la economía española.
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