Sigo con la desintoxicación
mental, sigo sin tele ni radio en un absoluto confort, en una absoluta
libertad. Dicen que el saber te da libertad, pero no cuando todo lo que te
dicen está retocado, tiene intención, manipula o al menos no es toda la verdad.
Como ya dije ayer el tiempo se ha alargado ostensiblemente, ahora tengo tiempo
para hacer muchas cosas, los días han crecido conforme han desaparecido las
horas delante de la tele. Cualquiera que lea esto creerá que estaba todo el día
enchufado, pero no era así, siempre veía la tele de un modo selectivo, pero un
poco de este espacio, un poco de este otro son una hora de este, una hora y
media de aquel, la película, los anuncios por medio, cuando te das cuenta son
varias horas al día delante de la tele. Desde que no la enchufo mas que para
ver “Saber y Ganar”, solo veo tele cuarenta y cinco minutos cada día, ni uno
más, desde 15,45 h. a 16,30 h.
Sinceramente merece la pena,
hablamos más en casa sin el “loro” de fondo, leo mucho más, hago cursos on
line, escucho videos de temas que me interesan… aprendo y aprovecho el tiempo
como no hacía desde hace años. Estoy sorprendido tal como si estuviera frente a
un gran descubrimiento, y fíjense… solo he decidido desconectarme de la tele y
de la radio, dos medios de comunicación masivos molestos por las interrupciones
publicitarias, poco objetivos, o se inclinan por los de este lado, o bien lo
hacen por los de aquella otra parte, todos ellos excesivamente morbosos,
fantásticos y sensacionalistas. En la manipulación no entro porque ya no podría
hablar de otro aspecto. Como saben le dan cancha a personajes vomitivos que lo
que hacen es dar show basura, sobre todo, repiten hasta la saciedad y son pocos
o nada creativos, todos dan el mismo o parecido formato, hablan de las mismas
cosas, invitan a las mismas gentes y tanto en la tele como en la radio cuando
al personaje no le interesa que lo de otro invitado se oiga, le pisa la
palabra, procura no dejar de hablar todo el tiempo que el otro diga algo, de
ese modo nadie ni en el plató ni en sus casas escucha nada.
Te libras de eso, dispones de tu
tiempo y no te toman el pelo ni te manipulan. Haces lo que se te antoje
mientras hay cantidad de personas que no sabiendo lo qué hacer, van a tirarse
en el sofá todo el día dejando sus cerebros al alcance de una nueva sesión de
rallado, centrifugado y conducción inductiva. Hay cantidad de gente que pasa al
salón o a la salita de su casa y lo primero que hace es darle un pellizco al
interruptor del televisor… allá ellos. No saben vivir si no está la caja de
grillo parloteando en la trastienda. No hilan ninguna conversación que no tenga
que ver con algún chismorreo que previamente han pasado por la cadena que están
viendo. Así nos va… del trabajo a casa, de casa al trabajo hasta que llega el
fin de semana para salir a tomar unas cañas con los amigos, pero en casa qué
hace la mayoría, ¿ver la tele mucho tiempo de su tiempo libre?
Mientras tengamos televisión al
servicio de intereses comerciales, industriales, políticos o financieros vamos
de cráneo. A mi me gustaría más la tele temática donde quepa la tele pública
que educa, que forma, que da noticias positivas. ¿Sirven las noticias de
tragedias y de desgracias? Una televisión que tenga espacios publicitarios que no
interrumpan las emisiones, una tele que proteja a las personas y piense en
ellas por delante de todo lo demás. De momento esa tele no existe.
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