Casi en cada informativo, casi
cada día, descubren nuevos delitos cometidos por el milagro económico de España,
el Sr. Rato. Sinceramente, el milagro económico tiene unas cualidades
excepcionales, yo diría que son tremendas, para robar; aunque sus compañeros
del PP le hayan elogiado cada vez que han tenido oportunidad de referirse a él,
ante los medios de comunicación. La ignorancia es terrible en este país,
sobretodo, por las posiciones altas, debe ser que las alturas les aturden. El
caso es que a este señor no le dejan de emerger situaciones bastante
embarazosas, relativas con el mangoneo a Hacienda y por ende al Estado español;
a pesar de ello, continúa de paseo por las calles, montando en su Vespa o
pasando vacaciones en un barco, bien acompañado.
Creo que el Sr. Rato, según he
podido escuchar, ha debido cometer todos los delitos tipificados en el código
penal español; aun así no ingresa en prisión, no sé si por los padrinos que
debe tener o por haber sido Vicepresidente del Gobierno. Ahora, los medios
informan que podrían caerle cuatro años de cárcel. Cuatro años es una pena de
risa, light o vergonzosa; lo que demuestra que a estos tipos sinvergüenzas robar
les sale bien barato. ¿También es ser anti sistema si pensamos que la ley está
a favor de los políticos y altos cargos de la Administración pública? ¡Toda la
ciudadanía, cuando tenga la mala suerte de incurrir en algún delito serio, quiere
ser juzgada por la misma justicia que “condena” a los políticos! Preferimos
este sistema judicial, el que nos asegure la misma impunidad que a ellos. Que
esto sea de este modo es lo que explica el nivel de corrupción y robos que
padece la sociedad española; para hacer eso que hacen, supongo, que se
desvestirán del traje de patriotas y constitucionalistas.
La corrupción trae cuenta en
España, tan solo tenemos que echar un vistazo a todos los que han ocupado u
ocupan un cargo público, la mayoría de ellos o son ladrones o son cómplices; o
se lo han llevado por la cara o no saben nada, no han visto nada y sus
compañeros son todos honestos e inocentes… ¡ah!, la palabra indecente ni la han
mencionado. Cuando están dentro de una organización que toca poder y
condicionan a la justicia; saben de la ineficacia de las leyes, los jueces y
los fiscales cuando se trata de juzgarles a ellos, entonces, se produce el
despiporre… ¡ancha es Castilla!, y a robar, comisionar, etc. Siempre se ha
dicho que les caigan todo el peso de la ley, pero para estos sinvergüenzas, la
ley es aire… pesa poco o nada.
La ciudadanía está más que harta
del falaz sistema impuesto por imperativo legal, que pesa como una losa de
hormigón, que oprime por tanto, que nos saquea y que desvirtúa malinterpretando
e incumpliendo los Artículos de la Constitución y de los Derechos Humanos.
Produciendo ciudadanía de primera, de segunda y de tercera clase. Señores con
todos los privilegios para ellos, y el resto personas cada día más pobres, más
controladas, con menos derechos y con menos libertades. ¡Cada día, España va
mejor!
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