Son las siete de la mañana, me
siento al ordenador y comienza una mosca a andar por encima de la pantalla de
mi portátil, ¿qué hace una mosca leyendo tan temprano? Dicen que comparten con
nosotros el cincuenta por ciento del genoma, pero yo miro el bichito
correteando por la parte superior de la pantalla y me cuesta creer que la mitad
de mi genética sea la misma que la de la mosca.
Hay dos asuntos a destacar, uno
que es casi mediado de Diciembre y siguen las moscas haciendo de las suyas, el
otro asunto es que no nos dejan tranquilos. Cuando se harta de pavonearse por
la pantalla da un salto y ¿a dónde va?... a tu pelo, que es cuando empiezas a
espantarla con la mano, y ella salta una y otra vez sobre el pelo. Cuando te ha
molestado lo suficiente vuelve a aparecer sobre la pantalla, ahora es un
escrito con mosca en relieve. La mosca se para y comienza a frotar las dos
patitas delanteras, como diciendo qué bien me lo estoy pasando, o qué bien van
las cosas. Si fuera un humano se estaría preparando para hacer una labor manual
o para coger dinero, que es algo que se suele pensar cuando a uno le pican las
manos. Los más sofisticados diferencian si te pica la mano derecha o la
izquierda, y a cada una le da un significado, si es izquierda dicen que vas a
coger y si es derecha dicen que va a soltar dinero, creo que es así.
La mosca recorre la pantalla del
ordenador, juega al despiste, camina rápidamente en una dirección y, de
repente, cambia de sentido, puede que también de dirección; esto lo hace varias
veces antes de volver a pararse y frotarse las patas. Como dicen que
compartimos tantos genes estoy tratando de entenderla, pero tengo que aceptar
que no llego a comprender su forma de actuar. Ahora la busco con la mirada,
pero no está. Recorro con la vista los cuatro lados de la pantalla y no sé a
dónde habrá ido, pero como en mi mente está esa intención, no termino de
escribirlo cuando se posa de nuevo frente a mí. Se queda quieta, muy chula y
comienza a frotar las manos, ¿qué significará eso en el mundo de estos
voladores? Creo que son respiros que se toma para prepararse para los
siguientes movimientos. La pantalla del ordenador es como la pista de
aterrizaje de un aeropuerto, ella entra y sale, está iluminada y todo… pero
¡joder, esta ha ido a por otra mosca! Ahora son dos, una se queda quieta, será
la que ya conoce la pantalla, la otra hace el reconocimiento por los extremos
de la pantalla, algo que la anterior, supongo que es la anterior porque son
iguales, hizo cuando estaba sola.
No se reúnen ni se tocan, cada
una se ha colocado en un lugar distinto de la pantalla, están quietas y
frotando las manos. Estas se están empapando bien de lo que estoy escribiendo.
A estas alturas ya sabrán que escribo de ellas, bueno, eso será si aprendieron
a leer, no sé si tendrán edad para ello, casi seguro que así será porque estos
animalitos creo que solo viven un día, al menos es lo que tengo entendido, no
he tenido nunca la suficiente curiosidad como para leer sobre ellas, pero creo
que en un día nacen, crecen, se reproducen y mueren… no sé si estaré en lo
cierto. El caso es que ya hay dos, con un poco de suerte, ya pueden completar
todo el ciclo vital. ¿Tendrán sexo diferente o se lo crean conforme se ponen en
contacto una con otra?, cosas más raras se han visto, hay animales que son
hermafroditas y se adaptan a lo que hay… ya sabes a dar o a que le den, todo
les va bien. No sigo porque se haría interminable, siguen en el mismo plan,
pero al menos la pantalla debe tener mayor atractivo que yo y me han dejado
tranquilo. Ha sido decir eso y ha saltado una de ellas sobre mi mano, me ha
rozado un dedo y se ha vuelto a pegar en la pantalla, ¿quiere decir eso que
siga hablando de ellas, que no deje de escribir? Lo cierto es que ya había
puesto el punto y final, estaba repasando el texto y he podido observar que ahora
ha habido aproximación, una de ellas hace vuelo rasantes sobre la espalda de la
otra, se aproxima y se lanza hasta casi tocarla, algo quiere decir esto, quizás
es su cortejo nupcial. Ahora se aproxima de frente como para que la otra la vea
bien, como si fueran a topar con sus cabezas, hacen varios intentos y se
alejan.
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