Cada día te llevas un chasco,
alguien que te creías era decente, resulta que es algo menos de lo que tú
pensabas. El Gran Wyoming que tantas bromas ha hecho con ser millonario y tener
no sé cuantos pisos, también ha sido cogido por Hacienda y ha tenido que pasar
por caja. ¡No me lo esperaba!, siempre confié en esta persona, pero de nuevo
los hechos demuestran que todos los que mueven dinero buscan la forma de
engañar al fisco. Unos se llevan los dineros fuera, otros hacen malabares para
pagar menos, como es el caso de Wyoming, que parece que algunas cantidades de
dinero las regularizó como empresa y se tenían que haber regularizado por IRPF.
El chanchullo le ha costado casi un millón de euros, que parece ya ha abonado
para evitar un escándalo mayor.
A mí ya no me sirve que haya
pagado porque confiaba en él. Su mensaje me llegaba, sobretodo, cuando era
entrevistado. Hablaba desde una posición cercana a la ciudadanía de a pie, al
currante, y contra la opresión que ejerce el sistema liberal sobre los
ciudadanos. Daba un mensaje, que podríamos calificar de izquierda por esa
cercanía a la que me refería, pero hoy el castillo de naipes que lleva la cara
de Wyoming se ha derrumbado por incoherencia y por la misma bribonería que
utilizan otros para zafarse de sus obligaciones fiscales. Ahora no se
diferencia de otros muchos a los que él ha criticado abiertamente en sus
programas y entrevistas, porque para hacerlo se tiene que estar limpio como una
patena.
Ya sé que el caso de otros o
compararlo con otros muchos, quizás es demasiado, pues Wyoming de inmediato ha
pagado, lo que no hacen muchos otros. Sin embargo, ofende a todos aquellos que
le veíamos como alguien diferente, que a pesar de tener dinero se atrevía a
decirlo y parodiarlo en público, como el que lo tiene todo en orden y al día.
No obstante, parece que no era así, sino que ha sido tan insolidario como son
otros, buscó la forma de pagar menos, y cuando sucede esto entra menos dinero
para servicios públicos, algo que él sabe de sobra.
He visto el Intermedio durante
años, he procurado no perderme una entrevista anunciada en la televisión, he
leído algunos de sus libros, pero ya no le veo del mismo modo. Critico a la
gente del Gobierno, a los políticos que lo hacen mal y no digamos a los que nos
mangan, ahora Wyoming ha ingresado en ese otro lado para el que no me gusta mirar
porque hay gente indeseable, egoísta y que nos roba. Puede parecer duro, pero confiar
durante años en alguien y que ahora salga con estos comportamientos, que no se
diferencia de otros, es bastante desencantador. Es preferible tener algunos pisos
menos y pagar lo que le corresponde, para poder abrir la boca, decir lo que
quiera y que nadie te pueda pillar en nada. No se puede pagar en la televisión,
las cantidades de dinero que se pagan, por estar detrás de una mesa haciendo
ironía mezclada con noticias. Ni a este ni a ningún otro locutor o presentador,
¡es una pasada inadmisible!, no entiendo dónde está el mérito o el riesgo, en
España habría que poner muchas cosas patas arriba para acabar con los abusos.
Habría que fijar un tope máximo para los salarios, ¡que a todos nos cuesta lo
mismo los garbanzos! No se puede hacer millonarios a gentes que sentadas leen
de una pantalla lo que tienen que decir, hay que poner fin a este tipo de
perversión laboral.
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