Ya hace tiempo que se viene
oyendo sobre el uso terapéutico del cannabis, los beneficios que aportan a los
enfermos tratados con quimioterapia, aminorándoles las náuseas, facilitándoles las
ganas de comer o paliando los dolores. Estos efectos han sido corroborados por
pacientes y por médicos, por qué no legalizan su uso, poniendo en riesgo la
salud de esas personas que deben adquirir el cannabis de una forma clandestina,
sin conocer la procedencia y pureza de lo que le venden.
Si lo que cree el Gobierno es que
no hay suficientes estudios científicos sobre el tema, y esos enfermos le pidan
que lo legalicen, será problema de los que lo consuman… ya está bien de que los
políticos en lo que les interesa hagan de papás. ¿Por qué al Gobierno no le
interesa legalizar el uso terapéutico del cannabis? No será por ser una droga,
pues drogas son: todas las bebidas alcohólicas, el tabaco y casi el cien por
cien de los fármacos. Sin embargo, por intereses varios, todas se venden y
todas se compran, a pesar de que hay miles de muertes por los efectos del
alcohol, del tabaco o por efectos secundarios de las medicinas, que como
sabemos curan unas cosas y deterioran otros órganos del cuerpo. Solo en el
tabaco, si nos paramos a ver una cajetilla de cigarrillos, podemos leer: “Fumar
mata”. Peor que esto debe ser beber un buche de ácido sulfúrico, sin embargo se
venden porque saben que crea mucha adicción, de hecho es uno de los productos
que más adictos tiene en nuestra sociedad y esto genera una gran millonada en
impuestos para las arcas del Estado… que ya los políticos se encargan de
distribuir como mejor saben… esto para sanidad… esto para infraestructuras…
esto para comisiones del partido… y esto para la cuenta en Suiza.
De nuevo estamos frente a una
posición totalitaria del Gobierno, que una vez repasado el asunto alcohol,
tabaco y efectos secundarios de las sustancias sintetizadas artificialmente en
un laboratorio y llamadas medicinas, no nos vengan a presentar su mejor cara
paternalista y protectora, porque no me lo creo, ha de haber otros problemas de
fondo. ¿Quiénes son los políticos para decirnos a la ciudadanía lo que podemos
y no podemos hacer?, ¿quiénes son para tener el control de nuestras vidas y
ejercer la represión de nuestras libertades? Como si la gente quisiera usar el
cannabis para uso recreativo, allá la gente, hoy también se emborrachan todas
las personas que quieren, ¿se ha prohibido el uso de las bebidas alcohólicas?, ¡no!,
porque se recauda mucho dinero con los impuestos de esta droga. Que se mate la
gente, que enfermen, que se destrocen el hígado… le importa un huevo al
Gobierno; lo que sucede es que este negocio ya lo controlan ellos, pero el de
las drogas: cannabis, cocaína, heroína, etc., ¡no! Es fácil, que legislen los
términos en los que se puedan comercializar, que fijen sus impuestos que es lo
que a los políticos les interesa para trincar cacho, y en paz. Pero ellos saben
que detrás de las drogas están los narcos y, estos no están acostumbrados a
regalar dinero como hacen las multinacionales de bebidas, tabaco y fármacos.
Los narcos no son gentes dadas a negociar, no les pueden presionar, porque si
no se les abre la puerta de la legalidad les da lo mismo, vuelven a abrir las
sendas oscuras y clandestinas, que son las que llevan usando toda la vida.
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